Pianos de cola y músicos hacen historia en Aula Magna

 

Regresan al Aula Magna instrumentos históricos y pianistas que hacen historia con ellos

Por Daniela Obando

 

Dos pianos de gran cola están ubicados en el centro del salón, uno marca Steinway and Sons y otro Kawai.

Los reflectores apuntan hacia estos majestuosos instrumentos musicales, haciendo relucir su barniz negro y de esta manera, concediéndoles una apariencia mucho más imponente.

Steinway and Sons es una empresa que ensambla pianos de finísima calidad desde 1853, cuyos ejemplares se encuentran en las salas de conciertos más prestigiosas del mundo. Cualquier artista merideño desearía tocar este instrumento en algún momento de su vida.

Afortunadamente, la Universidad de Los Andes (ULA) del estado Mérida conserva dos pianos Steinway and Sons que han brindado a muchos artistas la oportunidad de realizar espléndidas presentaciones a través del tiempo. 

En esta ocasión, los pianistas Alejandro Moreno, Emanuele Spina, María Gabriela Chacón, Efraín Rivas, Fernando Marquina y Luis Sierra interpretarán un variado repertorio de música en el Segundo Encuentro de Pianistas de Mérida del 2023, en conmemoración al regreso de uno de los pianos Steinway and Sons al Aula Magna.

Según un artículo publicado por Amílcar Rivas en La Academia de Mérida (2014), el primer piano de concierto con el que contó la ciudad fue donado en 1951 a la ULA por el Ministerio del Interior gracias a la gestión del rector Renato Estaba Ríos. 

Dicho piano permitió transformar la vida cultural de la ciudad y aumentar significativamente los eventos musicales. Actualmente, este piano se encuentra en la Escuela de Música de Mérida y está dedicado a las clases de piano, prácticas corales, entre otras actividades.

El segundo piano, donado durante la gestión del Dr. Jesús Rondón Nucete, quién era el presidente del Concejo Municipal del Distrito Libertador, se estrenó en el Festival Internacional de Música de Mérida de 1968, donde participaron algunos de los pianistas nacionales e internacionales más destacados de la época, como el norteamericano Byron Janis y la venezolana Judith Jaimes.

Parece mentira que hayan pasado 55 años desde que se escucharon por primera vez las gloriosas notas musicales provenientes del segundo piano Steinway and Sons en el Aula Magna, entre las semanas del 21 al 29 de septiembre de 1968. 

No obstante, más asombroso aún es que haya regresado después de diez años de inutilidad para deleitar a la colectividad merideña. 

Durante la última década la universidad no ha manejado los presupuestos necesarios para darle el correcto mantenimiento a instrumentos como este, por dicha razón, el segundo piano Steinway and Sons sufrió daños en sus plomos y fieltros, sus teclas se atascaron y además, fue víctima de una plaga de polillas. 

Sin embargo, gracias a una campaña ejecutada por Víctor Albornoz, profesor encargado de la Dirección General de Cultura de la ULA, se lograron recaudar los fondos para traerlo de vuelta a los eventos culturales.

En estos momentos, el piano recibe a Fernando Marquina, quién tocará junto a Emanuele Spina el Preludio de Suite para dos pianos Op.6 de Dmitri Shostakovich, para comenzar así con un concierto que contará con piezas a cuatro y ocho manos.

Las melodías del Stainway and Sons se apoderan de cada rincón del salón, se escabullen a través del aire y hacen que se erice la piel. 

Uno de los atributos que más destacan de estos pianos es que cuentan con unos registros graves muy hermosos y que en Mérida pueden ser apreciados por cualquier ciudadano, dado que eventos como este son totalmente gratis.

Todos los ojos están puestos sobre los pianistas que demuestran su gran pasión y entrega por la pieza musical. Cada movimiento y salto al presionar las teclas son muestras de como los pianistas vuelcan toda su energía sobre el instrumento.

Alejandro Moreno y Luis Sierra son los siguientes. Transforman la atmósfera del lugar con su interpretación de la canción Petite Suite de Claude Debussy, la cual tiene notas más suaves y relajantes. 

Las personas están ensimismadas, unas tamborilean sobre sus muslos con sus dedos, mientras otras mueven sus cabezas al ritmo de la música. 

El Vals de las Flores de Tchaikovsky es la pieza anular del concierto, interpretada por Efraín Rivas y Fernando Marquina, un clásico que conocemos del ballet de Cascanueces. 

Al escucharlo es inevitable adentrarse en una historia de fantasía, por esto, muchos deciden cerrar los ojos y entregarse a las notas musicales.

Los pianistas ensayaron arduamente durante cuatro semanas seguidas un repertorio de canciones que solían tocar juntos en la Escuela de Música de la Universidad de Los Andes, según Luis Sierra. 

Por esta razón, también guarda entre ellos recuerdos muy especiales de hace diez años.

Los artistas se alternan las siguientes dos piezas, entran y salen del salón rodeados de aplausos. La última canción es interpretada por María Gabriela Chacón y Emanuele Spina. 

 

Chacón no solamente demuestra su concentración en las partituras, sino que también dirige una dulce sonrisa a su compañero haciéndonos entender que están conectados y que está disfrutando de su presentación juntos.

—La relación que se da entre dos pianistas al momento de tocar es muy particular. Es una experiencia completamente distinta a la de tocar con una orquesta, con un violín o un cantante. Dos pianistas tocando al mismo tiempo producen otra sensación —comenta Luis Sierra.

—¿Cómo describirías esa sensación?

—Es como verse en un espejo. Ves a otro pianista que está haciendo lo mismo que tú.

Se hace un silencio absoluto cuando se escuchan las últimas notas de Las niñas de Santa Fé de Carlos Guastavino, los seis pianistas se dirigen hacia el frente del público donde son recibidos con una ovación de pie por casi un minuto. 

Al cabo de los aplausos los pianistas se abrazan unos con otros, mientras son rodeados por los flashes de la prensa y algunos amigos se acercan a felicitarlos. Alejandro Moreno extiende su mano a Fernando Marquina y exclama:

—Si logramos conmover a un alma, nuestro trabajo está hecho —su compañero no duda ni un segundo en estrecharla, pues el trabajo está hecho. 
 
 

Efraín Rivas, María Gabriela Chacón, Alejandro Moreno, Luis Sierra, Fernando Marquina y Emanuel Spina, pianistas que participaron en el Segundo Encuentro de Pianistas del 2023.

Foto: Daniela Obando.

 

 

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