Con productos revendidos y escasos se alimentan familias en Mérida
** Los altos precios de alimentos revendidos y la escasez afecta la nutrición de familias merideñas
Debido a la actual situación económica del país, visitamos algunos hogares merideños para conocer cómo estos mantienen sus despensas, cuáles alimentos son los que poseen y cuáles no, también queremos identificar cuál es la forma más común de adquirir sus alimentos.
En la primera visita encontramos a una madre soltera, vive con sus dos hijos, ambos son estudiantes. Tiene una despensa bien surtida, sin embargo, nos comentó que no todo el tiempo está así, en ella se pueden observar diferentes productos como harinas, arroz, pasta, salsas, aceite, sal y condimentos.
Expresó que no es fácil para ella mantener un hogar, ya que su sueldo no le alcanza para toda la comida que requiere en el hogar; además, el constante aumento en los precios le impide comprar más alimentos.
Sobre la ingesta alimentaria de su familia nos comentó que dada la situación, no pueden comer de forma sana y balanceada, ya que a veces por rendir la comida, no desayunan o no cenan y considera que tanto ella como sus hijos han bajado de peso.
En el segundo hogar, encontramos una mujer de 38 años de edad, licenciada en enfermería, quien desempeña tres trabajos relacionados con su oficio en distintos horarios; igualmente, ella es madre soltera tiene dos hijos pero solo uno vive con ella. Su reserva de comida no se encuentra muy llena. Ella indica que está esperando que le paguen la quincena para comprar comida. Se pueden observar alimentos como harinas, pastas, granos, salsas y huevos.
Expresó que pese a contar con tres empleos no puede mantener una despensa totalmente llena, por tener más gastos; también indica que para conseguir sus alimentos le es muy complicado, ya que su tiempo libre es muy limitado así que generalmente adquiere todo revendido.
Compra sus alimentos quincenalmente cuando le pagan su sueldo, va al automercado y compra lo que consigue. También dice que durante el mes compra otros alimentos que no haya conseguido en el supermercado.
Sobre la alimentación de su familia agradece a Dios que están saludables y considera que tienen una alimentación balanceada.
Y finalmente en el tercer hogar entrevistamos a un hombre de 45 años quien desempeña la labor de taxista, tiene una familia amplia con tres hijos y su esposa. En su despensa posee harinas, arroz, pasta, salsas, azúcar, aceite, granos y leche, lo cual nos indica que es lo que les queda del programa del Gobierno nacional llamado Clap, que le llegó hace más de un mes.
Para conseguir sus alimentos expresa que los compra revendidos cada vez que puede, va de comercio en comercio para ver que consigue. Afirma que su esposa también lo ayuda con los gastos del hogar.
Comenta que la alimentación de su familia ya no es tan balanceada como antes, ya que ahora no puede comprar frutas, variar las carnes y otros alimentos que ya no se consiguen o han subido mucho de precio.
Este sencillo sondeo de tres hogares merideños, permiten determinar que muchas de las familias venezolanas no cuentan con una gran variedad de alimentos en sus despensas. También se puede notar la ausencia de algunos productos como enlatados, harina de trigo, leche, cereales y azúcar, los cuales no pueden adquirir por sus costos elevados y porque no se consiguen. La situación ha adaptado a los venezolanos a comprar lo que consigue revendido y a recorrer los comercios para poder ubicarlos. Así mismo, muchas familias han cambiado drásticamente su alimentación afectando su peso y nutrición. (Patricia Espinoza / Pasante Unica)