El gobierno insiste en cubanizar el salario

Las recientes medidas de cambio del cono monetario y los anuncios salariales impuestos por el gobierno en desconocimiento de los derechos progresivos asentados en las actas convenios,  lejos de resolver los distintos problemas del país, los ha agravado.

Con esta expresión, el rector de la Universidad de Los Andes (ULA), Mario Bonucci, abrió la rueda de prensa de este miércoles 12 de septiembre de 2018, realizada en la ciudad de Mérida. “Esta realidad es incidental en la universidad y por tanto su afectación propende a un inminente cierre”.

El rector significó que la ULA, de la noche a la mañana, se quedó sin presupuesto con la reconversión e imposición del nuevo cono monetario.

Sobre los anuncios salariales refirió que: “La tercera convención colectiva, es clara en la indexación del salario a razón de 4,75 salarios mínimos del salario nacional, pero en la actualidad esa cuota disminuyó de manera evidente basado en un espejismo monetario, quedando en un 1.7 salarios”.

Recordó que en su último viaje a de Cuba  supo que un obrero ganaba 200 pesos, un profesional  220 pesos y un pollo costaba 200 pesos. “Lo que ocurre con el nuevo esquema salarial que se pretende imponer en Venezuela,es que el gobierno quiere cubanizar el salario”, afirmó.

Esta realidad, que esquilma el ingreso económico del trabajador universitario, va a redundar en el desestímulo laboral para este sector y para el plantel docente que es de alta calidad académica. Sobre el sector estudiantil se mantiene la mayor incertidumbre sobre los recursos para las providencias además de la dolarización del costo de alquiler de la residencia. 

El vicerrector administrativo, Manuel Aranguren, aseveró por su parte que la realidad es mucho más grave cuando se detallan las necesidades por dependencia que, en su globalidad, significan la imposibilidad de la gestión administrativa. "La universidad no puede funcionar a partir de este mes de septiembre, pero no podemos cerrar y entregar".

Igualmente Dionis Dávila, presidente del Federación Nacional de Sindicatos de Profesionales Universitarios de Venezuela (Fenasipruv), dijo que el gobierno, al aplicar sus tablas salariales, decreta el despido masivo a los trabajadores universitarios.  La huelga general en defensa de la universidad la haremos desde la propia Alma Mater. "La unidad es más urgente que nunca en estos momentos", dijo.

El profesor Argimiro Castillo, decano de la Facultad de Arquitectura, definió al gobierno como una gran estafa a la nación a la cual hay que hacerle frente.

Finalmente Alejandro Gutiérrez,  director del Consejo de Desarrollo  Científico, Humanístico, Tecnológico y de las Artes (Cdchta) dijo que Venezuela es el país donde una cúpula se beneficia de lo poco que queda frente al más 80 por ciento de pobreza en la población. El panorama económico no es nada prometedor, pues se avizora  que la tasa inflacionaria alcanzaría, a finales del 2018, entre 3  y 4 millones por ciento. Aseveró que la actividad académica y de investigación es la fortaleza de la universidad venezolana y que ha sido sistemáticamente atacada durante esta década. “La comunidad académica mundial debe voltear sus ojos a la buena universidad venezolana, comprender los riesgos a la que es sometida y tender su mano con un SOS como grito”. Dejamos de ser una de las sociedades de mayor ingreso para convertirnos en una sociedad arruinada, afirmó.

¿Qué hacer para que el trabajador y profesor universitario no deje la universidad? ¿Qué hacer para que la gente no deje el país y cambie un problema por otro? Fueron dos interrogantes que el rector Bonucci dejó ante la ciudadanía y el liderazgo honesto a los fines de lograr respuesta urgente en una mancomunidad de acciones con la retoma del sentido de gran unidad en favor de la universidad y el país.

Culminada la rueda de prensa, se dio inicio al Consejo Universitario Extraordinario donde se amplió el debate sobre el pavoroso panorama de hambre y creciente pobreza en Venezuela.

 

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