Programa Fray Juan Ramos de Lora reduce matrícula estudiantil por limitaciones presupuestarias

El Programa Fray Juan Ramos de Lora, ha iniciado los preparativos para la selección de los estudiantes que integrarán la décima cohorte del programa. La fase inicial consiste en una preselección de planteles y de estudiantes, los cuales van a ser sometidos a una encuesta socioeconómica y a una visita domiciliaria, para garantizar que su condición realmente les acredite un cupo en el programa y, posteriormente, en la Universidad de Los Andes, una vez aprobadas las etapas académicas exigidas.

El año pasado el programa recibió la mala noticia del retiro del subsidio económico que la OPSU venía asignándoles, lo que representó un descalabro para las intenciones de la comisión ejecutora de mantener una proyección ascendente de la matrícula estudiantil y el incremento del número de planteles y, poder así cubrir los cuatro sectores del estado Mérida y el estado Táchira, el cual se sumó con una extensión del programa en el núcleo universitario Pedro Rincón Gutiérrez.

“La decisión desafortunada de la OPSU, desde el año pasado, nos ha dado un golpe bajo, porque hemos tenido, de acuerdo con las conversaciones con la Secretaría de la ULA, la necesidad de detener el progreso del crecimiento matricular. La recomendación que recibimos, fue la de rebajar la matrícula en un 15 por ciento, lo cual es muy duro, ya que a muchos jóvenes de escasos recursos, ahora no se les facilitará el ingreso a la universidad”, señaló Domingo Baptista, coordinador del programa.

Los cupos del Programa Fray Juan Ramos de Lora son asignados de manera estricta, exigiéndosele a los estudiantes el cumplimiento de los requisitos, los cuales, al ser aprobados, les garantizará un cupo en la ULA, lo que ya ha sido demostrado con los alumnos que han logrado ingresar a realizar estudios en la universidad. “Fuera de eso no hay ninguna forma de cambiar esta metodología, por cuanto se trabaja con los Consejos de Facultades, que son los que designan los cupos que le van a dar al programa, junto con la OFAE y la OCRE, con lo que se demuestra la claridad del programa y no se vaya a pensar que se pueden permitir ingresos por otros caminos”, agregó el profesor Baptista.

El año pasado el programa aceptó una matrícula de mil 500 alumnos, este año ha tenido que disminuir esta cifra a mil 50 alumnos, debido a las limitaciones presupuestarias que tiene la universidad. “Es lamentable que en un momento tan difícil del país y con una población estudiantil en crecimiento progresivo, se tenga que hacer una limitación, que significa volver a secuestrarle las esperanzas y el deseo de una mejor calidad de vida a centenares de estudiantes de la región, pero no queda otro recurso, porque las cosas hay que hacerlas en función de la calidad y en esos estamos trabajando”, resaltó el profesor Baptista.

Está previsto que en el mes de enero del 2012, arranque la décima cohorte del programa con los nuevos estudiantes, el cronograma de visitas que en la actualidad están realizando, permitirá dar la cifras definitivas de estudiantes que van a ser aceptados, por los momentos se está trabajando con más de mil alumnos y esperan poder terminar este ciclo de visitas para el mes de julio.