José Maria Andérez: “Nuevo sistema de admisión es discriminatorio”

Sorpresivamente el Gobierno Nacional, a través de la Opsu, en el proceso de asignación de cupo para los bachilleres que empiezan sus estudios a partir del mes de septiembre de este año y que cubre hasta junio del próximo año, asignó a más estudiantes de lo que le correspondía, ya que anteriormente la universidad asignaba el 70 por ciento de los cupos y el 30 por ciento restante le correspondía a la Opsu. Esta fue una decisión inconsulta, contraria a la autonomía universitaria y a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la cual, en su Artículo 109, consagra el derecho que tienen las universidades para dictar sus propios reglamentos, por lo que la política de admisión le corresponde a las universidades y no a la Opsu.

“Desde el punto de vista legal, legítimo y ético, la Opsu está tomando decisiones que no le corresponde. Pero ese no es el problema principal, lo medular es que se diseña un nuevo sistema de admisión por encima de la competencia de una comisión del CNU que tenía, dentro de sus mandatos, el diseño de un sistema de admisión coherente, comprensivo y útil, para todas las universidades venezolanas. Esa comisión se reunió varias veces y tenía un trabajo adelantado y, misteriosamente, en el último año jamás fue convocada y la Opsu sale ahora con un nuevo sistema de admisión discriminatorio, porque pone a competir de manera desigual los bachilleres venezolanos. Aquellas personas que provengan de un colegio privado y que su situación socioeconómica no sea precaria, rara vez van a tener oportunidad de ser asignadas por la Opsu en alguna carrera. Además construyen un baremo para la generación del índice académico que no tiene pies ni cabeza, en donde se le asigna apenas el 50 por ciento del peso a las notas de bachillerato (cuando antes era casi un 90 por ciento), del otro 50 por ciento, se asigna el 30 por ciento a la condición socioeconómica, el 15 por ciento a la territorialidad y el 5 por ciento a la labor comunitaria, aspectos que son prácticamente imposibles medir y que dependen de la discrecionalidad de un funcionario”, explicó José María Andérez, secretario de la ULA.

Si el anterior sistema de la Opsu nunca pudo ser auditado y se le hicieron muchas críticas tanto por sus funcionarios como por los Secretarios de las universidades, pues el mismo era inauditable, dado que ocurrían cosas extrañas, tales como que las materias de Física, Química y Matemáticas, en numerosos liceos del país, no se dictaban en 4 y 5 año, porque no había profesores y luego se les ponía una nota equivalente al promedio del resto de las materias, con lo cual se le alteraba el promedio real del estudiante. “El invento del Programa de Ayuda Académica Sucre que sirvió para que estudiantes con promedios de 12, 13 y 14 puntos, le quitaran los cupos a quienes tenían 18, 19 y 20 puntos, es otro ejemplo de la poca transparencia del sistema de ingreso anterior. Este nuevo sistema es discriminatorio y está montado sobre la generación de un índice académico que es irreal, fácilmente manipulable y que jamás va a poder ser auditado. La selección que está haciendo la Opsu con el nuevo sistema de admisión, admite la discrecionalidad y no aguanta ninguna revisión seria. Las pruebas de admisión de las universidades pueden ser siempre criticadas y pueden ser mejoradas y en la ULA, se hace con frecuencia, tratando de buscar los problemas que presentan, con el objeto de corregirlos, pero en esas pruebas los estudiantes que vienen de un colegio público o privado, de un estrato social bajo o alto, tienen la misma oportunidad de presentarlas y que a través de ellas puedan ser admitidos. Con este nuevo sistema de admisión, una parte importante de los jóvenes venezolanos, no podrá, por vía de la Opsu, ingresar a las universidades nacionales”, señaló el profesor Andérez.
El secretario de la ULA, manifestó que llevará esa materia al Consejo Universitario, con un informe jurídico, donde se demuestra claramente que la universidad es quien tiene competencia para decidir sobre su régimen de admisión y si el Consejo así lo estima, seguirán aplicando las pruebas de admisión.

“Esta decisión de la Opsu, inconsulta y extemporánea está ya generando dificultades, porque esa imposición de manera unilateral, dará expectativas a un grupo de jóvenes venezolanos y excederá la capacidad que tienen las universidades para cumplir con la asignación de la Opsu y con la asignación por mecanismos internos que ya tenemos. La Opsu ha asignado cupos que ya están comprometidos, inclusive desde el año pasado. Rechazamos contundentemente este nuevo ataque a la Universidad y su autonomía y reiteramos que los grandes problemas que tiene la educación venezolana, no se resuelven con medidas unilaterales e imposiciones, su solución pasa por el diálogo y la concertación y para ello Gobierno Nacional y las Universidades, deben necesariamente conversar y buscar puntos de coincidencia y desterrar la descalificación y el insulto como medios de comunicación. Finalmente quiero preguntar, quién le explicará ahora a los jóvenes estudiantes que se esforzaron en su bachillerato y fueron exitosos, por qué  no van a poder ingresar a la universidad pública, por qué su talento y rendimiento no son suficientes, tienen acaso ellos culpa de su condición socioeconómica, o de su procedencia geográfica, quién se hará responsable de darles una explicación”, dijo finalmente el profesor Andérez.

 

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