Déficit presupuestario afecta actividades regulares de la Facultad de Ciencias

Miembros del Consejo de Facultad de Ciencias conocen la realidad presupuestaria de cada una de las dependencias que también dirigen, pues son las principalmente afectadas por la falta de recursos (L. Altuve)

**El 80 por ciento del presupuesto asignado lo dedican a la adquisición de artículos de oficina e implementos de limpieza, situación que deja a la dependencia universitaria sin los recursos necesarios para comprar los reactivos e implementos necesarios para los laboratorios docentes y de investigación

La sesión del Consejo de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Los Andes dedicó parte de su jornada al análisis presupuestario de lo que el decano Nelson Viloria, califica como una grave situación que confrontan con los recursos ordinarios que le son asignados a la dependencia universitaria cada año.

En este sentido, explicó el profesor Viloria que para el año 2013 la Facultad de Ciencias recibirá en total 500 mil bolívares destinados a su funcionamiento administrativo y académico, monto del cual se toma un 80 por ciento para la compra de artículos de oficina, de material para el mantenimiento de sus espacios, lo que prácticamente deja sin recursos para la adquisición de reactivos e implementos de uso cotidiano dentro de los laboratorios académicos, principalmente los de la carrera de Biología y Química, lo que en consecuencia genera una situación que considera como drástica.

“Los precios se han multiplicado en dos o tres veces, el presupuesto ordinario ya no aguanta más, por ello la necesidad de alertar a los miembro del Consejo de Facultad de la situación grave que vamos a confrontar, ya que cualquier mantenimiento eléctrico o de plomería, por pequeño que sea, es costoso, aunado a la cantidad de cosas que suceden en una dependencia universitaria como la Facultad de Ciencias, donde a pesar de todo se cuenta con el apoyo desinteresado de la Dirección de Ingeniería y Mantenimiento que, de alguna manera, cubre las expectativas dentro de la infraestructura”, dijo Viloria.

Agregó el decano que desde hace tiempo, la Facultad de Ciencias no cuenta con un presupuesto ordinario para la adquisición de reactivos, los cuales llegan pero a través de recursos extraordinarios diligenciados dentro y fuera de la Universidad de Los Andes, así como por la asignación de recursos provenientes de proyectos que llevan adelante los laboratorios y grupos de investigación, además del financiamiento que reciben de organismos nacionales, como la Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU) y el Ministerio de Educación Universitaria, entes que aprueban proyectos específicos para la dotación de reactivos, sin embargo estima que los mismos nunca cubren las expectativas, por ende continúan con la dependencia y  apoyo de los grupos de investigación.

Las actividades de extensión y las cotidianas se ven afectadas, lo que pueden hacer en estas áreas es con recursos extraordinarios, o bien con lo poco que financia la Codepre. “El Ministerio de Educación Universitaria tiene una política errada, y es que el presupuesto extraordinario siempre equivale a un 100 por ciento del presupuesto ordinario, y obtenerlo además tiene sus dificultades, debido al decreto de gastos suntuarios, la Ley de Contratación, la tardanza y aprobación de esos recursos, pues cuando llegan casi está finalizando el año y no da tiempo de hacer el proceso de licitación. Siempre comenzamos el año esperando los recursos no ejecutados, los cuales este año, y en pleno mes de marzo, aún no ha sido aprobado por el Consejo Nacional de Universidades, y nosotros dependemos de esos recursos pendientes de 2012. Estamos ante una situación cíclica, recurrente que se agrava por el aumento desmesurado de precios que se vive en el país para este momento”.

Señaló el decano de Ciencias que para el año 2013 lograron un aumento del 20 por ciento en su presupuesto, pero que en la realidad no les alcanza para comprar la mitad de lo que adquirieron en 2012, dado que el mismo se disminuye a menos de la mitad por la inflación y la especulación, lo que mantiene el histórico presupuesto deficitario de una Facultad como Ciencias que posee el mayor número de laboratorios. “Tenemos una disminución de la infraestructura y de los equipos, que sólo se ha visto auxiliada por los proyectos del Fonacit, que es lo que mantiene la investigación en esta Facultad”.

Aunado a lo anterior, señaló que afortunadamente el Fonacit comenzó a financiar los proyectos de los grupos afiliados al PII, recursos que tampoco son fáciles de obtener o ejecutar dado que los mismos vienen condenados por tres razones, a saber: el tiempo de entrega, la comisión de licitación y el permiso ante la Vicepresidencia de la República. “Tenemos esa espada de Damocles. Los recursos que llegaron en 2012 para los proyectos aún no han sido ejecutados, porque ni siquiera fueron a parar al saldo de recursos no ejecutados, menos han sido aprobados por el CNU. Es una traba burocrática que nos impide ejecutarlos, y una vez que logremos obtenerlos se verán afectados por la inflación, la devaluación y la especulación”.

Aclaratoria

El decano Nelson Viloria aprovechó la oportunidad para aclarar la posición de la Facultad de Ciencias de la ULA frente al Sistema de Evaluación, Supervisión y Acreditación (SESA). “El Consejo de Facultad fue enterado del SESA, por lo que fijó su posición y da la bienvenida a cualquier sistema de acreditación. Lo que pasa es que no fuimos enterados a tiempo, consideramos que no puede suceder de esa manera, que debe darse un tiempo, sobre todo porque se había informado que el día 28 de febrero sería aprobado por el CNU”.

Al respecto comentó que el Consejo de Facultad no se ha dedicado a analizar los indicadores en particular sobre qué contiene la propuesta, sino en general, la Facultad da el visto bueno a cualquier proceso de acreditación y de supervisión, debido a que ya han participado en evaluaciones como las establecidas en el Programa de Andrés Bello de la Universidad de Los Andes. “No tenemos problemas con el sistema de acreditación, pero sí con un sistema de acreditación que no se haya informado ni discutido adecuadamente para su implementación”. (Yasmira Carrasquero. CNP 12405. Prensa ULA)

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