La decisión de cambiar a Venezuela fue el Aguinaldo de la ULA

Congregados en el Aula Magna de la Universidad de Los Andes, los miembros de la comunidad universitaria y los afectos a esta casa de estudios celebraron la tradicional Misa de Aguinaldos, la madrugada de este lunes 14 de diciembre de 2015.

Forjados en la regocijante y humilde intención de rememorar la venida del Niño Dios, los ulandinos cruzaron sensaciones y deseos de fortalecer la unidad bajo la bendición que derramó esta eucaristía.

Monseñor Baltazar Porras, en una breve pero preclara homilía, significó que el ambiente de plenitud que pudimos sentir en un Aula Magna repleta de almas entusiasta, es parte de los nuevos y esperanzadores tiempos.  "Que este año de la misericordia, tal y como lo ha expresado el Papa, sea el preludio para erradicar odios y haya más acercamiento entre los venezolanos. Que nos haga ser constructores de una nueva sociedad", dijo. 

Momentos de emociones se vivieron cuando en una las frases del Padre Nuestro se dejó escuchar: "Perdona nuestras ofensas así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden", se hizo parte de ese acto de petición de misericordia y compromiso personal. Este momento dejó su sello cuando Monseñor exclamó "Daos fraternalmente la paz".

Las voces de la Coral de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (Faces), la de la Coral de los Niños y Jóvenes de ULA y las voces  cálidas de Santa Rosa, pusieron el toque musical sacro junto al ritmo de más de 250 panderetas en manos de la feligresía. 

Antes de finalizar la misa, el rector de la ULA, Mario Bonucci, intervino para esbozar una breve historia sobre esta tradicional celebración y en reconocimiento a los pioneros de esta iniciativa. También aprovechó la autoridad para recordar las palabras del padre Luis María Ugalde, ex rector de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), quien aseveró que la universidad autónoma venezolana sufre un asedio similar  al perpetrado por los bárbaros a un castillo en la época medieval. 

Los bárbaros propiciaban un cerco, para evitar provisiones, generar hambre, ataques desmedidos y huidas de víctimas. “Igual este gobierno ha actuado con nuestras universidades al negar un presupuesto justo, someter a precarios salarios a sus trabajadores y propiciar la diáspora de profesores y profesionales que no ven oportunidades de crecimiento en este país”, recalcó el rector Bonucci.

Lo cierto es que aún así, no han logrado doblegar la conciencia del colectivo ulandino, quien ahora, en una nueva Asamblea Nacional electa, ponen sus esperanzas de nuevos tiempos y comprensión de las necesidades y roles de las altas casas de estudios venezolanas.

Tras la celebración popular religiosa, en un Aula Magna totalmente copada de feligresía, el amanecer dio paso al grato momento del compartir con pan de acema, queso blanco y un caliente chocolate que marca un acto más de unión y esperanza en quienes asistieron a esta tradicional actividad. 

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