232 años de historia para una ULA que se mantendrá siempre de pié
Este miércoles 29 de marzo de 2017 se conmemoraron 232 años de la fundación de la casa de estudios por parte de Fray Juan Ramos de Lora que con el paso del tiempo daría origen a la Universidad de Los Andes.
El rector Mario Bonucci destacó la actitud visionaria de Fray Juan Ramos de Lora quien hizo realidad un sueño creando una casa de estudios que posteriormente da origen a la Universidad de Los Andes. “Un sueño en el que miles de personas han aportado para construir lo que hoy es una de las universidades más importantes del país y de Latinoamérica, con presencia mundial”, dijo.
No obstante, la máxima autoridad de la ULA afirmó que “hoy no estamos celebrando, hoy estamos conmemorando, de pié y nunca de rodillas, porque la historia de este país y de la universidad se está escribiendo en medio de la más atroz de las crisis de toda la historia de Venezuela. Esta crisis que ocupa cada espacio de los hogares del país en sus multiples facetas de penosas necesidades, también se ha metido en las aulas, espacios universitarios, comedores estudiantiles en forma asfixiante y violenta con la intención de desetabilizarla, anularla y desaperecerla, cosa que no lograrán sus enemigos”.
Se concibe el origen de la universidad, y así ha sido aceptado durante muchos años, en el Real Colegio Seminario de San Buenaventura de Mérida, fundado el 29 de marzo de 1785 por Fray Juan Ramos de Lora. Luego de este acto fundacional, el Rey Carlos III de España oficializa el reconocimiento de la creación de este colegio y otorga la potestad de otorgar grados mayores y menores en Filosofía, Teología y Cánones.
Post independencia
En 1810 nació una universidad en el contexto del inicio del proceso emancipador merideño y venezolano, destacando el hecho de que el primer acto político de aquella Junta, después de independizar a Mérida tanto de Maracaibo como de España el 16 de septiembre de 1810, fue la autorización de que la Real Universidad de San Buenaventura de Mérida de los Caballeros iniciara sus actividades con la ampliación de las gracias conferidas por Carlos IV al Colegio Seminario, con los mismos privilegios de la Universidad de Caracas para otorgar los grados en Filosofía, Medicina, Derecho Civil, Derecho Canónico y Teología, en arreglo de sus Constituciones siguiendo los Caracas, la incorporación como catedráticos de los Doctores, Licenciados y Bachilleres de cualquiera de las Universidades de España y América residentes en el territorio del Obispado de Mérida, así como la posibilidad de que cuando existieran las condiciones se instituyeran las cátedras de Anatomía, Matemáticas, Historia Eclesiástica, Concilio, Lugares Teológicos y Sagrada Escritura.
De igual manera, la Junta disponía que el Obispo fuera el Rector nato de la nueva Universidad, quien lo delegó en el Rector del Seminario, que entonces lo era Buenaventura Arias, con la asignación de la tarea de redactar las Constituciones y en tanto ello ocurría la Universidad funcionaría con el orden y método que existía en el Colegio Seminario.
Doce miembros de la Junta Patriótica de Mérida así lo decidieron. Seis civiles, gente de la élite merideña vinculada a cargos de la administración colonial local y a funciones militares, en su mayoría propietarios urbanos y rurales. Seis eclesiásticos que ocupaban distintas posiciones de la Iglesia merideña, tres de los cuales eran catedráticos del Seminario.
Terremoto y guerras
Solamente 18 meses de funcionamiento tuvo el nuevo instituto universitario, pues el terremoto del 26 de marzo de 1812 y el recrudecimiento de la Guerra de Independencia impidieron que se pusieran en práctica aquellas y otras disposiciones de la Junta Superior Gubernativa. Transcurrirían 20 años para que Mérida volviera a contar con su Universidad, ello por decisión del gobierno de José Antonio Páez que autorizó su restablecimiento, con nuevo decreto, en 1832.
De manera que la Universidad de Los Andes debe un justo reconocimiento a aquellos hombres que formaron parte de la junta patriótica merideña que revivieron el viejo proyecto universitario.
También a su proponente el Deán Francisco Javier de Irastorza y, obviamente, como ha venido ocurriendo, a Fray Juan Ramos de Lora, cuyos institutos eclesiásticos, la Casa de Educación de 1785 y el Colegio Seminario de 1787, fueron el origen y antecedente inmediato de la verdadera fundación de nuestra Alma Mater que, naciendo con el nombre de Real Universidad de San Buenaventura de Mérida de los Caballeros en 1810, fue denominada a partir de 1832 como Universidad de Mérida y en 1883 con el nombre con el que ha perdurado hasta ahora: Universidad de Los Andes.
“De esta manera se cumple con la honrosa tarea de reconocer que formamos parte de una historia de doscientos treintados años, si consideramos que el origen de este instituto universitario se localiza en la creación de una Casa de Educación para formar religiosos por Fray Juan Ramos de Lora, en la propuesta del Deán Francisco Javier de Irastorza de convertir el Seminario en Universidad y en la firme decisión de la Junta Superior Gubernativa de Mérida de fundar una Universidad que es hoy la Universidad de Los Andes” finalizó el rector Bonucci.