“DENNOS EL MINISTERIO DE ECONOMIA Y FINANZAS Y PONDREMOS A ANDAR EL PAIS”

Mientras los expertos insisten en que el gobierno continúa postergando la aplicación de medidas económicas que permitan flexibilizar los efectos de la crisis global, los estudiantes de Economía de las diferentes universidades públicas y privadas del país, lanzaron un llamado al Presidente de la República Bolivariana de Venezuela,  con el objetivo de que les entregue, por un tiempo prudencial, la gestión del Ministerio de Economía y Finanzas.

El Primer Encuentro Nacional de Estudiantes Universitarios de Economía, realizado en la ciudad de Mérida, el pasado mes de octubre,  fue epicentro de ideas y propuestas académicas, para visionar a un país encaminado por la senda correcta de las políticas económicas, de acuerdo con lo que los mismos participantes expresaron.

José Luis Betancourt, estudiante del sexto semestre de Economía de la Universidad Central de Venezuela, y actual presidente del Centro de Estudiantes de esta escuela, pertenece a un grupo de avanzada que le está poniendo el dedo a las teclas de los aspectos y problemas económicos. Dijo que están haciendo un seguimiento al comportamiento de los precios.

“Los precios que vemos en los productos, no son capricho de alguien que decide ponerlos, así por así. Los precios son producto de una dinámica que se presentan dentro de la sociedad y responde a las políticas económicas que se imparten desde el gobierno, al desconocer cómo funcionan las empresas y cuál es la interacción de los diferentes agentes dentro de un mercado”.

Ante la versión insistente de parte del gobierno de que existe canibalismo de precios dentro del sector productor y empresarial y que el consumidor es el afectado directo, también prevalece la del sector económico que ratifica la falta de claridad de parte del gobierno en cuanto a planes contundentes, cesión de divisas de manera oportuna, expropiación compulsiva, entre otras .
Al respecto el joven Betancourt está claro en que el Estado tiene un rol que cumplir en cuanto a planificar y regular, pues son elementos sencillos de aplicar.

 “En el caso del rol regulador, se deben tomar en cuenta los fundamentos de la teoría económica, que son conceptos básicos, eso se ve en el tercer semestre de la carrera de Economía. Para aplicar las regulaciones hay que saber las características de la industria, sus costos de producción, sus funciones de producción y la realidad del mercado. Cuando se regula bajo estos parámetros, se puede lograr una mejor funcionalidad de la empresa y mayores beneficios para el propio consumidor”.

Cambios en el gabinete

Sin ánimos de pretensión  alguna, en cuanto  a capacidad y eficiencia de estos muchachos, la hipótesis de sustituir el gabinete económico actual, por un equipo de estudiantes aventajados de economía, es un reto con  pies y cerebro.

Aunque Betancourt admita que están capacitados para asumir este reto, en el caso que se les concediera la oportunidad, es reflexivo en cuanto a que el país tiene lumbreras suficientes en el campo de la economía para enderezar los entuertos.

“Lo que sí soy capaz de decir es que, quienes apenas estamos en pregrado, tenemos planteamiento y conocimientos que parecen ser de mayor envergadura que quienes  ahora están timoneando las corrientes y las políticas públicas en el país.  Que se entienda que se está jugando con el bienestar y con la vida de mucha gente”.

Por su parte, otro joven, a punto de estrenar título de economista en la UCV, Aaron Vivas, cursante del décimo semestre, y quien está empapado de la teoría económica y capacitado para contrastarla con la realidad del país, gesta una lista de ideas.

El hecho de que al estudiantado se le asigne temporalmente la responsabilidad de gestionar las políticas económicas, le da valor al necesario relevo del cual dispone el país. 
“El caso es que la juventud preparada y con acento renovador, no tiene miedo a innovar y asumir políticas audaces, o simplemente afrontar las que se vociferan pero que nunca se aplican”.

Vivas dijo que hay situaciones tan claras que ameritarían medidas a corto plazo, como por ejemplo la flexibilización del tipo de cambios y el otorgamiento de divisas. También mencionó la liberación del precio de muchos artículos que están ahorcando al sector productor. No obstante nada de esto avanza a razón de hacer brillar circunstancialmente a un paradigma político.

“Otra propuesta que tenemos es una coordinación coherente entre las políticas fiscales y monetarias. En la de hoy día se le da acento a una y se le resta eficacia a la otra. Planificación eficiente es lo que hace falta en estos momentos”.

Aplicar y esperar
La desigualdad social acentuada en esta década y la escasez de audacia en el sentido de políticas acertadas, sólo está profundizando la crisis en los hogares venezolanos.
Para estos futuros líderes, el desequilibrio de la economía venezolana es inmenso, razón por la cual aplicar políticas de carácter urgente, o “medidas de  shock”, podrían causar efectos nada halagadores en los sectores más empobrecidos.
Lo ideal es aplicar medidas a mediano y largo plazo, que sean sustentables para cambiar la estructura económica y productiva del país.

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