El doctor Roal Gómez, coordinador del Postgrado de la Unidad de Endocrinología, del Instituto Autónomo Hospital Universitario Los Andes (Iahula), denunció que la mencionada unidad, se encuentra en una situación lamentable. El galeno dijo que la infraestructura no está del todo operativa porque, desde hace dos años, los consultorios, baños y pasillos, presentan filtraciones y por tal motivo han tenido que ser inhabilitadas esas áreas.

Así mismo, manifestó que los médicos de la mencionada unidad han pasado varias cartas a la Dirección y al Departamento de Mantenimiento del Iahula y hasta la fecha no han recibido ninguna respuesta. Puntualizó que se han generado cortocircuitos en varios consultorios, áreas de aseo y baños, lo que los ha llevado a que en los actuales momentos no tengan electricidad. Del mismo modo dio a conocer que el personal de la Estación Eléctrica, evaluó la infraestructura de la unidad, y argumentó que es muy probable que sigan las fallas eléctricas lo que pueda resultar en un incendio en el área de Mezzanina. Del mismo modo, indicó que los Servicios de Nefrología y Oftalmología, están en las mismas condiciones. 

Con respecto a las consultas, indicó que tiempo atrás se atendían 80 pacientes diarios y actualmente sólo se atiende un tercio de estos y, en cuanto a los laboratorios, señaló que no se está haciendo ningún tipo de hormonas porque no hay reactivos para realizarlas.

Agregó que según las estadísticas que manejan los laboratorios, en el año 2012 se recogieron 25 mil muestras, de las cuales únicamente 3 mil eran hormonas. Por tal situación la recolección de muestras de laboratorio ha ido disminuyendo y en la actualidad no se realiza ninguna. Hoy día los pacientes se ven obligados acudir a laboratorios privados.

Para finalizar, se refirió a los pacientes que ameritan tratamiento con Terapia de Yodo Radioactivo, en relación a ello dijo: “Hace más de un año no hay en el hospital Yodo Radioactivo y existe una lista de 30 pacientes que lo ameritan. 14 de ellos son de alto riesgo, eso significa que han tenido metástasis o probabilidades de que vuelva a resurgir la enfermedad. Esos pacientes tienen un año en espera para la Terapia con Yodo; recibirlo de manera privada en Venezuela es muy costoso y el tratamiento debe pagarse en dólares. Eso refleja lo gratuita que es la medicina en el país”, ironizó para concluir.