Llaman a merideños a mantener plantas sembradas en espacios públicos del centro

    Un grupo de 22 estudiantes de las facultades de  Arquitectura y Diseño y Ciencias Forestales y Ambientales, de la Universidad de Los Andes, se acogieron al proyecto “Enriquecimiento de la Estructura Verde del Ámbito Central de Mérida”, para cumplir con la Ley de Servicio Comunitario.

    Para eso, realizaron un diagnóstico de la situación y procedieron a intervenir -mediante la siembra de plantas de jardín  y arbustos- algunas zonas de la avenida 4 del  centro de Mérida, desde la calle 19 hasta la plaza Bolívar.

    La profesora de la Facultad de Arquitectura y Diseño, María José García, tutora del proyecto, enfatizó que el propósito trasciende la parte paisajística y de embellecimiento, para abordar el problema climático, pues por todos es conocido que el centro es una de las zonas de la ciudad de Mérida más calientes, ya que está desprovista de capa verde -debido tal vez a la estrechez de sus calles- y, al aumentar las temperaturas, la falta de ésta agrava el problema. A esto se suma el cada vez mayor tránsito de vehículos.

    La propuesta es entonces sembrar especies propias e ideales para cubrir algunas paredes de verde, en balcones, terrazas y ventanas, y colocar, en sitios estratégicos, porrones con algunos tipos de arbustos que, al crecer, no sólo brinden frescura al transeúnte sino también embellezcan los espacios.

    En este sentido, se colocaron plantas de jardín en balcones y ventanas de edificios públicos y privados,  y plantas en las entradas de algunos comercios y oficinas gubernamentales. También se pretende devolver el verde a sitios como la plazoleta Colón y la Biblioteca Bolivariana.
   
    A regar plantas
   
    María José García dijo que las especies sembradas permiten un crecimiento rápido, de poco mantenimiento y se adaptan a las condiciones del casco central de Mérida, cuyas fachadas están expuestas permanentemente a los rayos del sol.

    No obstante recalcó, que el hecho de que sean de bajo mantenimiento no significa que se puedan dejar abandonas sin el cuidado debido. Para garantizar el éxito del proyecto, y evitar que ocurra lo que pasó con una primera experiencia similar en el sector del parque Las Heroínas –en donde murieron las plantas por falta de riego- previamente los estudiantes y sus tutores “sembraron” conciencia entre representantes de los entes públicos, dueños y empleados de los comercios, y vecinos de las casas y edificios de apartamentos a intervenir. También mediante charlas y distribución de folletos se les brindó información sobre los alcances de este programa, el tipo de especies que se iban a colocar y cómo darles el mantenimiento adecuado.

    La estudiante de Arquitectura, Rosibel Escalona, dijo sentirse entusiasmada con el proyecto. Agregó que, lo escogió -junto con sus compañeros-, pues tiene plena conciencia de las consecuencias que el cambio climático tiene sobre el planeta y, en nuestro caso, en la ciudad de Mérida.

    “No basta decir que tenemos que cuidar el ambiente, sino que tenemos que enseñar a la colectividad, con hechos, cómo hacerlo. Con esta siembra estamos educando a la comunidad sobre qué y cómo podemos aportar  para devolver a Mérida, por lo menos en un pequeño porcentaje, el clima agradable que el centro de la ciudad tenía hasta hace pocos años, y el cual se ha ido perdiendo”.

    La profesora Maritza Rangel, también de la Facultad de Arquitectura y Diseño, y coordinadora del proyecto, dijo que la idea es que cada semestre, un nuevo grupo de estudiantes del servicio comunitario se integre a esta propuesta para darle continuidad y mantener la siembra en otras zonas del casco central, sin embargo, señaló que se requieren recursos.

    Dijo que hasta ahora el proyecto ha contado con dineros aportados por la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación y apoyos de la Corporación Merideña de Turismo, el Jardín Botánico de la ULA, Misión Bucare y viveros privados, pero, indicó, se van a tocar las puertas de más entes públicos y privados para garantizar su continuidad.

    Por ejemplo, el legislador Ricardo Guerrero, presidente de la Comisión de Ambiente del Consejo Legislativo del Estado Mérida -cuya sede fue una de las intervenidas- ve este proyecto como una buena iniciativa, y está dispuesto a seguir dándole apoyo, gestionando ante otros organismos, como la Misión Árbol, ayuda en pro de un mejor ambiente para Mérida.