“¿Cuántos inocentes morirán para que frenen esta cacería de venezolanos?”

Habla el Rector de la ULA, Mario Bonucci

Imagen de archivo Prensa ULA Imagen de archivo Prensa ULA

El suelo venezolano se tiñó de sangre nuevamente y con la velocidad de una bala se apagó el futuro para un joven. Con el paso de los días ya se ha hecho común la pregunta “¿cuántos muertos es que van?” e incluso se ha caído en el “redondeo” de las víctimas en “alrededor de 20”. Algunos se dan a la tarea de agrupar los muertos por tendencia política y olvidan que todos fueron venezolanos y que hoy, este país, es menos feliz que ayer.

“¿Cuántos inocentes morirán para que frenen esta cacería de venezolanos?” pregunta el rector de la Universidad de Los Andes, Mario Bonucci, pocas horas después de conocerse la muerte del estudiante de la Universidad de Carabobo, Jesús Enrique Acosta, y a menos de 3 días del asesinato de Daniel Tinoco, estudiante de la UNET, en la ciudad de San Cristóbal, también con una bala. El Rector reitera la frase que lamenta haber tenido que usar ya varias veces: “la muerte de un joven es la muerte del futuro” a la vez que hace un llamado para que todos los venezolanos levanten sus voces ante la violencia, “recuerden que callar ante la injusticia es ser cómplices de ella”, dice.

Exigió investigación y justicia para cada uno de los asesinados en Venezuela, solidarizándose con los familiares de los estudiantes, de los efectivos de seguridad y de todos los ciudadanos que han sido víctimas de la violencia. “Nada repone la pérdida de un ser querido, sólo el tiempo atenúa el dolor, pero la justicia oportuna reduce las posibilidades de que estos crímenes se repitan”.

“Tarde o temprano hay que llegar al diálogo pero ¿por qué esperar?”, pregunta Mario Bonucci, reiterando la necesidad de que se den muestras de voluntad real para el diálogo y la conciliación, siendo la primera de éstas a su juicio el desarme de los grupos delincuenciales que están atacando a la sociedad venezolana en las manifestaciones pacíficas e incluso en sus hogares, “el problema más grave en este momento es que no se actúe para desarmar a estos grupos que atacan sin control a la población”, dijo, comparándolos con las SA del partido NAZI alemán o los Principi de Benito Musollini, ambos regímenes fascistas.

Mario Bonucci “el problema más grave en este momento es que no se actúe para desarmar a estos grupos que atacan sin control a la población” (LA/PrensaULA/Archivo) Mario Bonucci “el problema más grave en este momento es que no se actúe para desarmar a estos grupos que atacan sin control a la población” (LA/PrensaULA/Archivo)

El Rector continuó expresando que paulatinamente la tan mencionada división de los venezolanos ha ido cambiando. “Yo sí veo un país dividido dos partes: un sector mayoritario que quiere vivir en paz aceptando todas las diferencias políticas y otro, por suerte pequeño pero muy violento, que no lo quiere permitir”, dijo, a la vez que preguntó “¿Quien es el que tiene el poder y la responsabilidad para desarmar los grupos delincuenciales?”.

Reiteró también su postura frente al diálogo, afirmando que “faltan acciones concretas. Los problemas del país no son las barricadas sino la inseguridad, la impunidad y otros que no son atendidos”, haciendo un llamado para que se atiendan los problemas que generan las protestas y no se convierta a las protestas en un problema.

“Mientras exista impunidad para destrozar la propiedad pública y privada, para robar, agredir, violentar y amenazar sin que se actúe de manera adecuada, respetando al Estado de Derecho y condenando los delitos de manera efectiva, es muy difícil que esta espiral de violencia se acabe. Como universitario y como venezolano elevo plegarias para que los venezolanos vuelvan a vivir sin miedo”, concluyó. (NE/PrensaULA/CNP 18728)

Categorías: