El agua cumple su día mundial para que aprendamos a usarla y valorarla

Cuando observamos el globo terráqueo representado en un mapa, el color azul ocupa un gran espacio, sin embargo, eso no significa que el agua es un recurso inagotable y que no debamos preocuparnos por nuestra subsistencia y por la del resto de seres vivos.

Pensando en esto, y para enseñarnos a protegerla y valorarla, en el año 1993 los integrantes de la Asamblea General de las Naciones Unidas declararon el 22 de marzo de cada año como el Día Mundial del Agua y construyeron, además, un bonito lema en el que puede apoyarse nuestra anterior afirmación: “El agua, fuente de vida”.

Rigoberto Andressen, integrante de la Comisión Universitaria de Asuntos Ambientales (Fotografía A.H.)

Sí, es sinónimo de vida, pero podría tener su fecha de caducidad. El análisis de Rigoberto Andressen, docente de la Facultad de Ciencias de la ULA e integrante de la Comisión Universitaria de Asuntos Ambientales (Cuaa) es tajante: en el planeta existe un enorme volumen de agua calculado en 1,41 mil millones de kilómetros cúbicos, sin embargo, de estos, solo el 2 por ciento es agua dulce y la mayor parte (alrededor del 87 por ciento) se encuentra en capas de hielo, glaciares y aguas subterráneas. Esto significa que apenas un 13 por ciento o casi 2 mil kilómetros cúbicos es la cantidad de agua disponible que se encuentra en ríos, lagos y otros cuerpos de agua dulce.

Si nos concentramos en Venezuela, podemos afirmar que la disponibilidad de agua está distribuida de la siguiente manera: al norte del Orinoco 15 por ciento, en el eje costero, 5 por ciento de los recursos y el 80 por ciento de la población y al sur del Orinoco el 85 por ciento de las reservas. Pero en nuestro país siguen creciendo los complejos urbanísticos en forma desordenada y cada día son más las personas que reducen su calidad de vida por la falta de agua potable.

A esto se añaden otras actividades humanas como el uso de combustibles fósiles (petróleo, carbono y gas natural), la deforestación, las tareas agrícolas y el uso de clorofluorocarbonos (sustancias químicas consideradas como las principales enemigas de la capa de ozono y que se usan en aerosoles, tintorerías, aparatos de refrigeración y aire acondicionado).

Andressen hizo mención del Panel Intergubernamental de Cambios Climáticos, cuyos integrantes afirman que una alteración en el volumen y distribución de este recurso afectaría el suministro de agua doméstica, subterránea, superficial, industrial, agrícola, generación de energía, navegación, ecosistemas acuáticos, recreación y turismo… ¿bastantes sectores verdad?

Por su parte, Nancy de Sardi, coordinadora de la Comisión Universitaria de Asuntos Ambientales (Cuaa), recordó que el Consejo Universitario de la ULA, después de escuchar los planteamientos de los integrantes de dicha comisión, recomendó la protección del río Mucujún como fuente abastecedora de agua para Mérida.

Nancy de Sardi, coordinadora de la Comisión Universitaria de Asuntos Ambientales (Fotografía A.H.)

“Al Mucujún debemos preservarlo de nuevas alteraciones del equilibrio hidrológico, así como de deforestaciones, construcciones habitacionales y de actividades agropecuarias que demanden el consumo de grandes cantidades de agua, además de evitar que las aguas servidas se devuelvan a los cauces de los ríos”.

A pesar de la advertencia surgida desde la ULA, es notable también el grado de contaminación del río Albarregas y, la planta “Dr. Enrique Bourgöin, pierde cada año su caudal debido a la acción humana, pues no se ha tomado en cuenta que la subcuenca del Mucujún es un Área Bajo Régimen de Administración Especial (Abrae).

 “La ciudad se enfrenta a un crecimiento explosivo y anárquico y su requerimiento de agua para consumo humano requiere, tanto de las aguas del río Albarregas como las del Mucujún, que deben ser captadas en puntos altos para evadir los altos niveles de contaminación y que ameritan enérgicos procesos de potabilización”.

El agua es uno de los recursos más vulnerables a los cambios climáticos, los cuales son ahora más visibles y estudiados con rigurosidad por los científicos en todo el mundo. La ULA se une ahora a estos grupos gracias a la reciente aprobación del Foro para el Estudio del Cambio Climático (Fecc) que reunirá a profesores y estudiantes de todas las disciplinas.

“Nos quejamos amargamente cuando merma el volumen de agua que llega a nuestras casas, pagamos con desdén las míseras tarifas que se cobran por el servicio de agua intradomiciliaria, no nos trasnocha la pérdida inútil de un grifo mal cerrado, pero nuestras fuentes de agua están cada día más amenazadas. Te reto a vivir un solo día sin agua y te transportarás a esta linda y húmeda ciudad en el año 21 de este siglo XXI”.

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