Se destruyen los ecosistemas de Venezuela (I)

Después de haber sido considerado uno de los 8 países biológicamente más ricos del planeta, ahora Venezuela está acabando con sus recursos naturales. En efecto, según el último informe de la FAO, nuestro País ocupa el décimo lugar en el Mundo, entre las naciones con mayor tasa de deforestación. Son 288.000 hectáreas de bosques que se eliminan cada año, para dar paso a la agricultura y a la ganadería. Eso equivale a casi 40 campos de fútbol cada hora... y significa la tumba y la quema de más de 200.000 árboles cada día.

Se ha señalado que el bienestar del pueblo justifica este destrozo. Pero esto es una clara contradicción con los principios del desarrollo sustentable. Es impresionante cómo los políticos utilizan el término “sustentable”. Esa palabra está de moda, es mediática. En su concepto original es garantizar la satisfacción de necesidades del presente sin afectar las posibilidades de las futuras generaciones, de satisfacer sus propias necesidades. Luego, hubo consenso en que la sustentabilidad es un equilibrio entre los aspectos sociales, económicos y ambientales. Ninguno de estos factores debe prevalecer u opacar a los otros.

Son muy discutibles los logros en la prosperidad colectiva de Venezuela. Según datos de FAO, en 1980 Venezuela poseía una tasa de desnutrición inferior a 5% (equivalente a la de Norteamérica y Europa); en 2003 esa tasa oscilaba entre 15 y 25% (equivalente a la de países africanos y asiáticos subdesarrollados y sin petróleo).

De los 10 países que más deforestan, Venezuela es uno de los 4 que tiene una tasa negativa de producción de alimentos. Venezuela y Brasil son los únicos 2 países que poseen una población rural inferior a 20% (en los otros 8 países es superior al 50%) y poseen un ingreso “per capita” superior a 3.000 US$/año (en los otros 8 países es inferior a 1.000 US$/año).

¿Por qué son importantes los datos de FAO? Por que es un organismo imparcial y con el más alto prestigio. De acuerdo a las estadísticas que aportan, todos los gobiernos autocalifican su gestión como maravillosa, perfecta, inigualable, paradisíaca...

¿Es eficiente el modelo de desarrollo de Venezuela? Todo indica que usamos nuestras tierras al estilo de sociedades pobres, sin cultura, ni educación. Pareciera que no hay recursos técnicos ni materiales para trabajar la tierra de manera eficaz. Se intenta aumentar la producción agropecuaria incorporando nuevos campos, en lugar de incrementar la productividad por hectárea. Hay países que han alcanzado tanta eficiencia en la producción de alimentos que sólo un 4% de la población se dedica a esa actividad, muchas tierras agrícolas se están abandonando y crece la superficie de bosques.

José Rafael Lozada (Profesor de Ecología – ULA)

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