La ULA en el tapete la inseguridad
La honda de inseguridad es de perenne situación en todas las casas de estudios y eso se debe dejar bien claro. Realmente no quisiéramos seguir hablando de inseguridad en nuestros editoriales, pero la situación nos impulsa a ello y hay que buscar soluciones cuanto antes
Como ustedes pueden ver, seguimos tratando el tema de la Inseguridad, aunque si a ello vamos: ¿Cuándo hemos estado seguros? ¡Nunca!, y en ningún sitio. Existen muchas clases de inseguridad, la que estamos padeciendo es extremadamente difícil de combatir y aún a nivel nacional o del estado, constituye un flagelo de tal magnitud que pareciera no tener solución ni salida, al menos por ahora.
Por cierto que ustedes pensaran a que me refiero cuando hablo de varias clases de inseguridad, pero no se preocupen, no hablaré de ellas en este momento, pero tampoco hay seguridad cuando desempeñar una actividad esta es frenada por elementos extraños, y que conste, no me refiero a reuniones de cuerpos colegiados en los cuales reina la inseguridad del egoísmo, zancadillas, saboteo y mala fe. Volviendo entonces a nuestro tema, o sea, a la inseguridad visual en nuestra casa de estudios, no cabe la menor duda de que la universidad sin la colaboración de los organismos del estado, simple y sencillamente es difícil de combatir.
En nuestra universidad actualmente contamos con un cuerpo de Vigilancia, que para poder defenderse en muchos casos, hace uso de su humanidad: sin armas que pudiesen utilizar ya que es de prohibición absoluta su uso en la casa del saber, sin cursos de defensa personal y carente de muchas herramientas por lo que serían presa fácil en cualquier acto criminal. Esas características conduce a pensar que como seres humanos deben preservar su vida y todo ello como resultado final conduce a ver que: estamos a la buena de Dios como lo pudiera estar cualquier Vigilante-ULA.
El Consejo Universitario preocupado por el caso ha tomado diversas decisiones las cuales trataremos de resumir. Así: en la Nº CU-1048/14, declara a la Universidad de Los Andes en emergencia en materia de seguridad y en la medida de lo posible, acuerda se restrinjan todas las actividades académicas, administrativas, culturales, deportivas, recreativas y extracurriculares después de las 6 p.m., como medida preventiva de la seguridad de toda la comunidad universitaria. En la Nº CU-1053/14, notifica que el Consejo Universitario acordó reiterar ante ese Vicerrectorado Administrativo, que el uso de los recursos no ejecutados por reposición de cargos del personal ATO, sea destinado para prevención y seguridad en la Universidad y para el servicio de Telecomunicaciones. En la Nº CU-1117-4 notifica que el Consejo Universitario acordó solicitar a ese Vicerrectorado Administrativo que preste la colaboración ¿necesaria? para que se ejecute la solicitud (la de aquellas facultades que cumplen con un horario de clases hasta altas horas de la noche, en la prestación del servicio de transporte estudiantil que traslade a los estudiantes hasta el centro de la ciudad, garantizando ¿la seguridad? de toda la comunidad estudiantil) y que junto con las unidades de transporte de las Facultades organicen operativos a los fines de solventar la situación.
Comentario final: Como se puede ver sálvese quien pueda, pero sin embargo, es fácil ver que la situación no depende de andar en bus, sino de otras medidas extremas que tarde o temprano se deberían de tomar, que aunque algunos se hagan los inocentes son ampliamente conocidas por todos. También es importante mencionar, que el martes de esta semana se realizó en la capital de la República, una reunión entre los Rectores (Averu) y el Ministro para el Poder Popular para la Educación Universitaria Jehyson Guzmán, precisamente el tema principal ya no era el del Presupuesto sino el de la Inseguridad de todas las casas de estudios superiores del país. Los graves hechos ocurridos en el Hospital Clínico en Caracas parecieran que la hubieran impulsado y por lo menos así lo reseñó la prensa nacional, cosa que no es cierto: la honda de inseguridad es de perenne situación en todas las casas de estudio y eso se debe dejar bien claro.
Realmente no quisiéramos seguir tratando de Inseguridad en nuestros editoriales, pero la situación nos impulsa a ello y hay que buscar una solución o mejor dicho, diversas soluciones. Así es que repito por segunda vez: Sálvese quien pueda. /Opinión/Manuel Aranguren/ Vicerrector Administrativo ULA.