EL MANEJO DE DESASTRES NATURALES – CONCEPTOS Y CAMPOS DE ACCIÓN
El manejo de desastres abarca medidas que se toman antes (prevención, preparación, transferencia de riesgos), durante (ayuda humanitaria, reconstrucción de la infraestructura básica, evaluación de daños) y después del desastre (superación del desastre y reconstrucción).
A la ayuda de emergencia inmediata, le sigue la ayuda de emergencia orientada al desarrollo, que ya abarca un plazo más largo, y a la que, muchas veces, se le resume con el término “atención de desastres”. Aparte de la ayuda de emergencia y de la gestión de riesgo, las medidas de reconstrucción constituyen el tercer pilar del manejo de desastres naturales. La gestión de riesgo se refiere al área influenciable de la reducción de las vulnerabilidades y al desarrollo de mecanismos de transferencia de riesgos.
Medidas de gestión de riesgo.- Ejemplo de la crecida torrencial de la quebrada “El Pueblo” cuenca del río Pueblo Llano, Estado Mérida.
La gestión de riesgo de desastres naturales y sus componentes
La reducción de desastres naturales o gestión de riesgo de desastres, forma parte del manejo de desastres, y se concentra en el antes del fenómeno natural extremo (análisis de riesgo, prevención, preparación). Sólo en cuanto al análisis de riesgo, se refiere también al durante y al después del desastre. La gestión de riesgo es un instrumento para la reducción del riesgo de desastres, sobre todo a través de la disminución de la vulnerabilidad con base en acuerdos sociales que surgen como resultado del análisis de riesgo. Estos acuerdos sociales son el producto de un proceso social altamente complejo, en el que participan todas las capas sociales y todos los grupos de interés. Constituyen uno de los fundamentos necesarios para poder hacer frente a las consecuencias de fenómenos naturales extremos futuros (prevención, preparación). El campo de acción principal de la gestión de riesgos es la reducción de la vulnerabilidad incluyendo el fortalecimiento de las capacidades de autoprotección. La gestión de riesgos combina aspectos técnicos, sociales, políticos, socio-económicos, ecológicos y culturales. Se trata de la vinculación de diferentes componentes preventivos con los aspectos mencionados para así conformar un sistema integrado. Sólo esta red permite a la gestión de riesgos aminorar el riesgo a un nivel tolerable para una determinada sociedad. Los componentes de la gestión de riesgo son: análisis de riesgo, prevención/mitigación y preparación.
El Análisis de riesgo está compuesto por el análisis de la amenaza y el análisis de la vulnerabilidad y de las capacidades de protección. Algunos autores consideran el análisis de las capacidades de autoprotección de la población local como parte del análisis de vulnerabilidad, algunos lo tratan como un tercer componente del análisis de riesgo y otros lo ven como un capítulo aparte, es decir como componente de la estimación pero no del análisis de riesgo. Para fines del presente documento, el análisis de las capacidades de autoprotección es considerado como parte del análisis de vulnerabilidad.
La prevención y mitigación de desastres abarca aquellas actividades que evitan o mitigan los efectos negativos de fenómenos naturales, sobre todo a mediano y largo plazo. Incluyen medidas políticas, jurídicas, administrativas, infraestructurales y de planificación, a continuación se mencionan las siguientes prioridades:
1. Planificación del uso de la tierra y ordenamiento territorial, reglamentación de la construcción.
2. Manejo sostenible de recursos naturales y de cuencas.
3. Creación de estructuras de organización social, tanto para medidas preventivas como también para poder reaccionar mejor frente a un fenómeno natural extremo (estructuras de gestión de riesgo).
4. Formación y capacitación de la población y de las instituciones.
Mediante la Preparación para el caso de un desastre se pretende evitar o reducir las pérdidas humanas y los daños materiales en instalaciones y bienes. Se prepara a las instituciones involucradas y a la población amenazada para la situación que posiblemente pueda producirse, tomando las medidas preventivas correspondientes que, aparte de la disposición de prepararse, de movilización del potencial de autoayuda de la población y de la puesta en práctica de un sistema de monitoreo, incluyen también lo siguiente:
1. Elaboración participativa de planes de emergencia y de evacuación.
2. Planes de coordinación y de intervención para rescate y socorro.
3. Entrenamiento y capacitación.
4. Medidas infraestructurales y logística como albergues de emergencia, así como almacenamiento de alimentos y medicamentos.
5. Establecimiento y/o fortalecimiento de estructuras de protección de desastres y de servicios de rescate.
6. Simulacros.
7. Implementación de sistemas de alerta temprana.
Asimismo, el desarrollo y la puesta en funcionamiento de conceptos de transferencia de riesgo también forman parte de las medidas de prevención/mitigación y de preparación.
El análisis de riesgo
Se basa en la conciencia de que el riesgo es el resultado de la conciencia de una amenaza y de la vulnerabilidad de elementos amenazados. Por consiguiente, tomando en cuenta esta combinación de factores, el análisis de riesgo apunta a estimar y evaluar los posibles efectos y consecuencias de fenómenos naturales extremos en un determinado grupo poblacional y en sus bases de vida. Se trata tanto de efectos a nivel social, como también económicos y ambientales. Los análisis de la amenaza y de la vulnerabilidad forman parte del análisis de riesgo y deben entenderse como actividades inseparables; es decir, no se puede hacer un análisis de vulnerabilidad sin hacer otro de la amenaza y viceversa.
Así pues, partiendo del conocimiento de que las personas y las bases de vida potencialmente afectadas por un determinado fenómeno natural son vulnerables a éste y sabiendo que, por lo tanto, dicho fenómeno se convierte en una amenaza, el análisis de riesgo estudia los posibles efectos de daño.
El concepto de análisis de riesgo
Hoy en día, los análisis ya no se limitan solamente a la naturaleza como causante de desastres naturales sino que también estudian el rol de las sociedades, de sus formas de producción y de vida, de sus modelos de desarrollo para, así, integrar los resultados de estos estudios y análisis a las correspondientes estrategias de protección. De hecho, en casi todo el mundo, los desastres naturales ya no son considerados un capricho de la naturaleza o un castigo de Dios. Esto significa que la vulnerabilidad es comprendida cada vez más como resultado de procesos de desarrollo económicos y sociales, que hay que entender y reducir con ayuda de análisis detallados.
De esta manera, se concibe al análisis de riesgo como un instrumento fundamental de la gestión de riesgo y del manejo de desastres que sirve de base para implementar las medidas para la reducción de los riesgos y de los efectos de un posible desastre.