Analizan política de seguridad de EUA en la frontera con México

La doctora Marleny Bustamante durante una exposición en las jornadas del Cdchta (Archivos Prensa)

Durante una investigación impulsada con el  programa  Fulbright, la doctora Marleny Bustamante, de la ULA Táchira, estudió los cambios en la política de seguridad en Estados Unidos y su impacto en la frontera con México, en el sector de Tijuana-San Diego, a raíz de los sucesos relacionados con las Torres Gemelas del 11 de septiembre de 2001.

Los resultados de esta investigación fueron presentados por la profesora Bustamante en una actividad de divulgación propiciada por la jefatura de la carrera de Comunicación Social, a cargo del profesor Reynaldo Cortés, en la ULA Táchira, cuyo objetivo fue dar a conocer los conocimientos adquiridos y las experiencias de los profesores que han sido beneficiarios del programa de intercambio educativo internacional Fulbright.

La actividad se realizó en la sala de Usos Múltiples y contó con la intervención de los profesores Marleny Bustamante y Francisco Velásquez Gago, quienes intercambiaron especialmente con estudiantes de la carrera de Comunicación Social.

Relevancia del tema

La doctora Marleny Bustamante, investigadora del Centro de Estudios de Fronteras e Integración, CEFI, y actual coordinadora de Investigación de la ULA Táchira, durante su exposición señaló que optó a este programa de becas Fulbright en el año 2009, luego de concluir una investigación sobre la Zona de Integración Fronteriza, ZIF, entre el Táchira y el Norte de Santander, ante lo cual consideró pertinente investigar “la frontera más activa del continente americano”, como es la que se ubica entre México y los Estados Unidos. La profesora Bustamante investigó la política de seguridad de Estados Unidos, posterior a los hechos del 11 de septiembre en las Torres Gemelas, y sus repercusiones en la frontera San Diego-Tijuana.

Para iniciar su investigación conversó con profesores de la Universidad de San Diego y formuló una  propuesta de investigación un año y medio antes del inicio de la beca, la cual fue aceptada. La recolección de datos duró 6 meses para obtener la data de la investigación. Se hizo un cuestionario para entrevistar a 50 personas, de las cuales 25 serían en Tijuana y 25 en San Diego, finalmente contestaron solo 18 personas, la mayor parte de éstas, ubicadas del lado de los EUA.

Rejas divisorias colocadas en la frontera entre San Diego y Tijuana

La investigadora expuso que

-       Se trató de investigar el impacto de la política de seguridad de los EUA en la frontera ubicada entre California y Baja California. Se estaba cumpliendo una década del ataque a las Torres Gemelas,  al Pentágono y a la Casa Blanca, hecho que hizo cambiar la política de seguridad de ese país.

La docente quiso analizar el impacto de este acontecimiento en la política de seguridad de EUA y específicamente su impacto en dicha frontera. Destacó que la frontera entre México y Estados Unidos posee una extensión de 3.180 kilómetros. De todo ese espacio, únicamente el sector ubicado entre California y Baja California está poblado por alrededor de 6 millones de personas, de las cuales un poco más de 3 millones se ubican en California y un poco menos de 3 millones en Baja California. La profesora Bustamante trabajó específicamente el espacio fronterizo ubicado entre San Diego y Tijuana.

Mediante el cuestionario adoptado se buscó preguntar a las personas sobre cómo les afectó la nueva política de seguridad del Estado y sus implementaciones en dicha frontera para conocer las adaptaciones que han tenido que realizar los grupos para integrarse en la dinámica cotidiana, así como los propios cambios para ellos como habitantes de la frontera. La investigación logró demostrar las dificultades existentes que hacen “que les cueste mucho a los habitantes de ambos lados desplazarse en dicha frontera”.

Efectivos de la policía federal de EUA en la frontera entre San Diego y Tijuana

Con la investigación también se pudo apreciar que, según la profesora Bustamante:

  - La militarización que se ha producido en dicha frontera tiene una marcada visión de securitización de la seguridad con la que no se busca ya prevenir sino una actitud más militar. Con lo cual,  los militares tienen un papel mucho más activo, en el marco de un concepto de seguridad en el que se tendió a confundir la guerra al terrorismo con la guerra contra las drogas, entre otras, se impuso una cortina de acero, se dejó de lado el concepto de que el migrante puede ser un migrante por razones económicas u otras, para percibirlo como una persona que viola la seguridad del Estado.

Nuevos mecanismos de control

Hoy día, añade la docente,  se puede señalar que dicha  política “tiene mucho de racista”. Las nuevas normas de seguridad contemplan una tarjeta –parecida a las de crédito-, que debe presentarse para poder pasar, el problema es que obtener dicha tarjeta conlleva una serie de requisitos que no todo el mundo tiene, ahora hay que tener pasaporte, seguro de vida, demostrar la posesión de bienes personales en el país de origen, todo lo cual  “ha producido una separación o una distinción entre quienes tienen la Sentri (como se le denomina a la tarjeta) y quienes no la tienen”.

Para implementar dicha política:

-        Se han adoptado nuevos instrumentos de control en la frontera tales como cámaras, sensores, capta huellas, entre otros, a lo largo de la cerca de seguridad que se establece,  se han creado carreteras para el desplazamiento de patrullas. Esos cambios en política de seguridad hicieron que, incluso, se modificara la topografìa del terreno para crear tres cercas, cada vez hay más requisitos para pasar y  cada vez hay más muertos tratando de traspasar la frontera, se habla de un espacio de impunidad, allí, en ese paso en el que no impera la ley sino la fuerza.

