Madre Tierra celebra un nuevo aniversario

Ya son 39 años de celebración, en los cuales la Madre Tierra ha afrontado gran cantidad de problemas ambientales, por lo que el momento es oportuno para discutir que se está haciendo realmente para salvar nuestro planeta.

El Día de la Tierra, el cual se celebra el 22 de abril, es una celebración mundial por la conservación del medio ambiente que permite, año tras año, evaluar la labor, aún necesaria, para proteger nuestro planeta. Muchas organizaciones no gubernamentales (ONG), trabajan para registrar las miles de actividades locales en escuelas y parques que marcan este día, en donde el crear conciencia es parte de su mensaje bajo la premisa de proteger nuestro entorno.

Esta celebración comenzó en 1970, como un movimiento de protesta, impulsado por el senador norteamericano Gaylord Nelson, quien buscaba la forma de acentuar la importancia de la conservación de los recursos naturales del mundo. Éste surgió como movimiento universitario, con el correr del tiempo, se convirtió en un importante acontecimiento educativo e informativo y, desde 1990, es una celebración global del medio ambiente en la que diferentes grupos ecologistas aprovechan para evaluar los problemas ambientales del planeta y para realizar campañas en aras de su protección.

La trascendencia de esta celebración ha permitido que la Universidad de Los Andes se haga partícipe, al igual que el resto del mundo, de esta importante fecha. El profesor Luis Jugo, quien es miembro de la Comisión Universitaria de Asuntos Ambientales, dio sus impresiones sobre la importancia de la misma: “Esta celebración busca llamar la atención de todos y mostrar que la Tierra está sufriendo, sus ecosistemas, su biosfera lo cual, a la vez, evitaría tener una sociedad sostenible para el futuro. Vemos que no hay realmente un sistema a nivel planetario para funcionar con los ecosistemas de manera cónsona, lo que tenemos es un sistema económico de explotación, que más bien es insustentable y que ayuda a la devastación de los bosques, contribuyendo a desertificar el planeta”.

La Universidad de Los Andes, en 1978, publicó un libro denominado Manifiesto Ecológico, en el que se indica que las sociedades muy antiguas desaparecieron porque sembraron desiertos. Un ejemplo de ello fue la civilización Egipcia. Razón por la que el profesor Jugo argumenta la importancia de la sustentabilidad: “Si la humanidad quiere ser sustentable, debe tomar muy en serio el cambiar su patrón de vida y el patrón de consumo. La economía del planeta hay que incorporarla a la ecología y fundamentar la ecología y no la economía. La economía mínima, para no extralimitar los recursos que hoy en día tenemos como mínimos, deben ser conservados para tener una mejor calidad en la vida, además de no contaminar más con todo lo que generamos”.

La Universidad de Los Andes, desde hace más de 40 años, ha promovido la conservación y manifestado su posición ambiental. Por eso, en 1985, a raíz del problema del río Mucujún, el Consejo Universitario, durante el rectorado de Pedro Rincón Gutiérrez, decide crear la Comisión Universitaria de Asuntos Ambientales. Muchos han sido los logros y muchas las actividades en pro del medio ambiente por parte de la ULA, tal como lo expresa el profesor Luis Jugo: “Se han hecho muchas cosas y montado diversas actividades, tales como el Circuito Universidad de Los Andes para el Manejo Integral de Desechos (Ciulamide), el Aula Ambiental, el Proyecto Albarregas, así como la promoción de la Política Universitaria Ambiental y, en este momento, con la Academia de Mérida, la comisión maneja el Proyecto de Ciudad Sostenible, que tiene ya tres años. En la actualidad también se está trabajando en la creación de la Cátedra Libre para el Estudio del Cambio Climático, esto nos va a permitir diversificar un poco más las actividades ambientales, para que lleguen a toda la población, tanto universitaria como merideña. El problema socio ambiental debe llegar a toda la población, los universitarios debemos velar por eso, además de que está en la Constitución que la educación ambiental es obligatoria a todos los niveles, tanto dentro como fuera del sistema educativo”.

Para este miércoles, la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, el Grupo de Investigación sobre Cultura, Gerencia y Ambiente, la Oficina de Asuntos Ambientales de Faces y el Grupo Ecológico Montaña Verde, realizarán una gran caminata que partirá a las 10 de la mañana desde la plaza de Milla hasta la plaza Bolívar de la ciudad de Mérida, para fomentar la conciencia por la protección del medio ambiente. En este sentido, el profesor Luis Jugo, miembro de la Comisión de Asuntos Ambientales, hace extensiva la invitación a toda la comunidad merideña y ulandina para que se una a la misma para de esta manera fomentar la conciencia ecológica en aras de la salvación de nuestro planeta Tierra.