Los derechos a votar sin trabas y al trato igualitario deben rescatarse en Venezuela
Este domingo 10 de diciembre se celebrará el Día Mundial de los Derechos Humanos. Esta fecha, escogida por la Organización de la Naciones Unidas desde 1948, es motivo para que todas las organizaciones del planeta impulsen contenidos, mensajes, acciones, talleres, foros e interacciones con la gente en las calles para recordarles sus más sensibles e inviolables derechos.
En la ciudad de Mérida, Venezuela, organizaciones como: el Observatorio de los Derechos Humanos de la Universidad de Los Andes, Red Andina de Derechos Humanos (Radar), Movimiento Somos, el Observatorio Venezolano de Prisiones, el Observatorio de Derechos Humanos de las Mujeres, Zona Mérida; Transparencia Venezuela-Mérida, la Comisión Nacional de Derechos Humanos de la Federación de Colegios de Abogados, y el Observatorio Penal de Mérida dispusieron la tarde de este viernes 8 de diciembre de un concurrido lugar para interactuar con los ciudadanos de a pie así como con los que se movilizan en autos.
En esta concentración de ciudadanos activistas orientadores también estuvo Carlos "Pancho" Ramírez, disidente recién liberado así como el presidente de la Federación de Centros Universitarios ULA, Jorge Arellano.
La esquina de la plaza Bolívar donde colindan el Rectorado, la Gobernación y la Cámara Municipal fue el lugar escogido por estos activistas, en su mayoría ulandinos, para desplegar un volanteo. Destacaron los partícipes, entre ellos la profesora Christie Rangel, de Transparencia Venezuela, que uno de los derechos, a propósito de las elecciones de alcaldes este mismo domingo 10 de diciembre, es el derecho a votar. Derecho que debe ostentar todas las facilidades posibles para los ciudadanos con el fin de que ejerzan de manera clara, expedita y sin obstáculos su decisión política.
Señalaron que el derecho al trato igualitario es uno de los preceptos que está siendo violentado con la imposición de un carnet y afiliación a una tendencia ideológica como mecanismo de acceder a beneficios múltiples y monetarios. El Carnet de la Patria es esta aberración social que segrega a millones de venezolanos que no comparten la doctrina del régimen, pero que obliga a muchos también a solicitarle, dado que el hambre y las calamidades son el plato diario en los hogares venezolanos.