Imagen alusiva a los migrantes en la frontera Tijuana San Diego

Afectaciones humanas

Las personas de las escuelas que podían antes pasar por allí,  de visita al otro lado o las personas que iban del otro lado a visitar enfermos,  ya no lo pueden hacer de manera libre, ahora para hacerlo tienen que pasar por las cámaras y  por todo un proceso sistematizado.

Refirió también la investigadora que las autoridades de estos pasos fronterizos no fueron tomadas en cuenta en el diseño de esta política de seguridad. Los habitantes de la frontera de ambos lados hablan de haber tenido un impacto similar, la economía de la zona se ha afectado, al igual que el sector industrial. Se ha producido una reubicación de la maquila,  más al sur, y en Centroamérica. “Hasta las actividades filantrópicas y educativas se han visto afectadas”.

Entre las conclusiones del trabajo realizado, la docente puede apreciar las adaptaciones que han tenido que hacer las personas a los cambios: antes de esta política los angloamericanos iban a Tijuana a buscar varios tipos de servicios, ahora resuelven no ir, no cruzar la frontera.

Los sandieganos que tenían algún tipo de establecimiento del lado mexicano deciden ahora no cruzar, o a veces reúnen 5 o 6 actividades de las que antes realizaban de manera separada para poder atravesar la frontera ante tantas dificultades, es decir, prácticamente “decidieron vivir de un solo lado de la frontera”.

Imagen tomada en la Casa del Migrante "Juan Bosco Nogales"

En Tijuana están desarrollando actividades para atraer la presencia de los propios mexicanos del interior del país ante la ausencia de las personas que provenían del otro lado, incluso “las actividades culturales se perdieron,  hubo diásporas de artistas”.

Los sectores industriales y comerciales de ambos lados han logrado sentarse, juntar ideas, para hacer saber al Estado (EUA) del impacto de la política de seguridad en la frontera, en demanda de poder participar en la toma de decisiones.

Como una conclusión general la profesora Bustamante acotó que:

-       La gente de frontera con relación a como la veían (a ésta, a la frontera), a como la vivían o la actuaban afectó drásticamente, al menos en el corto plazo, desde el punto de vista macro que se consideraba que con la globalización  se iban a abrir las fronteras, estos atentados terroristas y esta política de seguridad muestran que los ingresos no pueden ser tan libres y hay encerramientos, enclaustramientos que impiden la movilidad de algunos  actores y sectores, mientras la tecnologías pasan libremente,  las personas no, no todos los  pueden traspasar las fronteras, esto demuestra que el Estado Nación sigue actuando porque no hay una organización externa o un gobierno mundial que controle, está en proceso de adecuación, consolidación,  evaluación y de respuesta de los estados nacionales, porque a ellos no les conviene desaparecer o que haya una instancia superior a ellos.

No hay cambios de política entre Bush y Obama

Consultada la investigadora sobre si se han producido cambios en dicha política entre las administraciones de Bush y Obama, la docente refiere que los cambios de la política de seguridad se producen durante  la administración  Bush “que es cuando ocurre el  atentado terrorista del 11 S”  y es durante la administración  Obama “que se da más la consolidación de esa política”.

La docente recuerda que  “cuando estaba la administración  Bush  ocurrió el atentado terrorista y ello conllevó  la puesta en práctica de una política práctica inmediata de la seguridad en la frontera, en cuando se pedía que la política de seguridad se aplicase de inmediato para la seguridad interna, ya no la externa  desde una visión la geopolítica, sino interna, por eso es que se crea el Departamento de Seguridad Interna o Seguridad Nacional de los Estados Unidos”.

Entonces, aseveró la docente:

-       Hay dos momentos, el primero, el de la puesta en práctica que originó muchos  caos, malos entendidos, fue una política más dirigida desde la entidad federal y poco se tomaron en cuenta las regiones, los estados, luego, cuando se han instrumentado los mecanismos y se ha adelantado y evaluado el funcionamiento de esos instrumentos y de los funcionarios, Obviamente,  ya se puede dar paso a una etapa siguiente que es tomar en cuenta a los actores locales, al menos dicen ya, al menos los oyen, en algunos casos muy específicos, pero la cuestión macro continúa.

Agregó la investigadora que tampoco se han visto  cambios en función de que haya más intercambios humanos, una vez que se establecieron estos mecanismos para el ingreso a EUA, esto se ha mantenido.

Lo que sí han tratado las autoridades es que sean más rápidos los trámites, los procesos se han hecho más expeditos  “pero no para habilitar que haya mayores intercambios, no hay tantos cambios para facilitar los intercambios de las personas de la frontera. El Sentri sigue y va a seguir funcionando,  la discrecionalidad que tenía el empleado de aduanas no se le ha devuelto ni para casos de emergencia”.

En cuanto a qué se avizora sobre esta política para el futuro, la doctora Bustamante sostiene que “habrá que esperar si hay evaluaciones entre una y otra administración, no creemos que tenga que haber cambios porque haya cambio de gobierno, todo dependerá de la evaluación en el establecimiento y consolidación de las políticas en esta primera década de su aplicación”.

Nota: Las imágenes sobre la frontera entre Tijuana y San Diego fueron tomadas de la dirección electrónica http://periples.mmsh.univaix.fr/REMSH/seminaires/Genes/frontera_Imagenes...

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