ULA convocó a su primera sesión presencial del CU en 2021

 

La primera sesión presencial  del Consejo Universitario (CU) de la Universidad de Los Andes (ULA)  se realizará el miércoles 17 de febrero de 2021, a partir de las 9 de la mañana en el Aula Magna y con las medidas de bioseguridad pertinentes por pandemia Covid-19. La convocatoria la hizo el rector Mario Bonucci, en uso de las atribuciones conferidas en la Ley de Universidades.

Los objetivos de esta sesión se centran en considerar la agenda ordinaria número 3, la discusión punto pendiente de la Facultad de Cs Jurídicas y Políticas, el debate sobre del Documento presentado por la Comisión que preside el Decano  de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (FACES) Raúl Huizzi, que versa sobre re-distribución presupuestaria, documento que, el mismo decano solicitó que su informe se discuta en una sesión presencial.

El punto de cierre en la agenda será una nueva discusión con los elementos de vigencia en torno a la situación universitaria. 

El rector expresó que la justificación de la presencialidad, alude a la reciente sesión virtual del CU, en la que por unanimidad se acordó exhortar a la comunidad universitaria a incorporarse al trabajo presencial al menos un día a la semana, durante las semanas de flexibilización. “Con esta sesión presencial del CU estaríamos estimulando a que toda la comunidad se suma a este exhorto” dijo la autoridad ulandina.

Como es del conocimiento del cuerpo y la comunidad universitaria,  quien suscribe esta convocatoria, junto a diversos sectores, en especial el estudiantil,  han solicitado una sesión presencial para discutir la crisis universitaria y el reinicio de actividades docentes de pregrado no-presenciales en algunas Facultades que, por diversas razones,  no se han sumado al llamado que hizo este CU.  “Ya otras Universidades Nacionales Autónomas,  respetando las medidas de bioseguridad,  están realizando por lo menos 2 sesiones presenciales al mes” dijo.

Motivación de esta sesión

Existe una crisis generalizada,  en todos los ámbitos,  en nuestro país.  Ejemplo de ello es el racionamiento o dificultad para acceder a gasolina,  al gas doméstico,  a servicios de calidad tales como telefonía e internet.  El continuo racionamiento de la electricidad ha disminuido la calidad de vida del venezolano,  y en particular la del andino.

Por otra parte la hiperinflación,  el deterioro progresivo y generalizado del poder adquisitivo del salario ha producido una de las migraciones más grande de la historia. Obviamente esta migración ha incidido en todos los sectores,  y de ello no ha escapado las Universidades Venezolanas. Antes de la pandemia, en este Consejo Universitario se dio a conocer que entre 2017 y 2019 se había perdido más del 40 por ciento de la matrícula estudiantil. 

Quienes gobiernan han sometido a la universidad a un recurrente acoso presupuestario que ha vuelto obsoleta buena parte de sus instalaciones. La Universidad de Los Andes permanece ocupando buenos lugares en el ranking internacional Latino americano,  pero  se continúa descendiendo sensiblemente en ellos. 

El sector público nacional ha sido uno de los ámbitos más golpeados por esta crisis.  De hecho,  no hace mucho, según estudios de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), se contabilizaron  unos seis millones de empleados públicos en Venezuela. Por algunos indicadores de estos estudios se  presume que la cifra ronda hoy día los 2,4 millones. 

Además de la existencia perversa de la hiperinflación, ya se aprecia una "dolarización" de hecho, más no de derecho, y encima,  inflación en divisas extrajeras, lo cual revela una especulación campante. No se aprecian esfuerzos por erradicar esta situación. 

Al igual que en prácticamente todos los sectores públicos, la mayoría de los universitarios perciben unos salarios que oscilan entre los 2 y 5 dólares mensuales, o 2/30= 0,07 y 5/30= 0,17 $/ día,  lo que les califica como indigentes. Esta calificación se fundamenta en lo el Banco Mundial coloca en el rango de pobreza crítica o indigencia a todo aquel que perciba menos de 1,9$/diarios. Con la dolarización y la hiperinflación es inviable vivir sólo con un sueldo universitario. Y es por ello que muchos universitarios han iniciado emprendimientos. 

A todo este oscuro panorama se agregue la pandemia de la Covid-19, que ha terminado de minar la calidad de vida del universitario, bien por las mismas consecuencias de la pandemia,  bien por la ausencia de un sistema de seguridad social. La situación salarial y la ausencia de seguridad social en la universidad obliga a preguntarnos: ¿Si mañana termina la pandemia,  y el Consejo Universitario llama al reinicio de actividades, cuántos retornará?

Frente a este panorama el Consejo Universitario ha realizado grandes esfuerzos por mantener vigente la institución. El 17 de Julio del año pasado se decidió iniciar actividades docentes de pregrado no-presenciales.  Ha sido una experiencia enriquecedora, pero ha mostrado grandes debilidades y por supuesto, inequidad en el acceso a esta modalidad por muchos estudiantes.  Por ejemplo, en la ciudad de Mérida hay sectores que ni siquiera tienen cobertura celular y menos internet telefónico.

Muchas carreras y Facultades completas se han sumado a esta experiencia de no-presencialidad, que para muchos de nosotros no es nueva, sin embargo, otras no, por diversas razones. Una de estas razones es el tema salarial del cual incluso ha surgido una variedad de propuestas una de ellas inconstitucional como la de cobrar a nuestros estudiantes.

El anterior hilo discursivo revela la necesaria reflexión. ¿El modelo de Universidad, no sólo académico, sino el sistema administrativo que lo apoya, que se ha tenido hasta ahora, debe mantenerse?  ¿Qué hacer para seguir manteniendo la vigencia necesaria? ¿Cómo servir de articulador de todos los sectores universitarios y fuerzas vivas para la defensa de los valores fundamentales de la República?, ¿Cómo lograr recursos vía donaciones y otras fuentes? 

Convocados a participar

Por medidas de bioseguridad no podrá ser una sesión con muchos participantes. Habrá control de acceso en el edificio del rectorado. El ingreso será sólo por el estacionamiento. No se garantiza puesto de estacionamiento para todos. 

En este sentido la sesión presencial contará con los miembros del CU y el personal de apoyo, lo que suma cerca de 30 personas. Un representante por cada gremio universitario que engloba solamente a 5 invitados, es decir, estos invitados no podrán traer acompañantes. Igual caso corresponde a la única presencialidad de la presidenta de la Federación de Centros Universitario (FCU).

Es importante reiterar que debido a las normas de bioseguridad,  no se aceptarán observadores adicionales. 

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