Enfermería: una profesión de vocación y amor
A propósito de haberse celebrado, el pasado 12 de mayo, el Día Internacional de la Enfermera, las profesionales de esta rama de la medicina que laboran en el Centro de Atención Médica Integral de la Universidad de Los Andes (Camiula) celebraron su día trabajando, pese a no contar con un salario que satisfaga sus necesidades económicas, es por ello que hoy más que nunca su profesión se ha convertido más en una vocación, en un trabajo por amor, por ese deseo del ser humano de ayudar y recibir solo la gratitud de la persona a la que ayuda, pues los sueldos de estas profesionales no alcanzan para cubrir el costo de la cesta básica de una semana, lo que obliga a muchas enfermeras a trabajar horas extras en otras instituciones privadas para compensar un poco sus gastos.
Durante muchos años las enfermeras del Camiula realizaban un operativo médico-quirúrgico durante la semana del 12 de mayo para conmemorar esta fecha y llevaban a cabo, con ayuda de los médicos cirujanos de la mencionada institución, más de 100 intervenciones en la semana, solucionando así un problema de salud de aquellas personas que no cuentan con recursos económicos para ir a una clínica o ayudando a liberar las colas que suelen presentarse en el área quirúrgica del Hospital Universitario Los Andes, pero lamentablemente la escasez de medicinas y de material médico-quirúrgico no ha permitido que durante los dos últimos años se haya podido dar continuidad a tan loable actividad. Es por ello que este año las enfermeras del Camiula solo obtuvieron la felicitación de sus más allegados, mas sin embargo algunas expresaron su satisfacción por la labor cumplida.
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Una de ellas fue Maritza Paredes, jefe del Departamento de Enfermería del Camiula, quien expreso: “Me siento muy satisfecha con mi profesión, son 25 años en el Camiula dedicada a mi profesión y he pasado por varios servicios, a mí me encanta ayudar a la gente y me gustaba mucho realizar los operativos médicos-quirúrgicos por que uno puede ayudar a muchos pacientes necesitados a mejorar sus condiciones de salud, somos muy mal pagadas, pero seguimos adelante”.
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Por su parte Ana Julia Gavidia Dávila, enfermera de Medicina General del Camiula señalo que: “El día de la enfermera es todos los días, y yo me siento orgullosa de ser ese vínculo que existe entre el médico y el paciente, porque nosotras somos el primer contacto con el paciente y esto nos hace sentir útiles, porque podemos prestar esa ayuda médica a la gente cuando la necesita. La vocación de la enfermería hay que sentirla y vivirla en el desempeño de esta maravillosa profesión que nos permite ayudar a salvar vidas humanas. A pesar de ser muy mal pagadas, realizamos nuestro trabajo con mucho amor”.
Igualmente Carolina Gámez, coordinadora de Epidemiologia del Camiula y quien tiene 29 años ejerciendo la Enfermería, manifestó: “Yo amo mi profesión y yo estudie queriendo mi profesión y la gratitud del paciente me llena mucho. Debo decir que considero que el gremio de Enfermería ha sido un poco discriminado dentro de las instituciones de salud, porque han visto a la enfermera como la ayudante del médico y realmente nosotras no somos la ayudante del médico, sino que somos la parte esencial para que un proceso dentro de una institución se dé, si la enfermera no prepara todo para que un paciente sea atendido el médico no lo puede atender, aunque eso ha cambiado mucho en los últimos años y ya no somos la mano derecha del médico sino somos un equipo de trabajo para beneficiar al paciente”.
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