La biografía como género historiográfico y su reflejo en “La crónica de los martes”
** El seminario Biografía como género historiográfico en Venezuela, de la carrera de Historia de la Universidad de Los Andes, realizó un conversatorio con el periodista y cronista, Ramón Sosa Pérez, quien expuso, a los estudiantes, su experiencia acerca de su publicación “La crónica de los martes” que le permitió divulgar historias de personajes, lugares e instituciones de Mérida desde el tiempo colonial hasta el presente
En la hemeroteca de la Facultad de Humanidades y Educación se realizó un conversatorio en el marco del seminario La biografía como género historiográfico en Venezuela, actividad de académica y de extensión de la Escuela de Historia que permitió, a los estudiantes que cursan la asignatura, conocer aspectos de interés sobre la publicación “La crónica de los martes”, trabajo periodístico de Ramón Sosa Pérez quien, bajo el género de la crónica, logró divulgar ciento cincuenta (150) historias que aparecieron en el diario Frontera.
El profesor Alí López, docente de la Escuela de Historia y promotor de la mencionada actividad, dijo que, desde el seminario que dirige, decidieron invitar al profesor Ramón Sosa Pérez, para que hablara sobre la Biografía y sus aportes al periodismo merideño, dado que la temática está suscrita a la programación prevista para las actividades del curso de La Biografía como género historiográfico en Venezuela, asignatura electiva para el semestre en curso.
“El propósito de contar con la presencia del profesor Sosa Pérez, fue para que presentara su experiencia con la publicación “La crónica de los martes”, la cual es un conjunto de biografías escritas bajo el género de la crónica periodística, que dejó de aparecer por razones de espacio y papel. Además, era necesario conocer la idea del cronista como divulgador de la historia, para llegar a explicar cuál fue la metodología utilizada para escribir crónicas basadas en personajes, lugares e instituciones de Mérida, tanto de los tiempos coloniales como del presente”.
Un periodista fusionado con la crónica y la historia
Ramón Sosa Pérez, actual director ejecutivo de la Academia de Mérida, dijo haber atendido la invitación del profesor López Bohórquez, con la intención de compartir la experiencia obtenida en la prensa regional, específicamente en el diario Frontera, medio de comunicación impreso que publicó, entre marzo de 2014 hasta el 2016, “La crónica de los martes”, experiencia periodística que presentó bajo la fusión de la crónica como género literario visto desde la indagación, inmediatez, versatilidad y dinámica que exige el periodismo, pero con el lenguaje reposado del cronista, profundizando en la investigación que permite la historia y la revisión constante del acontecer político, humanístico de precursores en la crónica del siglo XIX y XX.
El cronista y periodista son pareja en mi ejercicio diario, pero al llegar al historiador, este tiene método, disciplina científica, exigencia metodológica para presentar los hechos. El cronista presenta los hechos, tenga o no a mano las fuentes, sin embargo, buscará allanarlo a través de una imagen o de un posible se dijo, un quizás, puede ocurrir, lujo que no puede permitirse el historiador. El periodista indaga, el cronista resume, el historiador si no tiene todas las fuentes y las herramientas, aguardará por la aparición de ese documento o argumento para presentarlo
Respecto a “La crónica de los martes”, Sosa Pérez dijo que esta estuvo conformada por elementos importantes, es decir, semanalmente el diario Frontera cedía dos páginas cada martes en las que aparecieron las crónicas, escritas en tres cuartillas conformadas por 8 mil 500 caracteres y entre cinco y siete fotografías que sirvieron para ilustrar y calcar episodios de hacedores presentes en la merideñidad.
“Nos fuimos al interior del estado Mérida para captar y reseñar la historia de personajes y episodios importantes, que desde esos lugares tuvieron preeminencia en la historia reciente, como por ejemplo, la Revolución Liberal Restauradora. En “La crónica de los martes” se hicieron relatos de varios pueblos del interior del estado, por lo que considero que es allí donde radica el mérito mayor del trabajo publicado, ya que precisamos el manejo del lenguaje, las fuentes y el trabajo del periodista para dejar constancia del hecho cotidiano”.
Hechos y personajes
La crónica de los martes’ fue una aproximación al trabajo del historiador, respetando las fuentes, dejando que el cronista no especule, sino acercándonos a la visión del historiador quien precisa el dato y utilizando al periodista desde el punto de vista del medio para llegar
Para Sosa Pérez lo más significativo de los personajes biografiados en sus crónicas, es que los estos aún permanecen en la memoria del colectivo, siguen presentes a través de una tradición oral, pero que tenían como rémora que esa historia real no se indagara, no se expresara y no se calcara en algún espacio.
En ese sentido, habló del caso de Jesús Sánchez Carrero, el más importante venezolano presente en la I Guerra Mundial, y quien era originario del municipio Guaraque. Dijo que lo poco que se ha escrito de él lo han hecho en Francia y muy poco en Venezuela, pero que en su municipio está presente en la memoria del colectivo mediante la tradición oral.
Otro personaje presentado por el cronista en su publicación, fue el de José María Méndez, oriundo de Tovar, quien el 9 de agosto de 1899 formó parte de un episodio bélico en un enfrentamiento en el sector El Volcán, “hecho que fue sumatorio al de la Revolución Liberal Restauradora, que desde Capacho Viejo lideró Cipriano Castro, y lo llevó a la toma del poder por parte de los andinos, partiendo la historia venezolana en dos”.
Habló también Sosa Pérez, como parte de sus crónicas, de cómo las huellas del pasado colonial permanecen vivas en el municipio Pueblo Llano. “Con una data prácticamente tricentenaria, que en la memoria colectiva hace mención a la guerras europeas, no se sabe quién trajo la tradición, pero cada mes de diciembre, e inicio del mes de enero, celebran La locaina del Niño Jesús”, dijo, refiriéndose a esa tradición de muy vieja data que todavía continúa celebrándose en el mencionado municipio.
“Otro bien interesante, es el del primero de julio de 1813, cuando se da una batalla en Niquitao protagonizada por 200 lanceros que van desde Muchuchíes y le hacen promesa a San Benito, quien forma parte de la identidad de un episodio histórico, que precisamente tuvo su centro en Mérida con el paso de Bolívar por los Andes. En los Pueblos del Sur, nos encontramos a Rosalino Vergara Lobo, quien nació el 23 de mayo de 1923 y falleció un 17 de diciembre, prácticamente iletrado, pero fue un patriota, cada 17 de diciembre desde, cualquier lugar que se encontrara, regresaba a su pueblo para ordenar un Te Deum al Libertador, y no sólo eso, sino, para compilar buena parte de la historia, y lo hizo prácticamente en la anonimia, nadie se enteró de esas cosas, pero esto formó parte de la compilación llamada La crónica de los martes”, dijo para concluir.
“El cronista y periodista son pareja en mi ejercicio diario, pero al llegar al historiador, este tiene método, disciplina científica, exigencia metodológica para presentar los hechos. Uno nos da el lenguaje, el otro el canal y la historia la tenemos de frente para alcanzar la mayor precisión, buscando el dato y acercándonos, sin que tengamos la herramienta necesaria pero procurando que la certidumbre nos alumbre”. (Yasmira Carrasquero. CNP 12405. Prensa ULA)