La Universidad de Los Andes ofrece su conocimiento para la solución de las crisis que padecemos

Ante la crisis nacional de la electricidad,  la Universidad de Los Andes ha propuesto, desde hace meses atrás, su recurso humano para buscar soluciones que conduzcan a resolver esta situación. Las graves consecuencias de violencia y manifestaciones generadas en las ciudades de Mérida, Ejido, El Vigía, Tovar y la Zona Panamericana del estado, se decantaron en un caos y anarquía que, como fatal producto, cobró la vida de dos jóvenes estudiantes. Otras de las consecuencias demarcan la destrucción  y saqueos de dependencias universitarias, así como de propiedades privadas y comerciales.

La crisis del fluido eléctrico, fue apenas otro detonante, donde se suman el problema del agua, la delincuencia  desbordada y el menoscabo de los espacios de libre expresión como lo es el cierre de RCTVI.

Sobre esta realidad, el Consejo Universitario de la Universidad de Los Andes, se mantiene en sesión permanente desde este martes 26 de enero, y discute  durante la jornada de hoy miércoles, el perfil de un remitido que hará llegar a la ciudadanía y al país.

En rueda de prensa, donde estuvieron presente las cuatro autoridades universitarias, dirigencia estudiantil, personal docente, administrativo y obrero, se ofrecieron impresiones sobre los recientes acontecimientos.

El rector Mario Bonucci Rossini, como voz líder, hizo una cronología de la realidad merideña que, desde  meses atrás, se traduce en un aumento de los problemas del suministro de agua, creciente inseguridad y los intempestivos cortes del fluido eléctrico.

“Esta  grave situación, se tradujo en descontento generalizado lo que provocó protesta y manifestaciones de parte de la propia gente, los vecinos, las comunidades. Y esta gente, en vez de obtener respuestas a sus peticiones, recibieron represión. Son las comunidades de Ejido, Mérida y El Vigía las que han levantado su voz. Mal podría señalarse a las autoridades universitarias de estar orquestando este tipo de evento que son espontáneos de la propia gente”.

El Rector llamó a las autoridades del Gobierno Regional y las de seguridad del Estado a garantizar los derechos humanos de los ciudadanos merideños. Exhortó igualmente a la calma y la prudencia, además de ofrecer a esta casa de estudio como centro de encuentro entre los diferentes factores de la sociedad para debatir salidas a la compleja crisis que aqueja a todos por igual.

Por otro lado, dijo que el papel de la universidad sigue encaminado a la consolidación de aspiraciones salariales para sus docentes y su personal,  concreción de deudas pendientes, ajuste presupuestario y regularización del personal contratado.