Liceo Libertador creó su propia ruta ecológica

Este año los profesores del Liceo Libertador de Mérida añadieron, al ya tradicional Festival de la Ciencia, la “Ruta Ecológica de Liceos”, cuyo objetivo es que los alumnos tracen estrategias sencillas y prácticas para cuidar el ambiente como, por ejemplo, el reciclaje de desechos sólidos.

Según lo explicó la profesora Auribel Uzcátegui en el espacio radial “Aula ambiental” –conducido por la doctora Nancy de Sardi- en el 2011 se usó también el “mandala” para dar a los estudiantes de primero a cuarto año de este liceo la oportunidad de expresar sus sentimientos hacia todo lo que nos rodea mediante el color y la originalidad. Es pertinente señalar que el mandala significa círculo sagrado de sanación y representa la creación, el mundo, Dios, el ser humano y la vida.

“El ‘mandala’ –apunta Auribel Uzcátegui- tiene un significado importante como equilibrio de la energía y sanador, por eso quise usarlo como estrategia pedagógica para que los muchachos integren sus emociones y pensamientos a través del arte, en esta oportunidad relacionado con el ambiente Creamos también un aula ecológica donde mostraron la infinidad de objetos útiles y decorativos que pueden obtenerse a través del reciclaje, como floreros, zarcillos y collares”.

De hecho, los estudiantes concursaron por los tres primeros lugares en las categorías de proyecto de investigación, demostración de experimentos (en las áreas de física, química, matemáticas y biología) y mandala.

“Si tomamos en cuenta la metodología, los que más se destacaron fueron los estudiantes de tercer más año pues ellos, con la tutoría de la profesora Magdy Molina, trabajaron en el desarrollo de actividades sociales desde el punto de vista ambiental y humano, es decir, realizaron proyectos para asistir a los niños recluidos en el Sor Juana Inés de la Cruz y a las personas que viven en la calle en el sector Milla, además de la  elaboración de bolsos a partir de bolsas de plástico y el reciclaje de biopolímeros para la posterior elaboración de instrumentos de cocina”.

Los colores de los mandalas, por su parte, llenaron los pasillos del Liceo Libertador, pues cada círculo representó los sentimientos de estos jóvenes hacia el planeta Tierra y cómo conciben el deterioro ambiental y su influencia en el desarrollo y supervivencia de los seres humanos.

Ajedrez ecológico

Uno de los proyectos que más se destacó durante el Festival de la Ciencia del Liceo Libertador fue el “Ajedrez ecológico”, el cual consistió en dibujar un mural relacionado con este juego, en un sitio visible de la institución y cuyas piezas simbolizan el deber que tienen las personas de escoger su futuro.
“El lema que creamos –nos cuenta el estudiante Ramón Alberto Vega- es ‘Nuestro futuro depende de tu jugada’ y escogimos el ajedrez porque es un deporte mental, es decir, somos nosotros los que decidimos si dirigimos el planeta hacia la contaminación o hacia un ambiente sano”.