“La inseguridad declara en emergencia a nuestra universidad”

Un problema indetenible

La vigilancia de la ULA trabaja día y noche en resguardo de nuestros bienes e instalaciones.  (Foto: Carlos Castro) La vigilancia de la ULA trabaja día y noche en resguardo de nuestros bienes e instalaciones. (Foto: Carlos Castro)

** Este tema ocupó nuevamente y con mayor fuerza, un debido tratamiento en el Consejo Universitario del pasado lunes, a tal punto, que la Universidad de Los Andes fue declarada en “Emergencia”, o mejor dicho, fue ratificada su emergencia, como forma de combatir esta situación irregular que vivimos todos

Solo por curiosidad me puse a revisar los temas que en forma reiterada hemos venido tratando en nuestros editoriales y como siempre, sin ninguna duda, el de la inseguridad y lo que representa para convivir en nuestros espacios con ella, para cumplir con una buena labor académica, de investigación o administrativa, ocupa el primer lugar.

Igualmente, si nos ponemos a revisar que tratamiento le da la prensa nacional al tema o cualquier encuesta que valore los problemas del país, también, los venezolanos colocan a la inseguridad sobre el desabastecimiento, la salud y cualquier otra cosa a la cual se le pudiera dar la debida importancia, es como pudieran expresar muchos de nuestros tratadistas, el cambiar el reloj mental y dar a conocer que la problemática ya no reside en aquello de que con “salud se puede estar en paz y lo demás lo podemos arreglar con nuestro esfuerzo”, ahora entonces deberíamos expresar que: “Con seguridad o una mediana seguridad podemos arreglar nuestros inconvenientes diarios y encontrar la salud y combatir el desabastecimiento”. No debe extrañar entonces la repetición del tema, ya que el mismo ocupó nuevamente y con mayor fuerza, un debido tratamiento en el Consejo Universitario del pasado lunes, a tal punto, que la casa de estudios fue declarada en “EMERGENCIA”, o mejor dicho, fue ratificada su emergencia, como forma de combatir tal flagelo.

Entonces, pudiéramos preguntarnos: ¿Está en riesgo la vida de los universitarios que cumplen con su diaria labor?, la respuesta a esta pregunta debería de dársele el calificativo de muy fácil, ya que si se declaró la universidad en emergencia, no cabe la menor duda de que la vida de sus moradores corre peligro por actos ajenos a la naturaleza para lo cual fue creada. Si ustedes se dan cuenta, he tratado de no mencionar lo ya ocurrido, porque sería caer en la eterna repetición, pero lo que viene ocurriendo pudiera o puede mejor dicho catalogarse de grave y solo medidas que pudiesen o no gustar, deberían de tomarse para evitar males mayores.

En pasados editoriales, asomábamos que solo personas especializadas en el tema pudieran asomarnos verdaderas soluciones para conseguir lo deseado, ya que en verdad la universidad pudiera tener poco personal que en base a sus conocimientos pudiera llevar a buenos resultados, y esto lo expreso, no para quitarle méritos a los que hoy en día aportan grandes esfuerzos y hasta arriesgan sus vidas en resguardarnos de tan desagradables situaciones del día a día, sino que debe tomarse en sentido positivo y verse que ello serviría como refuerzo a lo que ya poseemos y solo como una preocupación, porque en verdad, si se ha tenido como resultado una declaración de “EMERGENCIA” y hemos llegado a ello, cualquier medida que se pudiera tomar y no solo el de llenar de garitas o cerrar los espacios, no sobraría para resguardar nuestras vidas.

Así es que, no cabe la menor duda de que el problema es de todos y así lo debemos de asumir, porque realmente no es mentira de que si la casa de estudios está en “EMERGENCIA”, cada uno de nosotros también lo estamos. Prensa Vicerrectorado Administrativo ULA.