Remitido Consejo Universitario / Contra acusaciones a decanos de Faces y Facijup
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD DE LOS ANDES
CONSEJO UNIVERSITARIO
El Consejo Universitario de la Universidad de Los Andes, en uso de las atribuciones legales que le confiere el numeral 20 del Artículo 26 de la Ley de Universidades, y en defensa de la reputación y honorabilidad de los Decanos Raúl Huizzi Gamarra y Aura Marina Morillo Pérez, Decanos de las Facultades de Ciencias Económicas y Sociales y Ciencias Jurídicas y Políticas, respectivamente, fijan posición ante la opinión pública.
Queremos dejar constancia que los Decanos del complejo universitario “Liria” han rechazado de manera sistemática los hechos de violencia que han venido ocurriendo en las vías públicas adyacentes a sus instalaciones, por considerar que estas prácticas son contrarias a la paz colectiva, a la convivencia ciudadana, y porque dejan un saldo cuestionable de venezolanos heridos, y de costosos daños a bienes del patrimonio público y privado.
Nos sentimos obligados a salirle al paso a las acusaciones infundadas, expuestas irresponsablemente, convencidos de que un Decano encarna a la institución universitaria. De allí que rechazamos enfáticamente las declaraciones del ciudadano Cesar Alarcón, quien funge de funcionario principal del Complejo Recreacional de Mérida (COREMER), vertidas en un portal digital denominado “La Iguana TV”. Sin dar pruebas, de manera por demás ligera, responsabiliza al Decano Huizzi “por permitir que estos encapuchados se enconchen (sic) dentro de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales”. No es ese nuestro lenguaje; tampoco acusamos primero y averiguamos después.
En nuestra condición de Máximo Órgano de gobierno universitario, consciente de no haber incurrido en el grave error de explicar o apoyar abierta o solapadamente la violencia presente y pasada, también desmentimos por inciertos los señalamientos contra la Decana Morillo, sometida por igual al escarnio público, acusada sin ningún fundamento de dar protección a los grupos violentos. Declaraciones de este tenor resultan inadmisibles. Nos resistimos a creer que ellas forman parte de una línea de acción política del gobierno regional.
Al contrario, damos fe de las acciones concertadas de los Decanos del mencionado complejo, tendentes a recuperar el funcionamiento de los servicio del alumbrado público y, con este, de la seguridad de vidas y bienes de la comunidad universitaria. Dentro de ese proceder se inscribe la solicitud de reunión que ellos hicieran al Gobernador del estado, materializada el pasado 18 de mayo, y en la que hubo el convencimiento de que los problemas de inseguridad están asociados a un modo de desplazamiento. Si “los atracos van en moto”, esa fue la frase acuñada: ¿por qué es permitida la circulación de motorizados en días de perturbación del orden público?, ¿requiere un gran esfuerzo mental detectar la asociación que hay entre motorizados, gasolina y elaboración de artefactos explosivos?
Somos una casa de estudios, la atención específica a esta clase de interrogantes es materia de inteligencia policial, una tarea que no debe suponer un gran esfuerzo si recordamos que funcionarios de distintos cuerpos de seguridad cursan estudios en el complejo universitario “Liria”. Pedir a la Universidad de Los Andes que los violentos deben ser aislados, es una solicitud redundante. Creemos en la protesta dentro de la Constitución, y por ello no tenemos dificultad alguna en condenar la violencia que hiere a miembros de la policía, y pone en peligro la vida de niños y jóvenes de un centro educativo contiguo a la plaza de toros.
Finalmente, damos por buenas las expresiones del Gobernador en el sentido de que no es política de estado amparar la delincuencia. Pero de igual modo, debe haber un llamado a la contención serena que evite la intemperancia con el micrófono. Con la palabra se puede hacer y deshacer, sanar y enfermar; su poder es tal que las guerras siempre comienzan por allí. Por eso este manifiesto es un desagravio y un llamado al diálogo constructivo. Justo hoy 15 de junio, a propósito del Decreto de Guerra a Muerte, es oportuno decir que deberíamos redactar otro de sana paz y larga vida.
Dado, firmado y sellado, en el salón de sesiones del Consejo Universitario de la Universidad de Los Andes, en la ciudad de Mérida, a los quince días del mes de junio del año dos mil quince.
Mario Bonucci Rossini Justo Miguel Bonomie Medina
Rector Secretario (E)