ULA recordó 238 años de historia de calidad

Este miércoles 29 de marzo la Universidad de Los Andes (ULA) salió a las calles de Mérida para recordar 238 de una historia que se escribe día a día demostrando la excelente calidad que mantiene a la institución entre las más importantes del mundo.

Una actividad que comenzó con un recorrido por las calles del centro de la ciudad, desde el rectorado hasta la basílica de la Inmaculada, donde se realizó la misa de acción de gracias, para luego realizar en la emblemática plaza del rectorado la ofrenda floral al fundador de la casa de estudios que dio origen  al Seminario San Buenaventura Y a la Universidad de Los Andes.

Posteriormente se cumplió con la sesión especial que se dio en el Aula Magna con la presencia de autoridades de ULA, del gobernador del estado Mérida, Jehyson Guzmán, el obispo auxiliar de la arquidiócesis de Mérida, monseñor Luis Enrique Rojas, el rector del seminario San Buenaventura, presbítero Julio César León, así como otros invitados especiales y miembros de la comunidad universitaria.

El rector, Mario Bonucci, dijo que se vive un proceso de transformación paradigmática de la educación en las universidades venezolanas de las cuales la ULA ya avanza en un proceso multimodal de la formación de los nuevos profesionales para el país.

Expresó que la manera como fue fundada la universidad llama a mantener viva la historia de la ULA, más aún cuando parecen resquebrajarse los pilares que han mantenido hasta ahora en medio de un proceso de destrucción de las instituciones educativas en medio de la indiferencia colectiva.

Insiste en la idea de mantener viva la universidad que ha sido hecho con el compromiso y la entrega todos, pese a que está seriamente amenazada, con una realidad inocultable, con renuncias en todas las áreas de la institución.

Resistencia y  crisis

Señaló el rector Bonucci que se han vivido años inmersos en una crisis compleja, la universidad funciona por el esfuerzo de los docentes, la organización de los estudiantes y el apego de los trabajadores que todavía permanecen en sus puestos.

Se preguntó si ¿Esta es la universidad que merecen los venezolanos? con un proceso de destrucción de la universidad con un proceso de destrucción lento pero sostenido, con maltrato político, económico y legal, caracterizado por el desprecio, imposición de leyes que socavan la autonomía y la negación de un presupuesto que permita cumplir a cabalidad su función.

Sumado a esto el rector indicó que, no se debe olvidar el maltrato laboral, con salarios de miseria que no permiten vivir con dignidad, reduciendo la capacidad de impacto social de las universidades, con edificios que se desmoronan, docentes imposibilitados con la posibilidad de crecimiento, estudiantes que han perdido sus beneficios.

El daño histórico y social va mucho más allá del ámbito universitario, afectando a la población en general, cuando se ponga en evidencia la calidad que se tendrá en los profesionales.

En Venezuela se ha desprestigiado todo el trabajo de las universidades, buscando la destrucción de la calidad educativa, consecuencias que se verán durante muchos años.

Pandemia enfrentada

Como orador de orden, estuvo el reconocido médico y epidemiólogo, Julio Castro, quien hizo un reconocimiento a todos los integrantes del sector salud que han enfrentado la pandemia en medio de una crisis salarial, laboral e institucional.

Dijo que los impactos de la pandemia en el sector salud han sido brutales, no solo en los aspectos directos de Covid, también otras áreas, en las que se puede citar, pérdidas de puestos de trabajo, caída financiera, cambios en el sector educativo, inflación y pobreza

El orador señaló que, todo esto con una connotación injusta y desproporcionada hacia los más débiles que han llevado la peor parte.

La pandemia sorprende a la humanidad en momentos cuando se sentía más segura de sus logros científicos, muy confiada en su capacidad de controlar las enfermedades infecciosas, tanto así que se han enfocado en enfermedades crónicas.

La pandemia causó miedos, pero se tiene el deber de comprender interpretando los casos para poder avanzar, preocupa no poder controlar un enemigo que se conocía muy poco y que se pudiese causar una situación de anarquía producto de esta crisis.

La capacidad de entrega de todo el personal de salud hizo superar toda esta crisis, la ciencia hizo lo propio, al identificar el patógeno, la elaboración de test diagnósticos, la documentación de esquemas de tratamiento y la conceptualización de vacunas, su distribución y todo en menos de un año.

No existe estrategia de tratamiento que se haya aplicado en tan poco tiempo, algo de la cual sentirse orgullosos, aunado a la comunicación que fue un excelente aliado en momentos de incertidumbre, con la transmisión de datos que contribuyeron a enfrentar este problema.

Hay todavía incertidumbres, brechas del conocimiento muy grandes de manera de enfrentar el futuro de la población y enfrentar situaciones similares, todavía hay caminos que no tienen claridad.

Consecuencias e incertidumbre

Cada vez son más notorios los impactos del virus, los trastornos inmunológicos severos, el aumento del riesgo trombótico, cardio y cerebro vascular, también son evidentes, produciendo una mortalidad en exceso que también es notoria, con un aumento mayor de lo esperado

Dijo el especialista que se ignoran los impactos sobre los cognitivos, neurológicos y conductuales, inclusive sobre la aparición de enfermedades neurodegenerativas, una alerta que obliga a seguir evitando enfermarse de covid, contrario a lo que algunos pregonan para frenar la pandemia.

Recomienda, que son urgentes algunas tareas como, “cambiar la relación con el medio ambiente, trabajar en la detección y control temprano de epidemias, cerrar las brechas con los más relegados de la sociedad, al igual que la que existe entre la información científicas y las decisiones políticas, comprender mejor los impactos de esta epidemia, comprender mejor el valor que somos seres sociales”. (Prensa ULA / LRD / CNP: 12.676) 

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