“Violencia vivida, violencia ejercida”
PRENSA ULA-NURR/Isabel C. Matheus (Pasante C.S.) “El origen fundamental de la delincuencia en nuestro país es la falla estructural de las relaciones con la figura materna. Lo que hemos recibido desde muy pequeños, e incluso antes de nacer, es violencia de parte de la madre, y no violencia física, sino la del abandono, de ser insignificante para ella”.
Así lo aseveró Alejandro Moreno Olmedo, teólogo egresado del Seminario Salesiano Internacional, psicólogo y doctor en Ciencias Sociales de amplia trayectoria en investigación en el Centro de Investigaciones Populares (CIP), durante la conferencia “Violencia y Educación” desarrollada en marco del Congreso Internacional Presencia y Crítica, “Pluralidad de Sentidos: Los Discursos de la Educación”, realizada el pasado jueves.
El doctor Moreno Olmedo inició señalando que su discurso iba enfocado a la violencia en general y lo que tiene que ver la educación en esto. Explicó que, según los estudios que se han realizado, hay grupos de antisociales catalogados por edad: estructurales y circunstanciales.
Señaló, que dichos grupos, se encuentran conformados por niños y jóvenes en edades comprendidas entre los 11 y los 18 años y hasta más, que como adolescentes tienen un futuro acierto y por construir, muchas dudas que aclarar y, por ende, buscan la facilidad.
Sin embargo, dentro de los conceptos desarrollados, el padre Moreno Olmedo explicó que los diferentes tipos de conducta delincuencial no obedecen a la búsqueda de la superación de la pobreza familiar o personal, sino a la necesidad de adquirir respeto, sobre todo de parte de los “malandros” más jóvenes, pues a través de sus actos someten y destruyen a los demás para generar temor.
“Hay una forma matemática para medir el respeto: el número de asesinatos durante el tiempo de delincuencia que lleva. Cuanto más alto dé el resultado, mayor es el respeto que obtienen”, dijo el sociólogo.
El antisocial circunstancial
Tal y como expresó el padre salesiano Moreno Olmedo, luego de una serie de investigaciones que se llevaron a cabo para determinar los motivos que conducen a los niños a ser delincuentes, determinó que hay otro tipo de antisocial, el cual denominó “circunstancial”. Éste, a diferencia del estructural, no se origina por una mala relación familiar (en especial con la madre), al contrario, nace por el ambiente que lo rodea a partir de la adolescencia, lo que ve, lo que escucha y a lo que lo mandan en muchas ocasiones a hacer. “Se genera por la sociedad, problemas en el entorno que lo rodea o incluso con la familia, pero a partir de la adolescencia. El estructural es desde niño”, explicó.
También aseveró que dicho “malandro” puede reformarse; que es otro aspecto que lo diferencia. “Si él va a la cárcel sabe que debe mejorar su conducta para poder salir; en cambio el otro, estando en prisión empeora”. Al contrario, el estructural, de estar preso, pasaría de 25 años, según el sociólogo, pues se acomodaría a ese estilo de vida o simplemente moriría a cualquier causa para nada buena.
El origen de la delincuencia
El investigador destacó que la violencia vivida desde muy pequeños se ha convertido en la médula y en el sentido de la existencia. “La mala relación entre madre e hijo genera delincuentes, la mamá no necesariamente tiene que ser agresiva físicamente con el hijo, me refiero al abandono dentro de la casa, cuando el niño es ignorado y no tomado en cuenta para nada. Como decimos nosotros: “violencia vivida, violencia ejercida”, aseveró.
Es así como comienza a generarse la violencia desde el hogar, pasando a la escuela hasta llegar al punto de desertar en la educación: “a los 14 años poseen pistolas, algunas que otras armas y entran al mundo de los asesinos”, destacó.
Durante el Congreso Internacional de Presencia y Crítica, el doctor Alejandro Moreno Olmedo, no sólo compartió su experiencia a partir de la referida conferencia, sino con el libro “Y salimos a matar gente”, en el que se refleja el estudio del comportamiento de los delincuentes en la barriada de la parroquia Petare, en Caracas, donde reside.