Lluvias torrenciales también han impactado en infraestructura universitaria

 Expresó el vicerrector Manuel Aranguren 

En el Núcleo "Rafael Rangel" de Trujillo también se ha sentido el impacto de las lluvias.Foto:RDF

Mérida y gran parte del territorio nacional han padecido el impacto de las lluvias registradas en días recientes, afectación natural de la que no escapa la infraestructura de la Universidad de Los Andes (ULA), la cual, en varios espacios del campus ulandino, ha sufrido sus consecuencias, tal como lo dio a conocer el vicerrector administrativo de la institución, profesor Manuel Aranguren.

Detalló el profesor Aranguren que en el conjunto universitario de La Hechicera en la ciudad de Mérida, no hay servicio de agua potable debido a dos factores fundamentales: el primero, porque unos vándalos se desplazaron un par de kilómetros para deteriorar las tuberías que trasladan el preciado liquido y también debido a que la crecida del río colapsó los desareneradores por la gran cantidad de sedimentos que arrastra lo que afecta de igual manera a los estanques de captación.

Aranguren, acompañado del director de Ingeniería y Mantenimiento de la ULA, Omar Ruiz, recordó que ese acueducto no está bajo la administración de la empresa hídrica regional, Aguas de Mérida, sino que le pertenece directamente a la universidad y ante esa realidad, se hace imprescindible la activación del trabajo entusiasta de los trabajadores adscritos al Sindicato de Obreros de la Universidad de Los Andes (Soula), a pesar del llamado a paro que el gremio convocó para luchar por las reivindicaciones laborales.

Pero eso no es todo, las torrenciales lluvias acrecientan las inundaciones y filtraciones en gran parte de la infraestructura de esta casa de estudio, como por ejemplo en los techos de la Dirección de Asuntos Estudiantiles (Daes), así como en el techo del area de computación de la Facultad de Arte ubicada en La Hoyada de Milla y en el edificio “A” del Núcleo Trujillo, el cual requiere de un trabajo intenso en los techos, pero por la grave limitación presupuestaria que padece la ULA de momento es muy difícil que se pueda hacer esa importante inversión.

Comentó Omar Ruiz que la Oficina de Planificación del Sector Universitario (Opsu) debe estrechar lazos de trabajo con la ULA para dar respuesta a tantos problemas que se presentan en este sentido, uno de ellos, los requerimientos del comedor de Liria, entendiendo que si se destinan los recursos, la Dirección de Ingeniería y Mantenimiento puede orientar todo lo referido a infraestructura y planta física, mientras que la Dirección de Servicios Generales puede hacer lo propio con lo concerniente a equipamiento.

En relación con el problema presentado con el alcantarillado de la Biblioteca Integrada de Arquitectura, Ciencias e Ingeniería (Biaci), ubicada en La Hechicera, la cual hay señalamientos de que sufre de saturación del drenaje de agua, provocando inundación de la parte baja de la biblioteca, Ruiz relató que entre los meses de agosto y septiembre, los obreros procedieron a hacer una limpieza a fondo de ese alcantarillado pero encontraron latas de aceite, envases plásticos y todo tipo de desechos producto de la imprudencia de personas que generan diversas actividades comerciales con vehículos en el entorno, por lo que hace un llamado de atención para que se genere conciencia de preservación ambiental por parte de las personas que se dedican a esa actividad.