Rector: Gobierno asigna “miserias” a la ULA para gastos de funcionamiento

Los recursos que llegaron a la Universidad de Los Andes, vía crédito adicional para gastos de funcionamiento, fueron el centro de una larga discusión para su distribución entre las dependencias, proyecto y otras necesidades apremiantes. Este nuevo debate se escenificó este lunes 31 de octubre  en el desarrollo del Consejo Universitario.

59,4 millones de bolívares fuertes suman la cantidad que fue enviada a esta casa de estudios.  Solo llegó asignación crediticia del mes de septiembre  por la suma de 38,4 millones y octubre que fueron 20 millones.  Vale la pena contrastar que para cada uno de los cuatros meses (enero, febrero, marzo y abril)  iniciales del año 2016, se asignaron 78,4 millones.  Esto significa una degradación en la asignación tanto para el mes de septiembre y mayor disminución para el mes de octubre del año en curso.

Lo insólito es que para los meses de mayo, junio, julio y agosto, la ULA no recibió recursos algunos para los efectos de gastos de funcionamiento.  Cuando se suma lo que se debió recibir a razón de cada mes y en proporción anual, a la ULA apenas le fue asignado un 12 por ciento de todo el monto que correspondería para gastos de funcionamiento.  

El gastos de funcionamiento de la Universidad de Los Andes, es el recurso invertido en la compra de reactivo, equipos, papelería, materiales de limpieza, apoyo de viático, prácticas de campo, alquileres, servicios básicos, en pocas palabras, lo que mueve la actividad académica y administrativa de la institución.

Es importante discriminar que el presupuesto universitario de distribuye en tres grandes componentes: Sueldos y Salarios, Providencias Estudiantiles y Gasto de Funcionamiento. 

Cuando hacemos una retrospectiva de las asignaciones develamos la gravedad del caso frente a la galopante inflación. Para el año 2014 la ULA recibió 137 millones de bolívares frente a 9 meses presupuestado en gastos de funcionamiento. Para el año 2015 se tenían 6 meses presupuestados y solo se recibieron 79,3 millones. Ya para este año 2016 lo pautado en presupuesto para iguales fines abarcó apenas a 4 meses y apenas llegaron 59,4 millones. 

“Cuando el gobierno te envía  tan poco dinero y te obliga a distribuir estas sumas miserables, simplemente afloran problemas, pues muchas dependencias no podrían ser atendidas ni total ni parcialmente” refirió el rector Mario Bonucci´.

Decidir cómo gastar fue fruto de discusiones e intervenciones, donde se ratificó el maltrato del gobierno hacia las universidades en materia presupuestaria. Fue así como se garantizó recursos para el Bioterio que en estos momentos es el único que queda en Venezuela y que cría animales destinados a la investigación. Una cantidad para el sector académico y el intercambio científico, para el equipamiento de los bomberos universitarios en materias de suministros de atención de la salud. Del restante se le asignó un 65 por ciento a las facultades y un 35 por ciento a las dependencias centrales como apoyo a la academia. 

“Cuando no se tiene dinero para funcionar, para crear conocimiento y para hacer academia, sencillamente  se están violando los derechos humanos”  ratificó la autoridad de la ULA./Foto:Archivo Prensa ULA

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