Estudian el estado de la investigación en la ULA y en el país

Durante una conferencia dictada en el marco del I Congreso en investigación pedagógica de la ULA Táchira, fue presentada una ponencia en la clase inaugural titulada “La investigación en tiempo de crisis, el caso de la ULA” por el doctor Alejandro Gutiérrez, coordinador del CDCHTA, en la que deja entrever los principales problemas que aquejan  esta importante actividad del quehacer universitario y que mide el avance de la ciencia y la tecnología de un país.

En el inicio de ésta, el profesor Gutiérrez afirmó la  necesidad de actualización cada vez más rápida en los distintos campos del conocimiento, al tiempo de dejar clara la tendencia internacional del impulso de la investigación en el seno de grupos multidisciplinarios y a través de redes, al tiempo de establecer que el avance de la ciencia y la tecnología está circunscrita al modelo capitalista “porque hasta Cuba se ha visto en la necesidad de proteger su propiedad intelectual en materia de patentes” para asegurar algunos productos de primera línea de su producción nacional.

De igual manera precisó que la investigación para que sea relevante y tienda al avance de la sociedad en su conjunto y de la misma ciencia, “debe ser libre” al momento de cuestionar que sea un gobierno el que defina la pertinencia de determinadas líneas de conocimiento, por ello afirmó “la cátedra debe ser libre” para que atienda a las demandas de la sociedad y no de un determinado gobierno, al precisar que “no se puede investigar solo lo que le interesa al poder”.

Definió que aún en la universidad y, en general, en el país, la investigación todavía no se mueve de manera preponderante a través de grupos ni de redes, ante lo cual recomendó que “sería muy positivo que las universidades del país y de la frontera interactuaran más a través de las redes”.

El profesor Gutiérrez manifestó que el sistema nacional de innovación es un conjunto de actores en donde están presentes el gobierno, las universidades y las unidades de producción, “así está estructurado en el resto del mundo”, apuntó, mientras que en Venezuela “el Estado es el que decide qué es lo que se debe investigar a través de la LOCTI”, la cual habría sido reformada en 2010, la anterior ley, apunta, “tenía virtudes y defectos, entre las virtudes, las empresas que producían valor ayudaban a financiar el avance de la ciencia y la tecnología”.

En la actualidad, después de dicha reforma, “el Estado es el que recibe estos fondos de parte de las empresas, todo está controlado, retrocedimos”  y “el gobierno es el que dice, el Fonacyt es quien decide las áreas prioritarias  y qué se puede financiar, no hay consulta con otros actores, los fondos no siempre salen a tiempo, total, la situación es terrible”.

Decaen algunos indicadores en el país

En otra parte de su exposición, al hacer una revisión de algunos de los indicadores de productividad en la investigación del país, el coordinador del CDCHTA de la ULA indicó que  ha retrocedido la presencia del país en materia de publicación de  artículos y  revistas científicas, de acuerdo con lo que muestran algunos índices que miden este tipo de indicadores.

Es así como, por ejemplo, al revisar índices y medidores como  Science Citation Index y  Scimago Ranking, entre otros, mientras que en el año 2008 se encontraban 1.400 artículos de investigadores del país en publicaciones altamente reconocidas, en el año 2013 esta presencia decayó a apenas 969 artículos, de igual modo en cuanto a producción de revistas científicas Venezuela ocupaba el lugar 61 en el plano internacional,  mientras que en el año 2014 el lugar de la productividad de revistas científicas del país cae al puesto número 92.

Otro indicador apunta a que las revistas del país están colocadas en el tercero y cuatro cuadril (lugares inferiores) en la publicación de artículos en publicaciones altamente destacadas en el nivel internacional cuyos articulistas son reconocidos con importantes erogaciones económicas, lugar en que los científicos venezolanos no pueden competir con sus pares porque no hay instituciones que puedan financiar la publicación de estos artículos.

Destaca como algo paradógico el fundador del Centro de Investigaciones Agroalimentarias, CIAAL, el hecho de que haya aumentado la presencia en el país de investigadores acreditados como investigadores e innovadores por la Oficina Nacional de Ciencia y Tecnología, ONCTI, en las últimas convocatorias,  sin embargo, habría decaído la presencia del país en los indicadores de productividad anteriormente mencionados.

Ello tendría que ver, a su manera de ver, con  que muchos de los investigadores que anteriormente eran altamente acreditados a través del PPI nacional con el antiguo baremo, cuyo baremo actual “no mide exactamente la productividad sino que tiene un componente ideológico” en virtud de lo cual científicos de destacada trayectoria actualmente no estarían participando en este tipo de acreditaciones por considerar que en las actuales mediciones habría “falta de transparencia”, al tiempo que muchos de estos investigadores se estarían jubilando e incluso se estarían yendo fuera del país en busca de otras oportunidades.

Además de este panorama, el profesor Gutiérrez señala que ha decaído también en el país el registro de patentes, que precisamente reserva los derechos de los inventores de los nuevos productos provenientes de la investigación científica.

La investigación en la ULA

El coordinador del CDCHTA señala que solo hay tres universidades del país, entre ellas la ULA, que pueden financiar la investigación en el seno de la universidad de manera directa, sin embargo, advierte, “no se puede hacer ciencia y tecnología a lo interno” con escasez de recursos para seminarios, revistas, mantenimiento de equipos y  suministros, entre otras necesidades.

El docente e investigador sostiene que la investigación al interior de la ULA está concentrada básicamente en 5 facultades o dependencias, como serían Ciencias, Humanidades, Ingeniería, Farmacia y el Núcleo Universitario de Trujillo, NURR, los cuales repuntan en cuanto a número de investigadores y proyectos.

El número de proyectos, señala el profesor Gutiérrez ha decaído en las últimas mediciones, debido a la saturación de los docentes en la actividad pedagógica –aulas de clase-, a las bajas remuneraciones percibidas por éstos que les hacen buscar otras fuentes de recursos, trabas administrativas para la obtención de financiamiento para las proyectos y participaciones en eventos científicos, y debido a la  “fuga de investigadores”, entre otros aspectos.

En cuanto al tipo de proyectos, entre 2008 y 2013 se ha incrementado la demanda de alrededor del 20 al 40% de los que reúnen mayor financiamiento, como son los tipo A y los AA –doble A-, en la búsqueda de contar con un poco más de recursos por parte de los investigadores.

Respecto al programa de seminarios, en especial los internacionales, apuntó el docente, se ha disminuido de manera significativa la presencia de los docentes en esta importante actividad de intercambio con los pares internacionales, en virtud de los escasos montos destinados para esta actividad, la escasez de pasajes y las trabas burocráticas que han incluido hasta la firma de las autorizaciones y avales para este cometido por parte de la Vicepresidencia de la República.

Respecto al PEI de la ULA, el coordinador de investigación de la universidad apuntó que “se nos están yendo los investigadores”, al evidenciar que en el año 2011 había 1.324 investigadores reconocidos por el PEI de la ULA, cifra que en el 2013 se redujo a 1.238 investigadores acreditados, de igual modo, en materia de grupos de investigación en el último registro se obtuvo la medición de 166 ADG –grupos de investigación-, mientras que en el anterior registro, había 191 agrupaciones de investigadores en la ULA, ello, en virtud que muchos se habrían ido jubilando o abandonando esta actividad debido a la precariedad de recursos y estímulos o que se han ido del país.

Categorías: