Facultad de Odontología a la comunidad universitaria y merideña

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD DE LOS ANDES

FACULTAD DE ODONTOLOGÌA

MÉRIDA-VENEZUELA

 

 

COMUNICADO

El Consejo de la Facultad de Odontología de la Universidad de Los Andes, los profesores, estudiantes, empleados, técnicos y obreros que hacen vida en esta institución, nos dirigimos a la comunidad merideña con la finalidad de manifestar nuestra preocupación por la medida adoptada por el gobierno nacional al tomar la decisión de afectar los terrenos de nuestra Máxima Casa de Estudios, ubicados en Campo de Oro y en las adyacencias del núcleo de La Liria, en la ciudad de Mérida. Este hecho que queda formalizado en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, No. 6061 de fecha 09 de diciembre de 2011, constituye un acto de agresión contra la Universidad, y es por demás injusto y lesivo a los intereses de todo el colectivo merideño y nacional.

Los terrenos universitarios afectados por el cambio de uso, forman parte del patrimonio destinado al crecimiento y expansión de lo que ha venido siendo la misión educativa, académica, científica, cultural y social de nuestra institución, cuya historia, más que bicentenaria, ha sido la de cumplir el sueño engrandecedor de Fray Juan Ramos de Lora y de todos los que a lo largo del tiempo se han mantenido fieles a su misión esencial de contribuir con el desarrollo, independencia y soberanía de Venezuela.

Nacimos para asumir el reto de ejercer el apostolado de educar en principios y valores a nuestros jóvenes, de aportar todo nuestro empeño y nuestra brega para estar, denodadamente, al servicio de la nación, y ser, desde un auténtico humanismo, servidores de nuestro pueblo. Nunca la Universidad de Los Andes ha sido indiferente ante el destino de Venezuela; Mérida, la región andina y el país todo saben que el espíritu reinante en nuestros espacios, en sus aulas, en sus pasillos y en cada ambiente donde palpita el entusiasmo de aprender, de crear, de soñar, pensar, descubrir e inventar, no es otro que el de darse con desprendimiento al servicio de nuestros semejantes.

Una historia hermosa y limpia así lo demuestra. “La Serrana Altiva, Nuestra Universidad”, casa de luz y de esperanzas, la que es una junto a las mujeres y hombres que viven en las comunidades que le sirven de asiento, ha escrito páginas de gloria y de heroísmo; sus hijos han ofrendado hasta la propia vida por la defensa de la dignidad humana, por el respeto y la emancipación de su pueblo. Nuestras han sido las alegrías que dibujan los rostros de los jóvenes entusiastas que acuden al llamado de la Universidad para que hagan suyos los retos del saber y el clamor de la gente que, confiada, dirige su mirada al Alma Mater para que, en inquebrantable compromiso, se dé por entero al servicio de la ciudadanía, sin discriminación y sin esperar otra cosa que no sea la satisfacción del deber cumplido.

El Patrimonio de la Universidad es de la nación, no es de una élite, ni pertenece a grupos poderosos, ni tampoco es el fruto de la corrupción. Los bienes universitarios siempre han estado en función social, son bienes para el cumplimiento de la misión que deriva de su esencia y de lo que le ordena la vigente Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y la Ley de Universidades. En el ánimo y en la conciencia de los ulandinos gravita permanentemente la voluntad, el conocimiento y la experiencia para sumarnos a la acción necesaria en función de políticas orientadas a la solución de los problemas de la población. Siempre lo hemos hecho, lo seguiremos haciendo y no renunciaremos al empeño de establecer diálogos y acuerdos con los gobernantes en la procura del bienestar general.

Tomar unos terrenos que representan un recurso importante para la ULA, toda vez que en ellos se tiene proyectado el desarrollo de las edificaciones y de los ambientes que estarán al servicio del pueblo, de la atención de su salud y de la educación de sus hijos, es decretar el despropósito de aniquilar la Universidad autónoma, democrática y popular. Es exponerla al desprecio, manipulando con la atroz idea de que el déficit habitacional es culpa de las instituciones de Educación Superior. Probablemente hay personas interesadas en generar un clima de incertidumbre, de desasosiego, de destrucción, de miedo y de conflictividad. Quienes mal informan y peor asesoran, apuestan, en el fondo, a la ruina, al desprestigio y a la desintegración de la nación.

Nuestra gran riqueza es el pensamiento plural, nuestro mejor recurso es el diálogo, nuestra gran fortaleza es el deseo de cooperar, a pesar de los ataques y de las adversidades, nuestro gran tesoro es la solidaridad y el amor para servir al prójimo. Millares de profesionales sirviendo al país, jóvenes universitarios, junto a profesores, empleados y obreros, sirviendo al pueblo, a lo largo y ancho de la geografía nacional, en las labores de pasantías, prácticas, servicios comunitarios y extensión.

Estamos en el corazón de la gente, de allí no podrán arrancarnos porque, en los hospitales, en los ambulatorios, en las escuelas y en los liceos, en los ambientes clínicos de la universidad, en los campos y en las ciudades nos compenetramos, convivimos y atendemos a la población más necesitada, atendemos seres humanos, atendemos a nuestros hermanos. Esa es la ética que nos inspira, nos guía e identifica a la mayoría de los miembros de la Universidad de Los Andes.

En la Facultad de Odontología de la ULA, todos sus integrantes hacemos causa común a favor de la construcción del Campus Biomédico en los terrenos de Campo de Oro, destinados a tal fin desde hace mucho tiempo. El proyecto que allí se desarrollará tiene como propósito ampliar la oferta para el ingreso de nuevos estudiantes a la carrera de Odontología, potenciar el servicio de asistencia odontológica a la comunidad para que un mayor número de personas pueda ser atendido, como es nuestra tradición desde hace casi 70 años, de la mejor manera, con el mejor personal y con el conocimiento más avanzado.

Prof. Justo Miguel Bonomie M.                                          Prof. Nancy Díaz de Villabona

Decano-Presidente                                                                       Directora-Secretaria