Asalto criminal a la EMA fue el tema de discusión en el CU

El entramado de la severa crisis que afecta al país y a la Universidad de Los Andes en particular, no tiene que ver sólo con el  insignificante o casi nulo presupuesto asignado, el maltrato salarial a empleados y docentes y las mermadas providencias estudiantiles, sino que además implica los constantes hechos de robos, de inseguridad en sus espacios, irresponsabilidad laboral, abandonos o ausencias inexplicables al trabajo, permisos o reposos médicos prolongados al personal, renuncias y acciones legales sin respuestas ante la Inspectoría del Trabajo, entre otros aspectos que vienen golpeando, y por supuesto afectando, de manera marcada a la universidad. 

En virtud de ello, el Consejo Universitario de este lunes 19 de noviembre de 2018 ahondó sobre esta realidad, tomando en cuenta el reciente robo de costosos equipos en la Escuela de Medios Audiovisuales (EMA), como parte de la continua ola de asaltos que ha estado padeciendo la ULA desde hace años en esa y otras dependencias. Producto de este episodio, un obrero vigilante de la institución fue brutalmente golpeado y amarrado por los asaltantes, y logró salvarse de milagro pero atraviesa horas de conmoción por las lesiones físicas y psicológicas infligida por esas manos criminales.

La discusión del CU presentó la  comparecencia de los responsables de la Dirección de Personal, del Centro de Atención Médico Integral de la ULA, de la Dirección de Servicios de Prevención y Seguridad, de la Dirección de Ingeniería de Mantenimiento, la decana de la Facultad de Humanidades y Educación, el Director de la EMA, trabajadores, estudiantes y profesores, entre otros. Los directores y los distintos derechos cedidos de palabras abordaron las aristas que dan fe del estado de indefensión, abandono, vulnerabilidad, complicidad, inseguridad y vandalismo al que está sometida la ULA y que genera escenarios que permite que la delincuencia pueda actuar a sus anchas.

En el desarrollo de las intervenciones se recordaron las constantes denuncias públicas, hechas desde la autoridad rectoral y desde el seno del Consejo Universitario sobre los ya conocidos y graves hechos de inseguridad de la ULA, y que aún están a la espera de las acciones de los organismos de seguridad y entes judiciales.

Cada dirección hilvanó, desde su enfoque de acciones, las situaciones relacionadas con el flujo laboral del recurso humano, las obras y tecnologías de protección a la infraestructura, los mecanismos de selección del personal de vigilancia, el rol del Pamela en la cesión de reposos médicos. Igualmente  se habló del caso de invasión al Centro de Estudiantes por parte de personas ajenas a la ULA y que en tono insólito han proferido amenazas a las autoridades de la Facultad de Humanidades y Educación.

Tras las exposiciones, surgieron las preguntas de rigor que luego dieron paso a la lista de propuestas que fueron sometidas a votación.

La gran mayoría de las propuestas fueron aprobadas, otras no lograron respaldo pero en la generalidad de los tópicos las votadas estaban encaminadas a afrontar las distintas situaciones como un frente de contención, defensa y preservación de los espacios laborales de la ULA.

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