Concurso Internacional de Ensayo “Mariano Picón Salas” reconoce labor de investigación del profesor Arnaldo Valero

Diez años de ardua labor de investigación académica rindieron sus frutos para el profesor Arnaldo Valero, profesor de la Facultad de Humanidades y Educación, quien resultó ganador de la VII Edición del Concurso Internacional de Ensayo Mariano Picón Salas, convocado por el CELARG.

Con su libro titulado “Canciones de fuego negro. Del reggae a la poesía dub”, Valero se hizo acreedor de la edición de este premio con la aprobación unánime del jurado evaluador, el cual  calificó el manuscrito ganador de la siguiente manera: “se trata de un trabajo que aborda, desde una perspectiva multidisciplinaria compleja, la peculiar experiencia del mundo de la música popular caribeña con su potente carga de denuncia social y de planteamientos de reivindicación histórica y política (…) uno de los aspectos más inspiradores de este ensayo es la exploración subjetiva de novedosas correspondencias entre el mundo de la música y el mundo de la poesía, mostrando cómo confluyen los ritmos y relatos de la cotidianidad del sujeto subalterno antillano con las obras de los más altos creadores de la palabra poética. De este modo, cultores del reggae o de la poesía dub, como  Bob Marley o Linton Kwesi Johnson, dialogan con poetas consagrados como Derek Walcott y Aimé Césaire. Se debe resaltar, al mismo tiempo, que la rigurosidad del corpus referencial utilizado no obstaculiza el despliegue de una prosa seductora, fluida, en la que no se pierde la gracia ensayística de la intuición”. 

[caption]El profesor e investigador de la Universidad de Los Andes; Arnaldo Valero; ganador de la edición 2015 de este reconocimiento

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Tras conocer el resultado que lo distinguió entre otros 53 participantes, el profesor e investigador, miembro del Instituto de Investigaciones Literarias  “Gonzalo Picón Febres” de la Universidad de Los Andes, catalogó el proceso de investigación que culminó en el libro como algo desafiante desde el punto de vista intelectual, debido a la complejidad del corpus que, en sus palabras, “vendría a ser un claro ejemplo de lo que Néstor García Canclini ha catalogado como culturas híbridas, es decir, una expresión cultural donde confluyen lo popular, lo ilustrado y lo masivo”.

Honor a quien honor merece

El trabajo realizado por Valero tiene sus orígenes en el Instituto de Investigaciones Literarias “Gonzalo Picón Febres”, dependencia académica a la que agradece pertenecer.

“Mi trabajo fue posible porque formo parte del Instituto de Investigaciones Literarias, donde tengo colegas de muy alto nivel académico, como Juan Molina, Álvaro Contreras, Carmen Díaz Orozco y Maén Puerta, todos ellos con formación doctoral. Además, en el Instituto hay una dinámica muy estimulante, que se mantiene debido al hecho de que todos los años realizamos un encuentro de investigadores cuya meta siempre ha sido crear un espacio para el diálogo, donde investigadores y catedráticos, no sólo de Venezuela, sino también de otros países, como Julio Ramos, tenemos la oportunidad de nutrirnos en distintos aspectos”, señaló el profesor de la Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad de Los Andes.

Para el investigador, el manuscrito favorecido de forma unánime por los miembros del jurado “nació de los apuntes para dar clases en la Facultad o en el propedéutico de la Maestría, es decir,  es el resultado del vínculo que he cultivado entre investigación y docencia, que vendría a ser la manera como ejerzo la producción del conocimiento en el seno de la institución a la que pertenezco. En pocas palabras, mi trabajo sería inconcebible sin la existencia de la Universidad Autónoma”.

La Universidad como salida

Arnaldo Valero se mostró agradecido con la Universidad que ha respaldado su trabajo y formación académica. Foto:cortesía Internet

Para nadie es un secreto los tiempos difíciles que atraviesan las universidades autónomas, así como el poco incentivo que se hace a la investigación humanística, por parte del Ejecutivo Nacional, sin embargo, para Valero, la salida a la crisis está en la misma Universidad, por lo que se mantiene dando sus clases con mística y agradecimiento a la institución que le brindó una oportunidad de formación de calidad como la que posee. 

“Yo continúo en la Universidad porque creo que la salvación para el país está en ella. La salida a la grave crisis en la que está el país solamente puede ser concebida en  el seno de un espacio como lo es la Universidad, donde hay especialistas que tienen una clara conciencia de lo que es la investigación y que, además, están altamente familiarizados con modelos educativos, políticos y económicos socialmente progresivos”.

Mostró como un ejemplo la labor que se hace a lo interno de las universidades, haciendo mención a los Premios Polar 2015, donde tres de los cinco ganadores, son profesores e investigadores de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Los Andes. “Esto es una prueba puntual de cómo las respuestas o las personas que realmente pueden proponer un proyecto alternativo para resolver la crisis por la que está pasando todo el país están en la Universidad”. 

Siendo un ejemplo para sus alumnos y quienes ven un futuro en la Universidad, reconoció que le debe todo a la Universidad de los Andes. “Yo le debo todo lo que soy a la Universidad. Si se revisa mi biografía, se verá que yo provengo de una familia muy humilde, pero soy un catedrático universitario con estudios de postgrado gracias a la ULA, gracias a que en la Universidad Autónoma siempre ha habido una política de inclusión para todos los venezolanos. Provengo de  “Santa Elena”, he vivido en “Los Curos”, es decir, yo formo parte de los sectores populares merideños que lograron formarse y especializarse gracias a la ULA. Yo estoy aquí porque en buena medida me siento comprometido, siento que tengo una gran deuda con esta Universidad”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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