La ULA exige rectificación al gobierno en materia democrática, electoral y derechos humanos
- El presente comunicado compila las preocupaciones de los directores de las distintas dependencias de la Universidad de Los Andes, quienes plantearon al rector Mario Bonucci la necesidad de un pronunciamiento desde sus bastiones de trabajo y sus deseos de un mejor país como ciudadanos venezolanos y universitarios comprometidos.
MANIFIESTO DE LA UNIVERSIDAD DE LOS ANDES
La Universidad de Los Andes, en estricto apego a los principios y valores que le han caracterizado durante 231 años de historia y ante la grave crisis multifactorial que aqueja a la sociedad venezolana asume con mayor ahínco su compromiso como ente coadyuvante en la búsqueda de soluciones a los problemas nacionales.
En ese sentido, exhortamos al Gobierno Nacional a asumir con responsabilidad el compromiso histórico que recae sobre sus hombros: de ustedes depende el carácter con el que se escriban los días por venir para los habitantes de este país. La rotación democrática es necesaria y saludable y ello no significa la desaparición de ninguna de las fuerzas políticas en juego (en disputa) sino es una coyuntura histórica para que se rectifique y se reconcilien las partes en un diálogo nacional para la reconstrucción del país. Por ello ratificamos nuestra voluntad de que en esta y en cualquier circunstancia se respete la Constitución Nacional.
Resulta urgente el reconocimiento del fracaso de las políticas aplicadas que influyen en el normal desenvolvimiento de la vida nacional en todos sus órdenes y aspectos, lo cual obliga a un viraje que comience a subsanar los daños sufridos, dentro de los cuales basta con mencionar unos pocos ejemplos cuya magnitud los hace evidentes: la producción agrícola e industrial ha disminuido a niveles ínfimos, la generación eléctrica es insuficiente para la demanda nacional, la industria petrolera – otrora ejemplo para el mundo y motivo de orgullo venezolano – prácticamente paralizada, miles de empresas exitosas expropiadas hoy convertidas en ruinas, la corrupción ampliamente reconocida por el propio Ejecutivo Nacional se acrecienta sin correctivos eficaces, las reservas internacionales bajan a mínimos históricos, el presupuesto para la educación insuficiente en todos sus niveles, el parque automotor en un estado de colapso indetenible, las importaciones indispensables paralizadas, la inseguridad por la delincuencia campea en las calles cobrando miles de vidas y provocando un estado de miedo y terror en toda la sociedad, la escasez de alimentos y medicamentos ha alcanzado a todas las familias y está acabando con las vidas de muchos cada día creando una trágica crisis humanitaria (reconocida por casi todos los organismos humanitarios internacionales) desahuciando a los enfermos y poniendo en riesgo la vida de todos los venezolanos.
Ante este panorama hoy sumamos nuestras voces al llamado a un urgente diálogo nacional que propenda hacia la búsqueda de soluciones reales mediante un consenso de todos los actores políticos y sectores de la vida nacional, evitando a toda costa convertir este diálogo en una conversación estéril que sólo extienda el sufrimiento a los hombres, mujeres y niños de nuestro país.
Dicho diálogo debe basarse en el cumplimiento de lo establecido en la Constitución Nacional, y debe partir de cinco presupuestos mínimos:
PRIMERO La apertura de los canales necesarios para recibir ayuda humanitaria internacional con el objeto de paliar el dolor de los connacionales y salvar cuantas vidas sea posible;
SEGUNDO La rectificación de las políticas económicas mínimas como: a) el control cambiario de las divisas (liberándolos progresivamente como la he hecho, por ejemplo, Ecuador, Bolivia, Argentina y Perú); b) el apoyo al sector productivo privado y público liberándolo de algunas medidas de control del Estado; c) el equilibrio y transparencia en la distribución del Presupuesto Nacional a través de la Asamblea y todos los órganos pertinentes establecidos en la Constitución; y otras medidas que se puedan acordar en diálogo.
TERCERO Medidas conjuntas de control de la delincuencia a través de las Gobernaciones Alcaldías y cualquier órgano militar o civil que lo requiera;
CUARTO La celebración del referéndum revocatorio este mismo año con una actuación responsable por parte del Consejo Nacional Electoral, garantizando el respeto constitucional a las partes en cuestión, tanto durante el proceso electoral como después de su realización;
QUINTO La liberación de los presos de conciencia.
Igualmente, es necesario que se detengan los atropellos de los cuales han sido víctimas los universitarios y la sociedad en general por parte de grupos paraestatales, por ello exigimos a las autoridades responsables de garantizar la seguridad de los ciudadanos a tomar las medidas constitucionales necesarias. Ante esto recordamos que la creación de grupos armados para el control forzoso de la sociedad representa un delito de lesa humanidad, y que la inacción para detenerlos se presenta como un acto de complicidad, todo ello sin perder de vista que los Derechos Humanos pueden ser violados tanto por acciones como por inacciones, tratándose de crímenes que no prescriben, y con consecuencias nacionales e internacionales.
Alertamos a la sociedad en general que nuestro país está en una crisis Nacional de dimensiones catastróficas, cuyos resultados son imprevisibles, razón por la cual hacemos un llamado a todas las personas a asumir posturas firmes en la exigencia del respeto de los Derechos Humanos, al Estado de Derecho y a la Constitución mediante los canales establecidos para tal fin, procurando siempre el diálogo contra la fuerza, en cumplimiento de la responsabilidad constitucional que cada uno tiene por la grandiosa razón de ser venezolanos.
Finalmente, expresamos nuestra confianza de que este documento sirva como una prueba más ante la historia de que la Universidad Los Andes no ha guardado ni guardará silencio al momento de defender al país y de procurar un futuro digno para las nuevas generaciones, quienes al final serán las encargadas de evaluar la grandeza o mezquindad de las acciones que hoy marquen el rumbo de la Nación.
Por una Venezuela democrática, de todos y para todos, apegada a la Ley y la Constitución Nacional.
En Mérida, a los 7 días del mes de junio de 2016.