Huizzi: “Una Cadivi eficiente en la cesión de dólares a 4.30 podría hacer bajar los precios de muchos productos”
Una vez sentida la cruda realidad como un choque frontal con una pared infranqueable, el Ejecutivo Nacional, finalmente decide lanzarse a la modificación de la paridad cambiaria.
La verdad es que el plantel administrador de las arcas del país, no había sido capaz de asimilar el impacto que iba a tener la crisis financiera internacional y los indicadores macroeconómicos del año 2009 sobre la economía venezolana.
Es importante recordar que los gestores de la política económica venezolana (Banco Central de Venezuela, Ministerio de Finanzas) señalaron que la economía venezolana gozaba de cierto nivel de invulnerabilidad ante la crisis financiera global en decurso.
No obstante, al revisar los resultados del informe final del Banco Central de Venezuela, se puede ver que se cayó en el peor de los escenarios para un país.
El decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad de Los Andes, profesor Raúl Huizzi, nos ofreció la visión institucional sobre esta decisión que ha convulsionado el panorama económico e inflacionario de Venezuela.
“La revisión de este informe nos orienta a determinar que caímos en una etapa de recesión de la economía junto a un proceso inflacionario importante. La economía venezolana terminó el año 2009 con una caída del producto interno bruto de 2.9 por ciento. En términos per cápita, es una caída brutal. Le adicionamos el proceso inflacionario que cerró cercano al 26 por ciento”.
Noticias de devaluación
Huizzi destacó que en el mes de noviembre del 2009, el Ejecutivo Nacional, en su propuesta de presupuesto, en ningún momento vislumbró la devaluación como una línea a seguir para cubrir necesidades fiscales del Ejecutivo. Fue este 8 de enero cuando sorpresivamente los venezolanos recibimos la noticia de la decisión gubernamental.
“El propósito del gobierno es hacer los ajustes necesarios en un tipo de cambio que estaba rezagado (2,15 Bs.) frente al desarrollo inflacionario de los últimos años. Se había diferido, porque el gobierno sabe perfectamente que la devaluación tiene un efecto perverso en el corto plazo sobre la calidad de vida de la población”.
Volviendo a las perspectivas que manejaba el gobierno para este año 2010, destacamos que el mismo se planteaba mantener el régimen cambiario de 2.150 Bs., que la economía iba a tener un incipiente crecimiento, un cálculo de 40 dólares el barril de petróleo en el presupuesto nacional, más una meta de inflación del 20 por ciento.
“Frente a estas expectativas, la instrumentación de un sistema de cambio dual lo que hizo fue trastocar por completo el sistema macroeconómico del país. La implementación de un dólar a 2,60 Bs. que se destinará a bienes prioritarios y el dólar petrolero a 4,30 Bs. que cubriría gastos en otros órdenes de consumo e importación. Por eso es que se señala que no es creíble que el impacto de la devaluación va a tener un efecto de 3 o 5 puntos sobre el efecto de inflación. los mayores procesos inflacionarios en Venezuela están asociados a decisiones sobre devaluación”.
Viernes negro
Haciendo un poco de historia contemporánea, podemos recordar que en el año 1982 (Gobierno Herrera) se rompe la luna de miel de casi 20 años de estabilidad, cuando se modifica el sistema cambiario (casualmente estaba a 4,30 Bs, el dólar). En el año 89 el presidente Pérez anuncia un programa de ajustes, dada las exigencias del Fondo Monetario Internacional, que pidió liberación del tipo cambiario. Más tarde, en el año 1996, el presidente Caldera, aplica la Agenda Venezuela, en la cual también se aplica una nueva liberación del proceso cambiario, lo que generó una inflación cercana al 100 por ciento.
“No es casual que este año tengamos un nivel de inflación apreciable que, en todo caso, dependerá de la agilidad que la Comisión de Administración de Divisas, Cadivi, tenga en la cesión de los dólares a 4,30 para las importaciones mayúsculas de los sectores de construcción, automotriz, comunicaciones, tecnologías, etc.”.
Huizzi aseveró que en todo caso, habrá un tercer dólar, el permuta. En este sentido el Banco Central de Venezuela está decidido a intervenir masivamente en la economía para el control de este tercer dólar, que ha oscilado por encima del nuevo rango a 4,30 Bs.
“Si el Estado fuera lo suficientemente eficiente, en la asignación de dólares a todos los sectores que lo demanden para las importaciones, pues se podría pensar incluso, en una hipotética disminución de los precios de muchos productos en la economía venezolana”.
Aparato productivoFinalmente el decano de Faces indicó que, si las políticas cambiarias, no van acompañadas de otras líneas macroeconómicas, pues no va a cumplir el propósito pautado, que es promover la exportaciones. Lo que es una realidad, palpada desde los años 80, es que las políticas cambiarias por sí solas, no estimulan el aparato productivo. Este aparato requiere una fuerte participación del sector privado, pero este sector aspira garantías claras en las reglas del juego para la inversión.
“Si esto no se da, habrá serias dificultades, desde el punto de vista de la escasez, como un elemento adicional de inflación. Ya el salario nominal sufre una caída cuando promediamos entre los dos tipo de dólares”.
En el corto plazo, el único ganador de la devaluación es el gobierno, porque percibirá más recursos a razón del dólar petrolero, y en un año electoral, se presume habrá una expansión del gasto público en la economía venezolana, tal y como siempre ha ocurrido en los ciclos políticos.