Lluvias traen buenas expectativas a los embalses de hidroeléctricas

Venezuela es uno de los países con mayor consumo de energía eléctrica en Latinoamérica y el Caribe con 4 mil 100 kilovatios hora por habitantes (Kwh/hab), superado sólo por Trinidad y Tobago con un consumo de 4 mil 870 Kwh/hab. El menor consumo lo tiene Haití con 40 kwh/hab. A manera de comparación, podemos indicar que hay países como Colombia que tiene un consumo de 870 Kwh/hab, México con 1.630 Kwh/hab o Brasil con 1.910 Kwh/hab.

Para el doctor José Gregorio Contreras Dávila, profesor titular del Departamento de Potencia de la Escuela de Ingeniería Eléctrica de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Los Andes, también somos uno de los países con mayor grado de electrificación en la región, pues el  97 por ciento de la población dispone del servicio eléctrico. El catedrático expuso recientemente un cúmulo de datos y argumentos sobre la realidad eléctrica  nacional, en una charla que ofreció este miércoles 7 de marzo del año en curso, a los estudiantes de la Facultad de Ciencias Forestales y Ambientales de la ULA.

Señaló Contreras, que se tiene una capacidad instalada de 23 mil 154 megavatios (MW), de la cual el 35 por ciento es térmica y el 65 por ciento hidroeléctrica. La participación del consumo eléctrico nacional se divide en 33 por ciento para el sector industrial, 11 por ciento para el comercial, 10 por ciento para el oficial  y 18 por ciento para el residencial. Existe un 28 por ciento no facturado en pérdidas técnicas y no técnicas; las pérdidas no técnicas se refieren al consumo dirigido al robo de energía eléctrica.

Red nacional

El parque de generación eléctrica venezolana está dividido en plantas de generación a turbo gas, turbo vapor e hidráulica.

En turbo gas se tiene una capacidad instalada de 3 mil 362 MW, en turbo vapor 5  mil194 MW y en hidráulica 14 mil 597 MW para un total de 23 mil153 MW.  De ese total, la capacidad efectiva es de 17 mil 700 MW, lo que refleja un déficit de un poco más de 5 mil MW. Contreras señaló que ello se debe a que existen unidades fuera de servicio o en mantenimiento. Hay que resaltar que el 75 por ciento de la energía eléctrica generada proviene de la región de Guayana, el restante (25%),  se genera a lo largo de la región de los Andes y norte costera.

Existen 10 mil 523 kilómetros de líneas de transmisión a 765 kilovatios (KV), 400 Kv, 230 Kv. y 115 Kv.  A Mérida llega una línea trifásica de 115 Kv. desde la Central Hidroeléctrica Planta Páez, ubicada en la población de Altamira de Cáceres en Barinas.

Las plantas térmicas más grandes del país son Planta Centro y Tacoa. La primera ubicada en Morón, Estado Carabobo, tiene una capacidad instalada de 2 mil MW,  pero en estos momentos sólo genera 380 MW. 

La Central Térmica Josefa Joaquina Sánchez (Tacoa), ubicada en el Estado Vargas, tiene una capacidad instalada de 1.706 MW y sólo está generando 807 MW.

Region Andes

En la región de los Andes se cuenta con centrales hidroeléctricas  como Planta Páez, con una capacidad instalada de 240 MW. Actualmente dicha planta tiene una producción efectiva de 160 MW  por un período de cuatro (4) horas diarias. Esta planta está diseñada para trabajar por  este corto tiempo debido a la escasa capacidad del embalse. En el caso de la Central de San Agatón, ubicada en los límites de los estados Mérida y Táchira, se conoce que posee una capacidad instalada de 300 MW. Hoy genera 130 MW, dado los terribles efectos de la sequía.

El resto

Las otras centrales Hidroeléctricas importantes están ubicadas en Guayana. Se les conoce como Macagua I, II y III, Caruachi y Guri, las cuales aportan 9 mil 870 MW. Sólo el Guri aporta 6 mil 200 MW.
Para que el Guri genere esta potencia energética, se necesita el equivalente a mil camiones cisternas de agua cada segundo. Esta cantidad de agua, la aporta el río Carona.

Sequía y turbinas

El caudal promedio del río es de 5 mil metros cúbicos por segundo (m3/seg), no obstante, en el mes de febrero de este año (2010), el caudal del río fue de 500 m3/seg, es decir, 10 veces menor del promedio.
Para el rendimiento normal, las turbinas necesitan funcionar con 4 mil 700 M3/seg, en consecuencia, sale mucha más agua del embalse de la que entra, trayendo como consecuencia una disminución de 13 centímetros diarios del mismo.

“En el caso que continúe la sequía, para el mes de mayo, el nivel del embalse alcanzaría la cota mínima de 240 metros sobre el nivel del mar, lo que obligaría a cerrar ocho (8) de sus turbinas, generando un recorte de alrededor de 5 mil MW”, dijo Contreras.
 
Esta energía que no se produciría, es el equivalente al consumo de tres ciudades como Caracas, de allí que se hace necesario disminuir el consumo de electricidad a nivel nacional para evitar el colapso que se generaría en el Sistema Eléctrico Nacional. Refirió que existen expectativas de lluvias en este mes de abril a los fines de que comience a subir de nuevo el nivel de ese embalse y de los nuestros en la región andina.

“Si queremos evitar un colapso energético, toda la población debe poner su granito de arena para ahorrar energía, apaguemos las luces que no utilicemos y ajustemos los aires acondicionados”.
Recomendó que utilicemos al mínimo los equipos que necesitan calor como los secadores de cabello, planchas, secadoras de ropa  y calentadores de agua.

“Nosotros, como Universidad de Los Andes, estamos concientes de la problemática y cumplimos con nuestro rol de formar profesionales capaces de contribuir a la solución de esta problemática, el profesorado en general está dispuesto a colaborar con los entes gubernamentales en todos sus niveles para la búsqueda de soluciones y planteamientos de alternativas”, finalizó ante los presentes su charla.