Más de 4 mil estudiantes de Ingeniería se verán afectados por el recorte presupuestario
Con los recursos y el material existente, la Facultad de Ingeniería podría mantenerse abierta hasta mediados de junio, mientras que los laboratorios funcionarían hasta que haya reactivos y funcionen las máquinas.
En asamblea extraordinaria realizada este miércoles en la Facultad de Ingeniería, profesores, trabajadores y estudiantes conocieron la realidad que enfrentarán en cuanto al funcionamiento durante el año 2009, producto del recorte presupuestario realizado recientemente por la Opsu al presupuesto ordinario de la ULA. El decano de la mencionada facultad, profesor Oscar Camacho, destacó que, en la evaluación verificada con directores de las diferentes escuelas y en la revisión de cuentas, observaron que ya no hay dinero para los gastos de mantenimiento, tampoco para compra de equipos o reparaciones de los mismos, y mucho menos para viáticos, porque las cuentas quedaron en cero.
Las escuelas tienen recursos muy escasos y los directores están manejando lo poco que les queda con austeridad, tratando de mantener las clases abiertas hasta que sea posible. Consideran que podrían funcionar hasta mediados de junio. En este sentido, están utilizando criterios de racionamiento de luz, evitan derroches innecesarios, cuidan las instalaciones, equipos y todo lo que poseen porque no hay dinero para reparar y mucho menos para comprar.
“El déficit viene desde el primer trimestre y aún no ha llegado la segunda parte, por ahora las obras de infraestructura que signifiquen crecimiento en planta física se han paralizado. En lo referente a las instalaciones eléctricas de tubo, sólo se colocará la mínima cantidad y también se usará la menor cantidad en insumos de mantenimiento. Todo será totalmente racionado para alargar un poco más el periodo de funcionamiento”, dijo el profesor Camacho.
Laboratorios podrían paralizarse
El profesor Camacho señaló que en esta facultad hay carreras que usan mucho material fungible y que requieren del contacto con la industria y con el campo de trabajo. Estas actividades fueron restringidas porque no hay dinero para viáticos para que los profesores puedan salir y, en el caso del material fungible, no se sabe cuándo llegarán los reactivos para garantizar las prácticas de laboratorio. Además, si por algún motivo se dañan los componentes de ingeniería eléctrica, como el yodo, los transistores o cualquier otro componente, también habrá que parar las prácticas de laboratorio. “Las cosas no entran en la forma global como podamos verlas, sino por cosas tan sencillas, como por ejemplo cuando se nos dañe un autobús, no podremos repararlo, cuando se nos dañe un osciloscopio u otro equipo de laboratorio habrá que parar porque no habrán recursos para poderlos reparar”, dijo finalmente el profesor Oscar Camacho.