Programa Fray Juan Ramos de Lora ha sido modelo en Ecuador, Chile y Colombia

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El profesor Francisco Bongiorno actual coordinador del programa Fray Juan Ramos de Lora

(Foto: Archivos Prensa)

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Durante su reciente visita al Táchira, el coordinador general del programa “Fray Juan Ramos de Lora”, profesor Francisco Bongiorno, reveló que durante el desarrollo de este, a lo largo de los 15 años en que se ha venido implementando, se ha logrado el cupo para alrededor de 2 mil bachilleres, así como abrir extensiones en Táchira y Trujillo y anunció que próximamente se  atenderá también a las zonas de El Vigía, Tovar y Zea, además de que este programa ha servido de modelo en otros países como Ecuador, Chile y Colombia.

En su visita a la sede del Núcleo Táchira el profesor Francisco Bongiorno manifestó el deseo y la voluntad de quienes impulsan dicho programa en la universidad para ampliarlo y llevarlo a las comunidades extraurbanas de San Cristóbal e incluir a muchachos de escasos recursos económicos,  que es el espíritu que impulsa al programa, con el fin de ayudarlos a ingresar a la universidad.

Añadió que otro de los propósitos  que se plantean sus directivos es que los liceístas aspirantes al cupo en la universidad, no sólo puedan obtenerlo en las carreras que se dictan en el Núcleo del Táchira, sino que puedan participar en la oferta de especialidades del pregrado que se dictan en la ciudad de Mérida.

 

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La coordinadora de la Comisión del programa en el Táchira, licenciada Decxi Martínez,  dirige palabras de estímulo a los bachilleres cursantes.

(Foto: Archivos Programa FJRL)

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Existe motivación en el Táchira

El profesor Bongiorno expresó, además, que la idea de visitar al Núcleo Universitario del Táchira, era la de conocer, de viva voz de los miembros de  la Comisión del Núcleo,cuáles son sus expectativas y requerimientos, ya que en la medida que se tengan los recursos se puedan mitigar esas necesidades.

Dijo estar muy complacido por la información  suministrada por la licenciada  Decxi Martínez para tratar de motivar y animar a los muchachos de escasos recursos a que se eduquen, porque "el futuro del país no está  en función de la parte económica, pero la educación sí es fundamental".

“Nosotros como ente rector  -la Universidad de Los Andes-  en esta zona andina del Occidente de Venezuela, tenemos un rol y un protagonismo importante y hasta la obligación de educar a esa población que va a sacar adelante el país en un momento”, expresó el docente.

En función de lo anterior, reiteró que su presencia en este Núcleo universitario fue en aras  de “poder fortalecer, corregir y potenciar más el programa y los números que nos mostraron de los que han  ingresado aquí son motivadores para poder seguir nosotros comprometidos, para continuar apoyando a  esos muchachos y a esas carreras que ellos quisieran estudiar”.

 

El doctor Domingo Baptista, fundador del programa FJRL en la ULA, quien permaneció  por  50 años en la universidad, desde su formación y posterior ejercicio docente hasta su partida física. (Foto: Archivos Prensa)

 

Programa “bandera” de la ULA

Al consultarle al coordinador del programa sobre los alcances de este, los recursos con los que ha contado, así como su expansión a lo largo de los años, el profesor Bongiorno refirió que hasta el período entre 2007 y 2009 los recursos para el programa provenían directamente desde laOpsu pero, a partir de esa fecha, su sostenimiento ha sido con recursos propios de la Secretaría, bajo la supervisión el profesor José María Andérez.

“El profesor Andérez no ha escatimado los esfuerzos y los recursos para apoyar el programa en su expansión. El programa ha tenido sus altos y bajos, estamos recuperando el alto, gracias a Dios tenemos un personal que optimiza y busca minimizar los gastos suntuarios. No es que tengamos más recursos sino que el compromiso de la ULA,  de sus  autoridades, a través de la Secretaría  y del profesor Andérez es que continúe este, como programa Bandera que es, incluso con proyección hacia otras universidades en Sudamérica  que lo han tomado como modelo, sobre todo en Ecuador, Chile y Colombia, y por ello no podemos desfallecer, no nos podemos parar”.

 

Miembros de la Comisión del Programa en el Táchira, en el momento del recibimiento de la última cohorte. (Archivos Prensa)

 

Expansión hacia los Andes venezolanos

Respecto al avance de este programa en los distintos Núcleos y extensiones de la universidad, el profesor Bongiorno señaló que este año se tendrá la segunda cohorte en Trujillo, ya que en dicho Núcleo “el programa empezó a implementarse en el 2015 y su expansión ha sido muy limitada por la cuestión de los recursos y del personal. El próximo año,  con el favor de Dios, lo inauguraremos en el Núcleo de El Vigía y vamos también a atender el Núcleo de Zea y el de Tovar”.

Respecto al Núcleo de El Vigía, afirmó que  “lo que vamos a hacer es la parte operativa,  no administrativa, allá no va a haber una Coordinación como aquí, en el Núcleo Táchira, para que los muchachos reciban clases, porque hay muchachos en la zona limítrofe con Táchira y con Trujillo. En Trujillo sí hay una Coordinación, igual que aquí, esa es la expansión que podemos tener, a pesar que hemos tenido solicitudes de los estudiantes de otras ciudades de Venezuela como Barinasy Apure. Pero el espíritu del programa es que el estudiante esté presente en las instalaciones de la universidad para que conozca el ambiente universitario de la ULA y luego sea mejor su integración a la universidad”.

Han logrado la inserción de mil 900 liceístas

Al hacer un recuento de los liceístas que han logrado un cupo en la ULA a través de este programa, afirmó que “se ha logrado cubrir alrededor de unos mil 900 estudiantes, quienes han logrado tener una inserción efectiva desde que el programa se inició hace 15 años, incluidas las sedes de Mérida, Táchira y Trujillo”.

El profesor Bongiorno manifestó que la aspiración de quienes dirigen este programa sería que si ingresan, por ejemplo, 850 bachilleres al programa, un año determinado, una vez cursado el mismo, se lograra la inserción de un número similar de estos alumnos a las distintas carreras de la universidad, “que todos ellos se queden”.

Sin embargo, “tenemos nuestras limitantes como el área del espacio físico, no somos una escuela, facultad, somos una pequeña Coordinación,ocupamos pocas aulas, y no podemos atender a una gran masa estudiantil, esos números son importantes  para nosotros  pero los queremos ampliar”.

En el momento actual, sostiene el coordinador del programa, “estamos recuperando los altos”, ya que, explicó,  no es constante el número de  estudiantes que van ingresando a la ULA mediante el mismo,  pero “se han estado recuperando las cifras altas, solo en Mérida el año pasado y este año se han inscrito cerca de mil 700 alumnos para cursar el programa, y entre unos 200 y 300 han conseguido el cupo en la universidad”. 

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