CU: ¿Qué universidad encontraremos en septiembre?

El salario de miseria que impulsa la diáspora de docentes y  trabajadores, la depauperación de la economía en el hogar de los estudiantes sumado al drama del abandono y el éxodo, así como la insuficiencia presupuestaria impuesta desde hace más de una década a la Universidad de Los Andes,  conforman el escenario crítico que está destruyendo, de manera sistemática, el conocimiento y la infraestructura de  la academia, así como su investigación, extensión y fuerza laboral.

Ante este esquema de vicisitudes, los decanos miembros  del Consejo Universitario de la Universidad de Los Andes,  detallaron la mañana de este lunes 16 de julio de 2018 las distintas particularidades que aquejan a las dependencias bajo su gestión.

Trabajar desde las propias capacidades y determinación autónoma implica la obtención de los recursos presupuestarios acordes a las necesidades, pero además el salario debe tener, por esencia, las características de un emolumento acorde a la escala de costo de la canasta básica alimentaria. 

La gran mayoría de los decanos señalaron que, junto a docentes, personal y estudiantes, han logrado planificar jornadas y planes creativos de mantenimiento de laboratorios, aulas y espacios abiertos.  Otros afirmaron que sólo han podido circunscribirse a acciones prioritarias, pues les ha sido imposible asumir la totalidad de las necesidades.

Lo que es claro es que no hay un solo rincón de la universidad en los que los efectos de las crisis de país no haya llegado con su destructivo efecto. 

El anuncio general de los decanos es que no tienen certeza de lo que van a encontrar en sus dependencias una vez concluya el receso vacacional. La pregunta que surge para todos es: ¿Qué universidad nos vamos a encontrar en septiembre?

En esta sesión de carácter extraordinario estuvo presente la representación de los gremios y dirigencia estudiantil de diferentes facultades de la ULA.

Un punto de interés, por el valor de los hechos y sus consecuencias, fue la intervención de la Coordinación del Observatorio de Derechos Humanos de la ULA, la cual señaló que es imperante la actualización de las tablas de migración y éxodo universitario y la actualización de cifras del colapso de salud de los universitarios. Aconsejaron igualmente enfatizar las denuncias en relación con las injerencias del sistema judicial que afectan la autonomía de la universidad y las cifras referidas a casos de impunidad en hechos de violencia reflejados o suscitados dentro de la universidad. Otro aspecto que consideraron evidenciar es la obstaculización para el intercambio científico y el escaso acceso a internet, lo que denota  faltas graves a la libertad académica. Este compendio permitirá actuar ante organismos internacionales de derechos humanos que lleve a resultados directos sobre los responsables.

Lo aprobado

Con la presencia de sus consejeros, gremios, estudiantes, directores de dependencias centrales y representantes de todos los movimientos estudiantiles, el Consejo Universitario de la ULA discutió ampliamente la crisis universitaria y entre varias propuestas aprobó:

1. Declarar a la Universidad de Los Andes en colapso inducido por la acción gubernamental, mediante:

- Salarios de miseria que no satisfacen el contenido del artículo 91 de la Constitución de la República, además que no tenemos protección social en materia de salud,

- Asfixia presupuestaria que está produciendo una paralización progresiva de escuelas, centros de investigación y dependencias centrales.

- Servicios estudiantiles inexistentes como atención médica o deficientes como el comedor o el transporte, así como también una beca que no alcanza ni para tomarse un café.

2. Frente a la diversidad y multiplicidad de problemas que enfrentamos, mantener abierta y en resistencia a nuestra universidad.

3. En la medida de lo posible, mantener operativas todas y cada una de las dependencias académicas y administrativas.

4. Frente a las crecientes dificultades que tienen los universitarios para llegar a su sitio de trabajo, exhortar a cada decano, vicerrector de Núcleo, director de centro de investigación o equivalente y directores/jefes de dependencias centrales organizar al personal docente, administrativo, técnico y de servicio, así como también a los estudiantes para que las actividades fundamentales (docencia, investigación y extensión) y administrativas no se paralicen.

5. Hacer un remitido público que evidencie la existencia del colapso universitario y que sirva de base para que el Observatorio se Derechos Humanos haga la denuncia ante los organismos correspondientes.

6. Apoyar las gestiones que hagan los universitarios y amigos de la ULA en la consecución de recursos financieros para el funcionamiento, así como también los esfuerzos por mantener en las mejores condiciones la infraestructura de nuestras dependencias.

7. Hacer un llamado público a todos los egresados, amigos de la Universidad y fuerzas vivas de la ciudad, de la región andina y del país, a colaborar tanto con servicios, materiales y recursos financieros requeridos para el funcionamiento de la Universidad.

8. Apoyar a los gremios universitarios en sus justas luchas para resolver los problemas fundamentales de la Universidad y del país.

9. Organizar una marcha multitudinaria que concluya en una concentración en la plaza Bolívar de Mérida. Próximamente se anunciará fecha.

10. Sumarnos a la protesta que han iniciado los profesionales de la enfermería y otros de la salud.

Intensivos

Una comisión especial, integrada por la coordinadora del Vicerrectorado Académico y los directores sectoriales de cada facultad presentaron un breve informe de costos de los cursos intensivos previstos para este mes de agosto 2018.  La cifra presentada en la propuesta alcanza los 99 millardos de bolívares fuertes, que implica comunicaciones con el Ministerio del Poder Popular la para Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología (Mppeuct) para obtener respuestas inmediatas de pago a los docentes justo antes de iniciar los intensivos.

El rector refirió un sondeo, vía redes sociales (Tuit fijado en @bonuccimario), en donde se le platea a los estudiantes una alternativa muy desfavorable para ellos como la es que paguen un promedio de 15 millones de bolívares por cada materia a cursar en el intensivo. Las respuestas de participación hasta la mañana de este 17 de julio sumaba mil 921 personas, de  las cuales un 49 por ciento dijo estar de acuerdo con el monto, un 26 por ciento dijo que no puede pagar tanto, un 14 por ciento respondió que sólo podrá pagar una asignatura y el 10 por ciento dijo que no hará el intensivo.   

Es importante destacar las intervenciones de los estudiantes seguidores de la cuenta en el enlace de respuestas, lo cual evidencia  una abrumadora inclinación por participar en los intensivos. Resta esperar por anuncios en los días por venir de parte de esta comisión especial.

 

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