La Universidad de Los Andes está dispuesta a ofrecer su capacidad humana, que es el músculo más importante que mueve a la institución,  al servicio del gobierno japonés,  en aquellas tareas en las que considere que la universidad puede ser útil en la reconstrucción de ese país.

Así lo declaró el Secretario de la ULA, profesor José Andérez, al expresar la manifestación de apoyo y solidaridad de toda la comunidad universitaria ante la calamidad que sufre el pueblo japonés luego del terremoto, posterior tsunami y emergencia nuclear que asolan al país nipón.

José Andérez recordó que la ULA mantiene lazos muy estrechos con Japón y sus instituciones, al punto que anualmente se celebra dentro de sus instalaciones la Semana del Japón y, más recientemente, el gobierno japonés colaboró con la restauración del Teatro “César Rengifo” y donó, entre otros, un piano de cola para realzar actividades culturales. Destacó que la cooperación académica y cultural entre la ULA y ese país ha sido muy intensa.

“En estos momentos tan difíciles para Japón-dijo Andérez- toda la comunidad de la Universidad de Los Andes, autoridades, profesores, estudiantes, empleados y trabajadores en general, se solidariza con su pueblo y apelamos a que se mantenga unido y que, como siempre ha sucedido en ese gran país, se prive la salvaguarda de la vida humana por encima de lo material, y que se puedan rápidamente llevar a cabo las difíciles labores de rescate de aquellas personas que pueden aún estar con vida”.

Abogó  el profesor Andérez porque Japón pueda llevar a cabo la reconstrucción del país lo más pronto posible para que retorne la normalidad, y envió a su pueblo un mensaje de solidaridad, para que sepa que, a pesar de la enorme distancia que nos separa, de este lado está un país como Venezuela y una institución como la ULA, que valora las relaciones fraternales que se han tenido siempre y espera que esta tragedia, que sin duda dejará traumas, puede ser superada  bajo la unidad y perseverancia que a través de la historia ha demostrado el pueblo japonés en momentos de calamidad.