Enrique Andara habló del pensamiento constituyente de EEUU
En el 5to seminario del Diplomado Derechos Humanos y Democracia que impulsa, EL Observatorio de Derechos Humanos de la Universidad de los Andes, (ULA), y que se realiza cada viernes en el Auditorio de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (Faces), el profesor Enrique Andara habló del Modelo de Estados Unidos y el papel de los padres fundadores.
El reconocido profesor de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la ULA, se refirió a los derechos humanos fundamentales que son los derechos civiles y los derechos políticos que se constituyen en la cultura occidental. Explicó sobre el nacimiento de la primera Constitución que fue la de los Estados Unidos de Norteamérica y habló de su redacción, de sus enmiendas y cómo fue el pensamiento de los padres fundadores de los Estados Unidos para defender esos derechos.
Fortalezas de la Constitución estadounidense
El profesor Andara, en su disertación se refirió al pensamiento constituyente norteamericano y expuso como ejemplo las ideas de James Madison, cuarto presidente de los Estados Unidos, denominado el Padre de la Constitución estadounidense, ya que fue uno de sus redactores y de la Carta de Derechos de los Estados Unidos.
En este sentido, dijo que Madison señala en su Constitución que cuando estaban discutiendo la estructura de gobierno para los Estados Unidos en el año 1787, empezaron con un principio básico para resolver la institucionalidad y era crear instituciones no que le dieran el mayor bienestar, sino creando instituciones que le causaran menos problemas al Estado.
Destacó el profesor Enrique Andara que las fortalezas de la Constitución estadounidense es que el gobierno le pertenece al pueblo y no a la administración de Washington, que el gobierno está siempre en el ciudadano norteamericano y que el funcionario público solamente es transitorio, así es que el presidente es el principal servidor público del ciudadano y no al revés, y esto se constituyó así para evitar el que el ciudadano esté reducido como un siervo del Estado, tal como pasa en Venezuela, porque es el ciudadano el que debe decir qué se debe hacer y el Estado es el que tiene que ejecutar.