NÚCLEO TÁCHIRA IMPULSÓ SEMINARIO SOBRE SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
Durante cuatro días estuvieron reunidos investigadores de Venezuela y España, para debatir en torno a la relación entre la universidad y la sociedad del conocimiento, evento que tomó en cuenta la actual coyuntura de crisis económica internacional.
De acuerdo a lo expresado por la coordinadora de la Comisión Curricular y organizadora del evento, profesora Marleny Kendler, los núcleos temáticos que fueron tratados durante las conferencias y talleres dictados, versaron sobre el docente universitario y la sociedad del conocimiento, los nuevos retos del docente, educar en competencias, calidad educativa en una sociedad en crisis y, finalmente, la universidad, la crisis y su interrelación con la docencia y el aprendizaje.
En la conferencia que dio apertura al evento, dictada por el doctor Luis Fernando Valero Iglesias, de la Universidad Rovira i Virgili, de Tarragona, España, el catedrático español indicó, entre otras ideas, que la universidad necesita reconvertirse en una serie de aspectos nuevos porque “por primera vez en la historia de la humanidad, el saber no está solo en la universidad sino en la red, a la vez que tenemos una sociedad en la que lo que produce riqueza ya no es el carbón, ni el petróleo, ni el acero, sino precisamente el conocimiento”. Al ser global, todo el mundo tiene la posibilidad de participar en esa sociedad del conocimiento.
Por lo tanto, la universidad debe reajustar ¿cuál es su papel en esta nueva sociedad e intentar ajustar algunos aspectos relacionados con la economía, puesto que ésta no es sólo productiva sino especulativa y financiera, y precisamente es el conocimiento en sí mismo es el que la genera. Por lo tanto, la universidad debe entrar con calidad y con control en esa nueva sociedad. Pero los controles están pervertidos –señaló los casos de grandes conglomerados empresariales estadounidenses que a pesar de estar aparentemente controlados, cayeron como piezas de dominó durante la crisis financiera del año pasado- por tanto, se debe buscar una relación nueva.
Recomendó que la universidad más que por objetivos, debe trabajar por competencias, pero “esta palabra es muy perversa dado que precisamente su origen es competir”. El experto se pregunta: “¿eso es lo que queremos hacer en la universidad, competir en el mercado? o saber dónde queremos ir, cómo y con quien?”.
Creatividad y TIC´s
Por su parte, el doctor Enrique Guerrero, docente de la ULA y la UPEL, quien presentó una ponencia sobre “creatividad, TIC’s y contexto”, señaló que “la tecnología llegó para quedarse, eso lo sabemos desde hace mucho tiempo. El asunto es preparar a los docentes para su correcto uso. Se trata de lograr muchas prácticas, técnicas y habilidades para desarrollar un verdadero aprendizaje significativo. No llegar a poner una laptop o unas diapositivas, “realmente la creatividad está muy vinculada a lo que son las tecnologías. Si las usamos de manera correcta, obtenemos muchos beneficios”.
Para entender la definición de “creatividad” recomendó que se trata de tomar lo que tenemos para mejorarlo, este término viene del latín y quiere decir “hacer”, pero generalmente le damos connotaciones difíciles, además que esta palabra tiene otras connotaciones políticas, filosóficas y religiosas. “Los docentes debemos tomar lo que ya está y mejorarlo”.
Respecto a la “innovación” y su relación con la creatividad, el primer término aludiría a “mejorar lo que ya tenemos” para lograr que las aptitudes de los estudiantes sean tomados en cuenta para que su aprendizaje sea significativo.
El evento fue organizado por el Vicerrectorado, las coordinaciones Académica, Administrativa, de Secretaría y la Comisión Curricular. Intervinieron como conferencistas docentes de la ULA, UNET, UPEL y la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, España.
En el panel de apertura del evento estuvieron presentes por las autoridades los profesores Omar Pérez Díaz y Luz Marina Maldonado, coordinadores Administrativo y de Extensión. Por la organización del evento los profesores Marlene Kendler y Enrique Guerrero, así como el doctor Luis Fernando Valero Iglesias por la Universidad Rovira i Virgili.