Salarios y presupuesto deplorables activan protesta en la ULA

La crisis se acentúa, tal y como lo hizo ver el Consejo Universitario de este lunes 16 de mayo de 2016, realizado en la Universidad de Los Andes.  Para esa fecha, la ULA no había recibido los recursos para pagar los sueldos del presente mes, razón por la cual es imposible cumplir con el cronograma de pago previsto. Tampoco se ha recibido el recurso destinado a pagar becas y preparadurías. Solo se recibieron unos porcentajes para unos dos meses y medio de gastos de funcionamiento del total de los cinco meses transcurridos.  El financiamiento de los cursos intensivos también tiene saldo negativo. 

Trancazo

Esta realidad empujó a los trabajadores y docentes universitarios para expresarse en las calles con acciones en diferentes puntos de la ciudad de Mérida, así como en núcleos y extensiones de Trujillo, Táchira, Tovar, El Vigía, Barinas, Guanare y oficina de enlace en Caracas. Una acción denominada  “El Trancazo” se cumplió de manera pacífica y contundente dejando ver la deplorable realidad que atraviesan los universitarios que, aparte de que perciben un salario indigno, ahora tienen que sufrir atrasos en el pago de este y de otros beneficios de diferentes índoles. 

Las acciones de ese lunes 16 son la continuación de las protestas de la semana pasada, cuando los trabajadores universitarios de la dependencia del Rectorado de la Universidad de Los Andes, decidieron activar el derecho plasmado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, a las afueras de este recinto. En esa oportunidad la respuesta de un grupo de choque, aupado desde los factores oficialistas del gobierno regional, fue una ataque violento, verbal y físico contra los ulandinos. La acción se perpetró ante la vista de personeros de gobierno regional y del parlamento regional, justo a unos 15 metros de proximidad. 

A ello se le sumó las agresiones al ciudadano rector y a las instalaciones del Edificio del Rectorado, con el fin de falsear una realidad con respecto al comedor universitario, pues el dinero lo maneja es el gobierno.

El Consejo Universitario, tras la deliberación en relación con estos episodios, aprobó un documento de denuncia y rechazo a las agresiones sufridas por el personal universitario, el ciudadano rector y las instalaciones del Edificio del Rectorado de la Universidad de Los Andes. 

“Los graffitis quedarán como monumento que identifica al fascismo que ataca y amenaza a la protesta legítima de los trabajadores universitarios, quienes están urgidos de un salario digno y un bono alimentario que les permita realmente afrontar el alto costo que tienen estos”, dijo el rector Mario Bonucci.

 

El cuerpo mayor universitario detuvo su sesión para sumarse a El Trancazo que se escenificaba en frente del Edificio del Rectorado, hasta la culminación de la jornada pautada a desarrollarse durante una hora (de 9 a 10 am). Vale destacar que la Intergremial informó que emprenderá una serie de acciones para los próximos días ante lo que consideran es un maltrato a los universitarios.

Por su parte el sector profesoral, en la voz de Virgilio Castillo, presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad de Los Andes (Apula), intervino en el CU para solicitar apoyo en las actividades que van a desplegar para desnudar la realidad que asfixia a este plantel universitario debido a salarios deplorables y al no cumplimiento de deudas y salarios por parte del Ejecutivo Nacional.

Comedor

La grave situación de los comedores universitarios fue expuesta por los diversos sectores que intervienen en los procesos de licitación y compra, la recepción de alimentos, procesamiento, planificación del menú, la preparación y los usuarios. El mantenimiento  y reparación de los equipos, la rotación del personal  también fueron puntos discutidos. 

La raíz del problema radica en el aspecto presupuestario, cuya responsabilidad recae sobre el Gobierno nacional. Las autoridades universitarias siempre han activado los mecanismos propios de solicitud continua de dichos recursos, pues la irregularidad en la cesión de las partidas, la escasez de alimentos proteicos y de carbohidratos, además de falta de utensilios se combina para crear una receta que produce malestar general que siempre termina con protesta de los estudiantes en la calle. 

Los más afectados, los estudiantes, que son los usuarios, tuvieron la voz cantante en la sesión del CU que dio parte a esta discusión, la derivación de los criterios condujeron a la instalación de una Comisión que se encargará diagnosticar el problema y cada una de sus implicaciones, todo plasmado en un informe de necesidades y rehabilitación de espacios.

Entre las decisiones prevalentes, destacaron que cada instancia debe plantear, desde su perspectiva, un informe sobre el problema y las soluciones que considere pertinente.

Una auditoría detallada de los cargos para la reposición de personal, la revisión de la frecuencia de los reposos se suma a las propuestas votadas. Igualmente la creación de un Comité de Usuario por parte del sector estudiantil y una comisión que permitirá ejercer el control sobre lo cotidiano y manejo de insumos en los comedores.

Ante las dificultades que tiene la ULA para la adquisición de productos, se planteará que el arroz, pasta, pan, entre otros, los entregue el Gobierno nacional.

El CU se dirigirá a la directora de Oficina de Planificación del Sector Universitario (Opsu) para que, en el marco de la emergencia económica, permita a la ULA la adquisición de los productos de manera expedita y directa para afrontar el problema actual.

Finalmente, entre otras propuestas, se pautó la realización de un Consejo Ampliado para el debate del caso del comedor previsto para dentro de un mes, aproximadamente.

 

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