El miércoles pasado, a las 7 y 15 pm, llegó una cuota presupuestaria y ordenaron que, hasta las 12 del mediodía siguiente, tenían chance para presentar un presupuesto equilibrado, con tabla salarial de septiembre de 2018 y sin incluir bonos, dinero que debe alcanzar para 7 meses.

En rueda de prensa, una comisión liderada por el rector de la Universidad de Los Andes, profesor Mario Bonucci Rossini, manifestó, en nombre del Consejo Universitario, su preocupación por la asignación de un presupuesto deficitario para el año 2019. En este sentido, el rector destacó que es conocido que hay una política presupuestaria no escrita, por parte del gobierno nacional, por medio de la cual proponen hacer un anteproyecto de presupuesto y presentarlo, y una vez presentado ese anteproyecto, aprueban solamente entre un 25 y un 35% de lo solicitado, sin contar que en el anteproyecto exigen que no se incluya inversión en infraestructura.

Dijo el profesor Bonucci que preocupa sobremanera que el presupuesto que le aprueban a la ULA alcanza simplemente para funcionar de 3 a 7 meses máximo, dependiendo de las circunstancias y luego, para cubrir los meses restantes, ordenan a la universidad que soliciten, por la vía de crédito adicional, los recursos faltantes, los cuales llegan a finales de año y normalmente les aprueban sólo un 10% máximo de lo solicitado, tal como sucedió este año nuevamente, con lo cual se demuestra la actitud reiterada de este gobierno por desconocer la necesidad de la Universidad de Los Andes.

CU solicitará explicaciones al Ministerio

El Consejo Universitario acordó solicitar explicaciones racionales al Ministerio con respecto a porqué maltrata a la ULA de esta manera y en ese sentido acordó hacer un remitido público para solicitar un crédito adicional, en el que se respeten los rubros que deben respetarse, como por ejemplo la III Convención Colectiva impuesta por el gobierno que indica que la tabla salarial debe iniciar en 4.75 salarios mínimos con una interescala entre el 7 y el 12% y exigir que se respeten también los montos que se requieren para el comedor y el transporte, entre otros servicios.

El rector Mario Bonucci dejó clara su posición en cuanto a no estar de acuerdo con paralizar actividades sino mantener la lucha con la universidad de puertas abiertas.

Desconocen necesidades de la ULA

Por su parte el vicerrector administrativo de la ULA, profesor Manuel Aranguren, dijo que aún no se ha recibido la asignación presupuestaria de agosto ni septiembre del presente año, así como tampoco los recursos para comedor ni transporte. Dijo el profesor Aranguren que del presupuesto presentado para el 2018 solo recibieron un 26%. Asimismo destacó que para el año 2019 la Opsu no recibió el anteproyecto de presupuesto de la ULA, simplemente porque ni el Ministerio ni la Opsu lo solicitaron y más bien señalaron que no había porque enviar ningún anteproyecto de presupuesto, en ese sentido, denunció y alertó que esas dependencias no conocen de las necesidades de la ULA para asignar una cuota presupuestaria justa para el año 2019 y es por ello que lo que asignaron aparentemente sólo alcanzará para tres meses máximo de funcionamiento, producto de la inflación galopante que enfrenta el país.

Presupuesto excluye la academia, investigación y salarios

Por su parte el profesor Juan Carlos Rivero, representante profesoral ante el CU, denunció que el presupuesto no incluye el tema de la inflación, lo que va a producir una paralización técnica de la universidad. Agregó que ese presupuesto echa por tierra la carrera académica porque impone un mismo esquema salarial para todos por lo que ya que no habrá estímulo para investigadores y docentes para hacer una carrera académica y de investigación, además de que se elimina la interescala salarial, que permitía el ascenso y un mejor desempeño y estímulo para el personal ATO. María de los Ángeles Pérez. 9795. Prensa ULA. Fotos: Lánder Altuve

El gobierno no preguntó por las necesidades de la universidad sino simplemente pidieron equilibrar el presupuesto, con una cantidad de dinero que no saben para cuánto tiempo puede alcanzar