Programa Fray Juan Ramos de Lora inició su novena cohorte con 830 estudiantes
El Programa Fray Juan Ramos de Lora dio inicio a sus actividades durante el mes de enero, con la realización del taller de Motivación al Logro, dirigido a los nuevos estudiantes que ingresaron al programa y quienes iniciaron las respectivas clases la primera semana del mes de febrero.
El programa arriba a su novena cohorte con una participación de 830 estudiantes, los cuales han sido distribuidos en 23 aulas de las diferentes escuelas y facultades de la Universidad de Los Andes, ubicadas en Medicina, Núcleo La Hechicera, Núcleo La Liria y la Facultad de Ciencias Ambientales y Forestales. Esto ha permitido alojar, en esta primera etapa académica, un numeroso grupo de estudiantes, lo que también ha implicado un incremento importante en la parte docente.
“Al principio costó un poco seleccionar a los profesores de acuerdo con su currículum, experiencia y las referencias que brindan. El programa ha llegado a un nivel de crecimiento que también incorpora a la población bachiller, además de la incorporación de otro grupo de planteles. El año pasado atendimos 36 planteles, este año estamos atendiendo 42, lo que constituye prácticamente toda la geografía merideña, que está incorporada ya al Programa Fray Juan Ramos de Lora. Esto ha significado un gran esfuerzo y hay que reconocer la labor hecha por la Secretaría de la ULA, porque tener 800 alumnos en actividad, demanda un población profesoral que en un 85 por ciento es contratada con recursos de la Secretaría”, explicó Domingo Baptista, coordinador del programa.
La Secretaría de la ULA también apoya, desde el año pasado, el desarrollo de la Residencia Fray Juan Ramos de Lora, ubicada en los Llanitos de Tabay, la cual fue montada por la Dirección de Asuntos Estudiantiles (Daes), y brinda atención a los alumnos que ingresan al programa. La Secretaría da un aporte que permite mantener la residencia y, para este 2011, esperan poder ampliar el ingreso con 10 nuevos cupos, los cuales ya se están buscando para incorporarlos. “Esto demuestra la identidad y la credibilidad de la Secretaría con el programa, lo que significa para nosotros el compromiso de responder con el trabajo, para que estos muchachos den el fruto que se debe dar”, dijo el profesor Baptista.
Es importante resaltar que la octava cohorte tuvo un rendimiento del 92 por ciento, lo cual ha llenado de orgullo tanto a la Secretaría de la ULA como a la directiva del programa, demostrando que las exigencias hechas a los estudiantes han sido las más oportunas, lo que permitirá que cuando el alumno ingrese a la universidad asuman el compromiso de ser mejores cada día y respondan a la exigencias con la calidad que se les está pidiendo.