COMUNIDAD DE LA ULA RECHAZÓ AMENAZAS DE MUERTE CONTRA AUTORIDADES
A primera hora de la mañana de este lunes 30 de noviembre del 2009, miembros de la comunidad docente, administrativa, obrera y estudiantil de la Universidad de Los Andes, se pronunciaron en defensa de la institución, a razón de los continuos ataques, atentados y vejación moral, que viene sufriendo tanto el patrimonio arquitectónico y sus bienes, como las autoridades y directores de dependencias.
Las personas apostadas en el hall del Edificio Central del Rectorado, rechazaron las acciones que, de manera sistemática y planificada, vienen perpetrando grupos del eje del crimen, interesados en crear un clima de desestabilización, escondiéndose tras la fachada de la capucha, la oscuridad de la noche y las amenazas de muerte anónimas.
Momentos antes de iniciarse el Consejo Universitario, pautado la hoy lunes, el rector de la ULA, Mario Bonucci, acompañó a las personas que se sumaron a la protesta, para exigir mano dura de la justicia así como la oportuna acción de los cuerpos de seguridad del estado.
El Rector dijo que acudieron a diferentes organismos y hasta el día de hoy no se ha recibido respuesta, ni llamada alguna.
“Aún tenemos acordonado el estacionamiento en donde lanzaron las molotov para provocar la deflagración de los vehículos, con el riesgo de explosión de las bombonas de gas que están a escasos tres metros, y que usan en la Facultad de Odontología. Ante el estado de indefensión de la universidad, debemos cerrar filas, hombres y mujeres para su defensa y lograr el clima de paz que ha caracterizado a esta casa de estudios”, dijo el Rector.
La autoridad aseveró que el grupo violento está conformado por pocas personas, y que al analizar los hechos desde el 19 de octubre de este año hasta el presente día, se sustraen elementos y evidencias que los relacionan.
Varios de los presentes expresaron preocupación ante la omisión que hasta el momento han demostrado las autoridades a quienes compete investigar y castigar estos hechos, dijeron que esta realidad sólo refuerza el clima de impunidad y crea una percepción muy particular de parte de la gente ante el problema.