CAUSAS DE LA OBESIDAD NO SON SÓLO METABÓLICAS SINO TAMBIÉN PSICOLÓGICAS
En el año 2005, los voceros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtieron que 17 millones de personas mueren cada año a causa de la obesidad, una condición catalogada como un creciente problema de salud pública en todo el mundo. Si en el año 2005 existían más de un mil millones de personas obesas, la tendencia es que este número, para el 2015, aumente un 50 por ciento.
En la Universidad de Los Andes la profesora Silvana D’Anello, del Centro de Investigaciones Psicológicas de la Facultad de Medicina y autora del trabajo “Obesidad desde la perspectiva de la psicología” –presentado durante las Primeras Jornadas de Nutrición en Salud Pública- explica que las causas de la obesidad no son sólo metabólicas o genéticas, sino también psicológicas y culturales, referidas éstas al estilo de vida, al comportamiento diario y al tipo de alimentos que se consume.
“Si una persona se alimenta bien o mal existe toda una serie de hábitos y conductas que pertenecen al campo de la psicología. En estos momentos observamos que los componentes orgánicos están presentes, pero pareciera que los psicológicos y los sociales son mucho más importantes, es por eso que la obesidad debe trabajarse desde una perspectiva multidisciplinaria. Por ejemplo, el premio que reciben muchos niños cuando se comportan bien, es comer comida rápida o ‘chatarra’, helados, caramelos y chupetas”.
La doctora D’Anello explica que los pequeños valoran esta conducta constante de los adultos y aprenden que las frutas y cereales son dañinos y los dulces representan lo rico y de buen sabor, cuando ya se ha demostrado que éstos crean tendencia a la obesidad. “Allí está inmersa la psicología porque es un proceso en el cual el niño, definitivamente, debe ser socializado de otra manera”.
Ansiedad y depresión
La psicología también juega un papel importante cuando se está frente a una persona ansiosa y deprimida, procesos que pueden llevarle a comer en forma desmedida.
“Se ha visto que algunas personas que se encuentran bajo estados negativos fuertes tienden a comer más y algunas investigaciones serias han demostrado también que la comida se usa como una droga, por ejemplo, ante la pérdida de seres queridos la elaboración del duelo también conlleva una sobre alimentación y si ésta se convierte en un hábito, por supuesto que va a conllevar a la obesidad”.
¿Cómo percibimos al obeso?
La doctora Silvana D’Anello advierte una contradicción en nuestra sociedad: por un lado tenemos hábitos de sedentarismo y hábitos terribles de alimentación -menos tiempo para preparar comida adecuada y más facilidad para consumir la rápida, cargada de calorías- y, por otro, somos obsesivos y culpabilizamos a la persona que no es delgada.
“Hay un aumento de la obesidad y existe también un gran rechazo social a ésta, de modo que es mucho lo que la psicología tiene que hacer, porque tenemos que ayudar al obeso a adquirir nuevos hábitos, a evaluar el porqué de su sobrealimentación desde el punto de vista psicológico y si, a nivel de su personalidad, hay algún tipo problema en el área de su comportamiento social”.
Esta profesora de la Facultad de Medicina también reveló algo preocupante: durante una investigación realizada por científicos le preguntaron a niños en edad escolar qué tipo de amigos preferían: ciegos, amputados, desfigurados… y el obeso quedó de último.