Si, una vez más. Otra cuota presupuestaria altamente deficitaria para la Universidad de Los Andes (ULA) le fue asignada para el ejercicio del 2022 y con lineamientos que someten la decisión de distribución del monto asignado a un nuevo equilibrio presupuestario.  

Este reiterado tema fue debatido en el Consejo Universitario Extraordinario de este miércoles 6 de octubre de 2021, del cual lo proyectado en equilibrio por el equipo de la Dirección de Programación y Presupuesto  de esta universidad fue aprobado, pero con el sello de protesta.

Llama la atención de este caso que los lineamientos para equilibrar el presupuesto del 2022 fueron recibidos la tarde el domingo 3 de octubre de los corrientes con un exigente plazo de 12 horas para el retorno de la respuesta por parte de la ULA. Lo comprensible y detallado del caso ameritó más tiempo para el complejo entramado de la distribución equilibrada que debió conocer y votar el CU.

Esta respuesta expedita solicitada, contrasta con el caso del presupuesto asignado para este 2021, del cual solo se ha recibido el 4,32 por ciento y del resto que supera el 95 por ciento se desconoce su paradero. Es así como este CU aprobó solicitar a Consultoría Jurídica los mecanismos formales para exigir el cumplimiento de esta entrega de recursos faltantes que le corresponde a la ULA.

En todo caso, de lo presupuestado en original por los responsables de programación y presupuesto de la ULA para el 2022, apenas fue designado un 39 por ciento (61 millones de Bolívares). Es una política de reducción presupuestaria que se ha repetido año a año en este reciente quinquenio.

La  cuota de 61 millones de bolívares asignados está discriminada por rubros de gastos.  Gasto de Personal; 38 millones 488 mil 304 bolívares, Gasto de Funcionamiento; 2 millones 8 mil 255 bolívares, Providencias Estudiantiles; 2 millones 528 mil 613 bolívares y los proyectos SIPES (Sistema Integral de Planificación Estratégica Situacional) 18 millones 942 mil 658 bolívares.

Es importante destacar que más del 60 por ciento de estos 61 millones de bolívares asignados, no van a entrar a las cuentas de la universidad, pues corresponden a la nómina de personal (38 millones 488 mil 304 bolívares) que ahora son pagados por el sistema patria.

Lo restante fue distribuido en funcionamiento de facultades, providencias estudiantiles y el área de la salud con cantidades que aún siguen siendo insuficientes.

El contexto país que nos envuelve incidió en poner en perspectiva a la educación a distancia, la educación virtual que requiere de una visión de inversión y gasto para dar plano emergente a dependencias que van a respaldar esta virtualidad.

Fue así como la discusión del equipo responsable de construir la propuesta de equilibrio, rompió el histórico proceder para enfocar incrementos máximos permitidos, -necesarios y urgentes- en áreas medulares que requieren un fortalecimiento de sus tecnologías de la información y comunicación (Ingeniería y Mantenimiento, Dirección de Telecomunicaciones y Servicios, Dirección de Servicio de Información Administrativa, Ceidis, Camiula, Bioterio, bioseguridad y otros).

Voz de protesta

Tras la aprobación del equilibrio presupuestario, el CU  también designó comisiones que,  de manera respectivas, se encargarán de elaborar un comunicado que exprese la problemática generada por la no entrega de presupuestos y la ausencia de políticas presupuestarias nacionales para las universidades,  de  emitir propuestas de acción sobre imprevistos basados en proyectos,  presentar propuestas de adquisición de materiales de bioseguridad y de redactar un remitido que muestre el impacto de la reducción y ausencia del presupuesto en la academia.